Desenredando la confusión en Oriente Medio: reflexiones sobre el conflicto Israel-Palestina

Crédito: Foto Reuters.

8 Noviembre 2023

Desenredando la confusión en Oriente Medio: reflexiones sobre el conflicto Israel-Palestina

Luis Carlos Jacobsen reflexiona sobre la necesidad de regresar la cordura a Gaza y de resarcir los crímenes cometidos por Hamás en Israel. También sobre la venganza de las fuerzas militares israelíes que siguen sumando muertes de civiles y que no parecen tener intenciones de cesar la guerra.

Por: Luis Carlos Jacobsen

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

En medio de la creciente confusión que rodea al conflicto Israel-Palestina, surge la necesidad de aportar cordura, humanismo, justicia y solidaridad. Los oscuros y confusos momentos que enfrentamos no deben eclipsar nuestra búsqueda de un entendimiento más profundo.

El crimen de Hamás cometido el 7 de octubre contra jóvenes que estaban de fiesta y familias habitantes de un kibbutz es un crimen horrendo que debe ser castigado con severidad. Los 240 secuestrados deben poder regresar sanos y salvos a sus hogares. Los familiares de las víctimas de tan horrendo asesinato deben ser rodeados para poder sanar y tener consuelo algún día lejano en sus vidas. El horror que sufrieron justifica la indignación e ira de los israelíes. Es muy difícil de perdonar, y repito, debe ser resarcido.

El Estado de Israel tiene derecho a defenderse. Debe ser contrarrestada esa amenaza. Debe identificarse a cada militante de Hamás, separado de la población de Gaza y demás territorios ocupados, para ser castigado y no dejar el crimen impune. Sin embargo, que “el derecho a la defensa al que aluden las potencias del mundo cumpla con el DIH y la Convención de Ginebra” Ya es retórica pura. Israel no lo está cumpliendo y hay claras evidencias que lo demuestran. Esa retaliación vengativa comenzó a ser justificada cuando anunciaron el descabezamiento de 40 niños por parte de los terroristas. También hay evidencia de que eso nunca sucedió. Sin embargo la propaganda hizo sus efectos y todavía se justifica con ello el salvaje castigo colectivo que se está infringiendo a toda una población. Desde el primer día se están cometiendo crímenes de guerra frente a la complaciente mirada de medio mundo que se quiere sumar a la venganza.

El bombardeo inmisericorde sobre población civil (caso de los más de 400 palestinos asesinados en un campo de refugiados en un solo bombardeo de más de cientos ya sucedidos) para matar a un cabecilla de Hamás es absurdo. Ridículo e indefendible. "Que la población civil palestina es escudo humano". “Que les avisaron antes de bombardearlos". Como si eso atenuara la barbarie que cometen en un espacio reducido donde están confinados.

Cortar los alimentos, el agua, las medicinas urgentes y la energía a una población que los israelíes ocupan y encierran es un crimen de guerra atroz. Una falta de humanidad que es secuela de la forma como Israel ha concebido la vida con sus vecinos palestinos. No puede nadie hacerle daño a tanta gente inocente alegando el mal que unos cuantos les hicieron a ellos. Eso es hacer que paguen inocentes por la rabia y el dolor que imagino sienten, sin reparar en el dolor sufrido por los demás, o la solidaridad que uno mismo está sintiendo. Es una venganza ciega e irracional que ya produjo más de 4.500 niños muertos y que hoy ya son parte de casi 10.000 víctimas. Los niños asesinados hasta el 6 de noviembre ya suman una proporción de casi 18,1 y el total de víctimas ya casi va en 7,1: siete víctimas palestinas de las que nadie sabe si son o no Hamás, por un israelí. Y los bombardeos seguirán indefinidamente, como lo señala el Estado israelí. Lo financian los gobiernos de las potencias del mundo, repito, en aras de un derecho a la defensa que tiene el Estado de Israel, ejercido evidentemente sin límites en el derecho. La cifra de víctimas, se detuvo por el lado de Israel, pero está en ascenso hoy mismo del lado palestino.

El mundo entero comienza a marchar en apoyo a los palestinos. Londres, Mánchester, Berlín, Washington, Nueva York, Madrid, Barcelona, Santiago de Chile, Rabat, Caracas, Bogotá, Ciudad de México, Tokio, Ankara, y muchísimas otras capitales árabes. Siguen más. Para el sábado 11 de noviembre ya se anuncia en Inglaterra la más grande movilización para que cesen los bombardeos.

