Luz Stella Murgas, presidente de Naturgas.
Crédito: Naturgas
"El gas natural será clave en la lucha contra el hambre", Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas
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La presidenta de Naturgas, Luz Stella Murgas, habló con CAMBIO sobre las reservas de gas, sobre el papel que desempeñará la industria del gas en la seguridad alimentaria y sobre los programas para aumentar la conversión de gasolina a gas en vehículos de transporte y de carga.
El sector del gas natural en Colombia se compone de las empresas que exploran y producen gas, las que lo transportan por gasoductos y las que lo comercializan a los hogares, industrias y estaciones de servicio. Toda esta cadena de valor es representada dentro de Naturgas, gremio que agrupa a 29 compañías entre públicas y privadas.
Luz Stella Murgas Maya, presidenta de Naturgas, conversó con CAMBIO sobre el papel que cumplirá el gas natural en la transición energética.
CAMBIO: El ciento por ciento del gas que consume Colombia se produce en el país. ¿Qué riesgo hay de que en algún momento toque importar?
Luz Stella Murgas: Si bien Colombia produce todo el gas que consume, hay que desarrollar potencial para mantener la autosuficiencia, y, al mismo tiempo, responder a varias apuestas, como la transición energética, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza.
CAMBIO: ¿Cómo es que el consumo de gas terminó tan masificado?
L.S.M.: Hace cerca de 45 años se descubrieron en el mar Caribe los campos de Chuchupa y Ballena. Entonces, empezamos a sustituir –en la costa Atlántica– los cilindros de gas licuado de petróleo por gas natural. Así comenzó el proceso de masificación del servicio.
Algo similar sucedió en Bogotá. Se cocinaba con cocinol, un combustible color azul que se recogía en galones por las juntas de acción comunal; pero hace 40 años se descubrieron Cusiana y Cupiagua, y gracias a eso se masificó el servicio en la capital.
Hoy 36 millones de colombianos contamos con servicio de gas natural en nuestros hogares, pero también se utiliza en los comercios, en la industria, en vehículos y en la generación eléctrica, a través de las plantas térmicas.
CAMBIO: ¿Cómo es el proceso de ir sumando reservas?
L.S.M.: Cuando se perfora un pozo y hay un descubrimiento, se empieza a identificar qué tanta presencia de gas natural adicional hay. Se busca determinar el volumen del yacimiento. A medida que se perforan más pozos, aumentan las posibilidades de aumentar el número de reservas de gas.
Dependiendo de la existencia de ese volumen, las reservas pueden ser probadas, probables o posibles. Cuando se tienen reservas probadas, hay 90 por ciento de certidumbre de que ese volumen puede ser desarrollado; cuando son probables, esa certeza es del 50 por ciento; cuando son posibles, la certeza es del 10 por ciento.
CAMBIO: ¿Cómo está ese nivel de reservas de Colombia?
L.S.M.: Cada año, entre abril y mayo, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) publica el informe de reservas, el cual consolida la información de las compañías que hoy están explorando las áreas. El último informe mostró que las reservas probadas de 2022 disminuyeron 11 por ciento frente a las de 2021.
Hoy las reservas probadas de Colombia son 2,8 terapiés cúbicos de gas, lo cual nos permiten tener una autosuficiencia de gas de hasta 7,2 años. Eso no quiere decir que en ese momento vamos a quedarnos sin gas, sino que ya no tendríamos autosuficiencia para suplir la demanda.
CAMBIO: ¿Qué pasaría si ya Colombia no puede surtir la demanda?
L.S.M.: Entre 2022 y 2023, Colombia ha anunciado diez descubrimientos de gas natural, dos de ellos costa afuera, en el mar Caribe, en áreas que hoy son operadas por Shell en asociación con Ecopetrol. También hay ocho descubrimientos en áreas continentales: en Córdoba, Sucre y Cesar. El potencial de reservas en el mar Caribe es 25 veces más que el total de las reservas probadas que hoy tiene Colombia; están entre 70 y 100 terapiés cúbicos.
