¿A qué le temen los líderes colombianos?

Gerardo Herrera Perdomo, director regional de Consultoría de Riesgos de Marsh.

Crédito: Marsh

4 Febrero 2025 07:02 am

¿A qué le temen los líderes colombianos?

Según el más reciente Informe sobre Riesgos Globales del Foro Económico Mundial, publicado hace unos días, Colombia figura entre los primeros países cuyos encuestados temen al peligro derivado del conflicto armado, la polarización y la inequidad. Gerardo Herrera Perdomo, director regional de Consultoría de Riesgos de Marsh y quien participó en la investigación, habla sobre las causas que generan ese temor.

Por: Germán Hernández

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Más de 900 expertos en riesgos globales, dirigentes políticos y líderes de la industria encuestados por el Foro Económico Mundial y sus respuestas conforman el tradicional Global Risk Report, año 2025, que acaba de ser divulgado por ese organismo.

Es un informe preocupante, porque pinta un panorama sombrío de la próxima década. Según él, los encuestados son mucho menos optimistas sobre las perspectivas a largo plazo que a corto plazo y casi dos tercios de ellos anticipan un panorama global turbulento o tormentoso para 2035, impulsado en particular por desafíos ambientales, tecnológicos y sociales cada vez más intensos.

Puntualmente, los mayores riesgos temidos se concentran en los conflictos armados entre Estados –el riesgo global inmediato más crítico para 2025–, la desinformación, las noticias falsas y deliberadamente erróneas, los eventos climáticos extremos y la polarización política. 

En lo que toca al tema del conflicto bélico, el país ocupa unos de los primeros lugares en cuyos encuestados lo reflejan como causa del mayor riesgo por enfrentar. Gerardo Herrera Perdomo, director regional de Consultoría de Riesgos de Marsh y quien participó en la investigación, habló con CAMBIO sobre las causas que generan ese temor.

CAMBIO: Colombia figura entre los primeros países cuyos encuestados temen riesgos derivados del conflicto armado. ¿Qué opinión le merece eso y cómo se une con el momento actual?

Gerardo Herrera Perdomo: Lo que estamos viendo es que, más allá de las diferentes conclusiones, el momento global se está caracterizando por una gran inestabilidad marcada en general por la polarización. Polarización de diferentes aspectos: desde las perspectivas económicas, desde los diálogos sociales, desde las miradas políticas. Y eso, al final, lo que termina es erosionando la sensación de confianza. Lo que estamos percibiendo alrededor de Colombia es que los principales riesgos a mediano y corto plazo están asociados a una intensificación del conflicto bélico. Y desafortunadamente fue algo que en el informe del año anterior surgió. 

CAMBIO: ¿Y dentro del estudio, los encuestados encontraron alguna fórmula para apaciguar esa polarización o para despolarizar al país?

G.H.P.: No, no se hace un análisis país a país. Pero si hacemos uno alrededor de qué temas han resultado favorables ante ese fenómeno y cuáles no, y encontramos un ejemplo positivo de cómo la participación de múltiples organismos multilaterales ha ejercido una injerencia positiva alrededor de dinámicas de solución de conflicto. Y mencionan, precisamente, los diálogos de paz que terminaron en 2016 en Colombia. No obstante, como le menciono, el análisis no se realiza país a país, pero sí hicimos un ejercicio muy interesante que fue determinar cómo podía ser el comportamiento de diferentes estrategias que eran más efectivas frente a ciertos tipos de riesgos. Hay unas en las que los instrumentos financieros son mucho más efectivos para buscar cómo enfrentar la problemática, lo mismo que otras están relacionadas con acuerdos globales, otras con investigación y desarrollo y otras con seguridad y regulaciones locales.  

En el caso colombiano, a pesar de la complejidad de los diferentes actores alrededor de la situación del conflicto, hemos encontrado –y también es una de las conclusiones del análisis– es que el factor que más influye en los riesgos detectados es la inequidad. Y esa inequidad se transforma en temas de polarización social. Y termina también, desafortunadamente, en una sociedad aún más polarizada cuando se presenta el riesgo de información errónea e incorrecta, que también es una consecuencia derivada por el tema de la Inteligencia Artificial.

CAMBIO: Este es el reporte número 20. ¿Qué cambios primordiales se han visto en esas dos décadas de realizar este estudio?

G.H.P.: Son bien interesantes. Y le voy a decir uno que ni siquiera está en el informe. Si algo hemos aprendido de toda la historia del Informe Global de Riesgos es que muchos de ellos han ido cambiando: unos muy sensibles van bajando y otros van surgiendo. Puede que presenten en el tiempo altas y bajas, pero lo más importante es que, en una u otra forma, como sociedad global hemos encontrado mecanismos para enfrentar los principales retos que aparecen en cada momento. Entonces, cuando hemos tenido esas situaciones muy complejas, como la gran crisis de 1998 alrededor de temas financieros, pues sí: la vivimos y en alguna forma salimos adelante. Fuimos capaces, como sociedad global, de enfrentar una pandemia por primera vez en toda la historia de la humanidad en casi dos años.  Entonces, una de las principales conclusiones es un llamado a tener confianza de que, como sociedad global, encontramos mecanismos para responder a los principales riesgos. 

