Gastos reservados del fiscal: las inconsistencias del contralor Zuluaga sobre auditoría a Barbosa

Justo un día después de que CAMBIO revelara las maniobras del contralor en funciones, Carlos Mario Zuluaga, para esconder el informe de auditoría de los gastos reservados del fiscal Francisco Barbosa, el jefe del órgano de control modificó su versión sobre lo que hizo con el equipo investigador. 

En declaraciones a Caracol Radio, Zuluaga aseguró que no cambió a los investigadores que estaban haciendo la auditoría a dichos gastos desde enero de 2023. Agregó que el equipo que inició esa inspección fue el mismo que la terminó. Incluso, señaló que dicho informe fue liberado el pasado 30 de noviembre de 2023 y, de inmediato, fue trasladado a la Fiscalía. 

“Es importante aclarar eso porque ahí no hubo un cambio para que pusieran, quitaran o dejaran colocar alguna información” dijo el jefe de la contraloría. 

Esa sería la primera inconsistencia del funcionario, ya que en medio de la investigación de CAMBIO, el contralor había entregado una información completamente diferente. Zuluaga le dijo a este medio de comunicación que sí “tomó la decisión de cambiar al equipo porque justo en esos momentos había una gran discusión sobre la seguridad del fiscal tras las amenazas que denunció públicamente por un plan para matarlo por parte de un grupo al margen de la ley. Es decir que estaba en peligro su vida”.

Incluso fue más allá: en su respuesta a CAMBIO, explicó que le pidió al delegado que tenía el asunto realizar la auditoría en la sede de la fiscalía para verificar los documentos del contrato. Agregó que en llamadas que el fiscal Barbosa le hizo, este le manifestó que sus auditores estaban pidiendo copia digital de los archivos del contrato y que eso le parecía riesgoso. 

Pese a que Zuluaga, según su propia versión, había dado la instrucción de realizar la auditoría, como pidió el fiscal, el equipo insistió en tener copia digital del contrato y hacer inspección en el lugar donde estaban las características del tipo de blindaje.  

Por eso, el contralor decidió cambiar la delegación. Según él, con el fin de proteger dos hechos:

1- Que se pudiera realizar la auditoría y verificar los asuntos en cuestión en el sitio donde estaban, en la fiscalía, sin que circularan dichos documentos en manos de terceros.

2- Evitar una situación de cuestionamiento a la Contraloría a futuro, en la medida en que si se materializaba un atentado contra el señor fiscal, considerado un asunto de seguridad nacional, el ente de control pudiese estar cuestionado por su reserva y buen nombre”.

Otra de las contradicciones del contralor tiene que ver con el avance del informe y las conclusiones que deberán entregarse al Congreso de la República en marzo de este año. 

Aunque el contralor dijo que la auditoría ya estaba terminada, CAMBIO conoció que dicho informe, sobre los gastos reservados del fiscal, llegó hasta el 70 por ciento de avance cuando se entregó a la otra dependencia de la entidad, que ahora se encargará de divulgarla y que podrá, con las observaciones que haga el fiscal, desvirtuarla. 

El contralor en funciones también se equivocó con las fechas en las que se habría contratado el sistema de blindaje el fiscal Barbosa. Según Zuluaga, la Fiscalía justificó ese gasto asegurando que estaba en riesgo su vida por una amenazas que recibió por parte de grupos al margen de la ley. 

Pese a que dijo que era un proceso normal, y que todos los fiscales lo hacen cuando está en riesgo su vida, Zuluaga olvidó que el blindaje se autorizó en enero de 2022 y las amenazas a Barbosa llegaron en agosto de 2023. ¿Adivinó el fiscal que un año después lo iban a amenazar y por eso mandó a proteger su vivienda personal?

Solo ese contrato de blindaje costó 578 millones de pesos. Según expertos en control fiscal consultados por CAMBIO, la ahora Contraloría deberá confirmar si hubo sobrecostos en la obra y publicar el informe en la misma línea en la que venía trabajando el anterior equipo investigador, que estaba encontrando hallazgos disciplinarios y fiscales. 
 
CAMBIO también ha podido establecer otros usos que le dio el fiscal a los gastos reservados: un trasteo a su nuevo apartamento, y el arriendo de otro inmueble en el que vivió mientras le entregaban su casa y le habría pagado conductor a su empleada. 

Los gastos reservados de la Fiscalía General de la Nación, en cabeza de Francisco Barbosa, ascendieron a 51.888 millones de pesos solo en 2022: un aumento de 171 por ciento con relación a los gastos del año anterior, que fueron de 19.119 millones de pesos.