Si de acá a 7,2 años no desarrollamos los descubrimientos y más exploración, nos vamos a consumir esas reservas, y comenzará a haber escasez de gas. Lo que hay que hacer es agregar más reservas.
Si tenemos en Colombia un potencial de reservas, desarrollarlas requiere de infraestructura, permisos ambientales, consultas previas, y es necesario que se den de manera oportuna para contar con esas moléculas en los tiempos en que las requerimos. Con ese potencial podemos mantener la autosuficiencia.
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CAMBIO: Se dice que el gas es el combustible de la transición. ¿Qué piensa del plan del Gobierno?
L.S.M.: Cuando se compara al gas natural con combustibles tradicionales, es un energético que emite 99 por ciento menos de material particulado fino que otros combustibles, como la gasolina y el diésel. Además, es económico. Si se compara el recibo del gas con el de otros servicios públicos, de lejos es el más económico. Y también es estratégico para acelerar la transición, porque puede brindar respaldo a las intermitencias de la energía eólica y solar que dependen del sol y del viento.
Debemos trabajar de manera articulada en incrementar la oferta de gas natural local, teniendo en cuenta que tenemos descubrimientos que nos dan evidencia de un potencial que nos puede dar autosuficiencia por décadas. Esa articulación se logra si las entidades priorizan todos estos proyectos y esos permisos se dan de manera oportuna. Igualmente, el sector privado y el sector público deben trabajar juntos para contar con esos proyectos a tiempo.
CAMBIO: ¿Cuál debe ser la prioridad?
L.S.M.: Incrementar la oferta de gas local. En la medida en que no dependamos de gas importado, los precios los fija el mercado local, mientras que los precios del gas natural importado dependen de los precios de referencia del mercado internacional. Por la guerra de Rusia y Ucrania, los precios del gas se incrementaron exponencialmente. Mientras en Colombia una molécula se negocia a 5 dólares, en Estados Unidos y en Europa esa misma molécula llegó a costar 80 dólares. Eso sucede cuando se depende de gas de otros países.
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"En Colombia aún hay 1,6 millones de familias que cocinan con lecha o carbón. Cuando se pasa de utilizar GLP en cilindro a conexión intradomiciliaria en estratos 1 y 2 el ahorro es, en promedio, de 62.000 pesos".
CAMBIO: ¿Cómo el gas puede ayudar a reducir la pobreza o el hambre?
L.S.M.: Si aprovechamos esas reservas de gas para producir urea, podemos ser autosuficientes en la producción de fertilizantes. Hoy Colombia importa el 70 por ciento de los fertilizantes que utiliza. Si queremos abaratar los costos de los alimentos, produciendo nuestros propios fertilizantes, vamos a ser capaces de luchar contra el hambre. Y si queremos acelerar el proceso de industrialización del campo, se necesita que el combustible sea de bajas emisiones, económico y sostenible, y esos tres atributos los tiene el gas.
El gas natural es un vehículo para reducir pobreza energética. En los últimos 25 años hemos pasado de 1,9 millones de usuarios a 12 millones de usuarios. Eso equivale a más de 36 millones de personas. La penetración en el servicio tiene una cobertura de 67 por ciento del territorio nacional, muy por encima de varios países en América Latina.
El 85 por ciento de nuestros usuarios residenciales están en estratos 1, 2 y 3, pero aún hay un gran desafío: en Colombia hay 1,6 millones de familias que cocinan con lecha o carbón. En varias regiones del país persiste pobreza energética, y deberíamos pensar en soluciones. Cuando se pasa de utilizar GLP en cilindro a conexión intradomiciliaria en estratos 1 y 2, el ahorro es, en promedio, de 62.000 pesos. Sucede que en el perímetro de la red de distribución de gas todavía hay personas que no están conectadas. En los próximos tres años tenemos la meta de hacer sustitución de leña en al menos 190.000 familias; a mediano plazo se podría llegar a 650.000 hogares.
