Así es el aeropuerto más "inútil del mundo"

En 2017, la prensa británica bautizó al aeropuerto de la Isla de Santa Elena como "el aeropuerto más inútil del mundo". Fue calificado de esta manera por haber tenido un costo de 320 millones de euros y los problemas que acarreó su construcción.

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Santa Elena es una pequeña isla que pertenece al territorio británico de ultramar en la que habitan alrededor de 4.500 personas. La isla tiene 121 kilómetros cuadrados de superficie y se encuentra en el Atlántico Sur a 1.900 kilómetros de la costa africana y a 3.500 de la americana.

La isla de Santa Elena es una de las islas más inaccesibles y aisladas del planeta. A su vez, es conocida por haber sido el lugar en el que el conquistador francés, Napoleón Bonaparte fue desterrado y murió en 1921. 

El aeropuerto de la isla comenzó a ser construido en 2012 y después de cuatro años de trabajo de obra, en junio de 2016 fue inaugurado. Durante el periodo de construcción hubo distintos inconvenientes debido al terreno, ya que es pequeño, montañoso y con mucho viento. 

La construcción del aeropuerto beneficiaría el transporte de personas evitando largas horas de viaje en barco ya que para llegar a la isla antes se tardaba cinco días vía marítima y el avión permitió viajes de solo cinco horas. 

Con la llegada del aeropuerto se buscaba además beneficiar a los habitantes de la isla y convertir el lugar en un destino turístico.

El gobierno británico destinó 368 millones de dólares a la construcción del aeropuerto de Santa Elena. De allí surgió el apodo del “más inútil del mundo”. 

A través de un informe en 2016, expertos aseguraron que las condiciones climáticas de la isla no habían sido previstas. “El aeropuerto no sirve ni a su pueblo ni a los contribuyentes que pagan los impuestos”, indicaba el documento.

Finalmente, el aeropuerto se construyó. Sin embargo, tuvo que pasar más de un año desde su inauguración para que el aeropuerto recibiera su primer vuelo comercial el 14 de octubre de 2017, con el aterrizaje de un avión de la empresa sudafricana Airlink. 

En el primer vuelo que recibió el aeropuerto de Santa Elena viajaron 68 personas y una de ellas, Libby Weir Breen, hizo el viaje desde Escocia solo para poder decir que estuvo presente en un día único. "Nunca me había sentido tan emocionada en toda mi vida. Nunca pensé que vería este día", expresó la mujer.

Gracias al nuevo aeropuerto de la pequeña isla, los habitantes de Ciudad del Cabo, lugar de donde salían los barcos hacia Santa Elena, podían viajar con mayor frecuencia y sin problemas hacia el archipiélago, con el que habían forjado lazos desde un comienzo.

Una vez los aviones aterrizaban en el aeropuerto, se quedaban un tiempo aproximado de 45 minutos y luego se regresaban. 

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También, algunas aeronaves realizaban vuelos hasta otra isla británica de ultramar llamada Ascensión. 

Por otro lado, la definición de los medios británicos sobre el aeropuerto de Santa Elena no coincidió con el punto de vista de la gobernadora de la Isla, Lisa Phillips. 

"Vi los titulares sobre el aeropuerto más inútil del mundo, pero para Santa Elena este ya es el aeropuerto más útil. No tiene precio", manifestó la funcionaria tras el primer vuelo comercial, y aseguró que la historia del territorio cambió desde la llegada del aeropuerto.

Asimismo, Phillips indicó que después de la creación del aeropuerto "hubo significativos efectos sociales y económicos ya que el territorio salió del estado de aislamiento eterno en el que se encontraba".

En 2019, llegaron a la Santa Elena 8.000 personas, un "número elevado comparado con los habitantes de la pequeña isla".

Por otro lado, en 2022 el aeropuerto instaló un cable de fibra óptica con el fin de mejorar el  internet.

Actualmente, las autoridades de la isla planean establecer conexiones con Reino Unido sin tener que pasar por Sudáfrica o Ascensión y vuelos a Sudamérica, más precisamente a las Islas Malvinas.

Por ahora, el aeropuerto de Santa Elena solo realiza pocos vuelos a Ascensión, de donde salen aviones a Reino Unido debido a la crisis sanitaria que atravesó el mundo. 

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