CAMBIO: ¿Hay alguno que se destaque frente a otros?

G.H.P.: Indiscutiblemente, el que ha venido subiendo de forma significativa es el relacionado con el cambio climático. Hace 20 años se le veía lejano y la decisión de enfrentarlo tenía un sentido filantrópico. Pero ha ido tomando fuerza y hace más o menos unos diez años se dejó de hablar del riesgo del cambio climático. ¿Por qué? Porque no es ningún riesgo: es una realidad. En los últimos informes, lo que se evidencia son unos riesgos derivados o asociados a él. 

CAMBIO: Habló usted del riesgo tecnológico relacionado con la desinformación, la información errónea como resultado sobre todo de las tecnologías de la Inteligencia Artificial…

G.H.P.: Lo primero, no es que sea un tema absolutamente novedoso. De hecho, desde finales del siglo pasado ya se veía que se estaban trabajando en esos sistemas neuronales que son la base de todo lo que conocemos hoy como Inteligencia Artificial. Lo que sí hay que tener muy presente es que, hace dos años, lo que se hizo fue que esa Inteligencia Artificial tuviera un aceleramiento y se abrió para todas las personas en el mundo y se generó un mecanismo para que se pudiera tener acceso de forma global, y eso cambió muchísimo los esquemas alrededor de otros temas derivados y otros riesgos derivados. Entonces, el primero que surgió –y usted lo ve en el informe del año pasado– fue el de la información incorrecta o errónea. Y hoy, todos creen en esta tergiversación alrededor de la realidad. Antes de la IA, eso lo podían hacer solamente grupos muy especializados, gente que tenía un conocimiento muy hábil alrededor de cómo hacer esos cambios. Inclusive, uno de los principales retos que tenemos hoy es la identidad de cada persona: ya se puede emular también la voz y todos los componentes que infunden credibilidad. 

CAMBIO: En las recomendaciones para los líderes que se leen en el informe se les aconseja fomentar la colaboración y la resiliencia, priorizar el diálogo y fortalecer los lazos internacionales. ¿Cree usted que un gobernante como Donald Trump, que se posicionó hace apenas unos días, seguirá esos consejos?

G.H.P.: Realmente creo que nadie puede tener en este momento una lectura alrededor del presidente Trump. Lo que sí le puedo es compartir unas perspectivas alrededor de lo que significa, en este nuevo escenario global, lo que hemos vivido en los últimos dos años y lo que estamos viviendo. Y, como se menciona en el tema de la polarización, hay múltiples sentimientos nacionalistas no solamente en Estados Unidos, sino en varios países alrededor del mundo, con una creciente preocupación alrededor de cómo mantener calidad de vida y prosperidad dentro de sus nacionales. Con ello surgen temas relacionados como la migración, la empleabilidad y la necesidad de proteger ciertos elementos de producción que tienen implicaciones en el modelo de comercio global en una potencia como Estados Unidos, que tiene una posición muy relevante en geopolítica y en geoeconomía y cuyas actuaciones y decisiones pueden dar una caracterización sobre cómo van a actuar y cuáles son las repercusiones que pueden generar a otros países. Lo que sí podría afirmar es que las actuaciones y los caminos que tome el presidente Trump definitivamente van a tener una injerencia alrededor de lo que es la forma como enfrentamos, como sociedad global, estos retos.

CAMBIO: ¿Qué aspecto relevante del informe queda por destacar?

G.H.P.: Leer las conclusiones nos lleva a entender que tenemos una nueva realidad y que la sociedad global como la teníamos estructurada hace diez o 15 años, cambió. Incluso, la visión de una economía global, con especializaciones de producción y en la que primaban los mecanismos de comercio entre todos claramente no es lo que tenemos hoy ni lo que vamos a tener en el corto plazo. Con lo cual, para Colombia, es muy importante que todos los líderes –empresarios y dirigentes sociales y públicos– volvamos a repensar en dónde estamos y hacia dónde debemos guiar nuestros esfuerzos para que la búsqueda de prosperidad se mantenga aceptando que hay un nuevo orden. Un orden que es muy diferente al que había hace muchos años y no necesariamente el que más quisiéramos, pero que es el que es hoy. Esa sería mi invitación. Por eso es tan importante volver a revisar estos mapas estratégicos de riesgos que también permiten anticipar y valorar que lo que nos estamos planteando hoy sí lo podemos alcanzar en estas nuevas condiciones y cómo nos preparamos para ello. Y hoy, como nunca, es un objetivo absolutamente crítico.
 

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