Además de la apuesta en gas natural y en biometano en zonas rurales, también le estamos apostando al hidrógeno. Ya hay siete proyectos piloto. En esa gran apuesta, tenemos nuestro primer congreso de Hidrógeno y Eficiencia Energética, que se realizará los días 19 y 20 de octubre en el Centro de Convenciones de Cartagena.
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CAMBIO: ¿Con el plan que tiene el Gobierno de subir los precios de la gasolina, ¿han subido las conversiones a gas?
L.S.M.: El desmonte de subsidios a los combustibles ha afectado especialmente a los taxistas, por sus largos trayectos en el día. Y hemos podido identificar un aumento sustancial de las conversiones a gas realizadas mes a mes. Por ejemplo, en agosto las conversiones aumentaron 108 por ciento, respecto del mismo mes del año anterior; es decir, mientras en agosto de 2022 se realizaron 1.208 conversiones a gas natural vehicular, en agosto de 2023 fueron 2.509.
Esta alza en las conversiones es apenas lógica. Con el precio actual del galón de gasolina, comparado con el metro cubico de gas, para recorrer la distancia promedio diaria que recorren estos conductores, los que usan gas natural vehicular están ahorrando alrededor de un 46 por ciento frente a los que usan gasolina, un promedio de 1.300.000 pesos, poco más de un salario mínimo.
De realizarse el desmonte completo del subsidio, se proyecta un ahorro con gas natural vehicular de alrededor del 52 por ciento frente a la gasolina, es decir, un promedio de 1.500.000 pesos. Esto puede significar un ahorro incluso mayor al subsidio que planea brindar el Gobierno a la gasolina de estos conductores.
CAMBIO: ¿Qué tan caro es hacer esa conversión?
L.S.M.: Un kit de conversión de motor puede costar alrededor de 4 millones de pesos, pero las compañías distribuidoras estamos dando bonos para estimular estas conversiones, que se pueden realizar en cualquiera de los 113 talleres activos que existen a nivel nacional. En Bogotá, por ejemplo, Vanti, Ecopetrol y TGI, dan bonos de 3 millones de pesos para que los conductores puedan pasarse a GNV y adicionalmente se financia el millón restante a través de la factura del gas de los usuarios.
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CAMBIO: ¿Y en los camiones?
L.S.M.: En camiones no es común encontrar conversiones a gas natural, pues desde la fábrica hay vehículos que son concebidos para funcionar con este energético. Entre diez compañías de Naturgas reunimos alrededor de 760.000 millones en un fondo para financiar a pequeños propietarios de carga pesada para que sustituyan sus camiones a diésel por camiones a gas natural.
Además estamos trabajando de forma articulada con el Gobierno, que hoy entrega un bono de chatarrización. Como resultado de este trabajo, ese bono se va a ampliar para conductores que decidan adquirir vehículos a gas natural; y el Gobierno está avanzando con el Banco Agrario para aportar recursos de alrededor de 20.000 millones de pesos para financiar la tasa de interés a estos conductores. Con estos productos financieros, se espera que en un horizonte de diez años se puedan sustituir 12.500 vehículos de carga pesada a diésel por vehículos dedicados a gas natural.
CAMBIO: ¿Cuánto se ahorraría en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles?
L.S.M.: Adicional al ahorro para los camioneros o taxistas, y al impacto en el medioambiente en reducciones de CO2, podríamos en el segmento de carga pesada disminuir anualmente en 346.000 millones el déficit del FEPC si sustituyéramos al menos el 3 por ciento de camiones de carga pesada, es decir 12.500 camiones.
En taxis, si se hiciera la conversión, el déficit se reduciría en 8 millones de pesos por cada taxi que surta los dos turnos de trabajo al día. Tan solo en Bogotá, de 50.000 taxis, hay 23.000 que ya están convertidos a gas, por lo que hay una oportunidad para 27.000 vehículos