Mientras las potencias avalan con una mano el castigo colectivo, hacen a su vez maromas con la otra para prevenir una escalada regional, que puede fácilmente detonar la Tercera Guerra Mundial. Así como se lee. El conflicto casi centenario entre árabes e israelíes explotó esta vez con consecuencias inciertas aún.

Hay quienes dicen que los palestinos ya ganaron algo. Y es que el mundo ya no podrá ser indiferente a los abusos del Estado de Israel sobre las poblaciones ocupadas: el maltrato y negación como seres humanos y como pueblo, el desplazamiento y el robo de tierras, el Estado policivo que permite a las autoridades israelíes hacer con la población lo que les venga en gana, los abusos de los colonos avalados por las autoridades, la alteración completa de la vida en territorios que son también de los palestinos por disposición expresa de la ONU desde 1947. Esos territorios nacieron para ser compartidos.

Todo parece indicar, si esto no escala en algo mucho mayor, que Palestina tendrá su Estado y la colonización hebrea deberá detenerse y las tierras ser devueltas. Si Israel quiere paz, deberá ser más inteligente para que su seguridad interna no se derive de la fuerza y la opresión. Debe empezar por reconocer a su vecino y ofrecerle esperanza de vivir en paz, si es que algún día los odios lo permiten. Un Estado palestino que a su vez deberá hacer esfuerzos enormes por ser gobernado por una fuerza política legítima y pacífica que reconozca el Estado de Israel y su derecho a vivir en paz.

Entre todo esto hay demasiada confusión, que es bueno aclarar:

1. El pueblo palestino NO es Hamás, así muchos palestinos simpaticen con este movimiento terrorista de liberación que en su momento reemplazó a la OLP. Las víctimas de los bombardeos no son responsabilidad exclusiva de Hamás. Los asesinatos los causa la Fuerza de Defensa Israelí.

2. El antisemitismo del que el mundo judío se queja, es más antisionismo que otra cosa. Pero suelen confundirse los términos. Más que se deteste a los judíos por el hecho de serlo, lo que no se acepta en muchas partes es el ánimo colonizador de la ultraderecha israelí, que viene corriendo las fronteras por años y abusando del pueblo palestino. Defender al pueblo palestino no es ser antisemita. Levantarnos contra la barbarie es coherencia moral. Contra la que vino de Hamás terrorista contra los israelíes. Oponernos a la detonación de miles de bombas contra una población inocente e indefensa que está cercada no tiene nada que ver con que estemos contra la religión judía o que los odiemos.

3. Hay que apoyar la recuperación de los secuestrados. Pero eso no significa que por ello van a cesar los bombardeos.

4. Los “escudos humanos” nos son una excusa para matar civiles inocentes. Igual mueren ellos sin que conozcamos daños significativos a las estructuras de Hamás. Tampoco son excusa porque no lo aceptaríamos en nuestro propio país. No por librarnos de las guerrillas aceptamos tan fácil que barran una población entera. Tampoco pueden ser considerados blancos legítimos contra Hamás los cientos de apartamentos y viviendas que han arrasado sin misericordia.

5. Los tales “ataques de precisión” de la fuerza aérea israelí no han sido tan precisos ni ha sido tenido en cuenta el mayor cuidado por la vida humana o el derecho de guerra. La prueba está en las tristes imágenes de barrios enteros con miles de niños que han sido sacados de los escombros.

6. Por escribir esto NO soy antisemita. Mis ancestros son judíos. Aborrezco el holocausto. Exijo un castigo ejemplar para Hamás. Conocí en mi juventud Israel, la admiré y admiro, hice amigos israelíes, y disfruté de un país único que no tiene comparación con ninguno. Repito: apoyar la causa palestina y estar en contra de la injusticia NO es ser antisemita.

Por eso es valiente y se requiere coraje para levantarnos sin tapujos como habitantes de este planeta contra el Estado de Israel como miembro que es de la comunidad internacional. Lo que hace contra población inocente, que no puede defenderse, y a quienes les han cortado todos los medios de subsistencia posibles, es inhumano. Israel NO tiene derecho a defenderse en esos términos, como tampoco podía atacar Hamás pensando en quedar impune.

Esta guerra está lejos de terminar. Mientras tanto, en la forma más refinada de hipocresía, los Estados Unidos aprueban ayuda a Israel de más de 14 billones de dólares, mientras coordina con sus aliados Inglaterra, Francia, Alemania e Italia y la Unión Europea, el suministro de ayuda humanitaria. Parece ser que quieren dar de beber y comer a la población civil que luego saben que Israel va a bombardear. Ayuda humanitaria para que cuando caigan las bombas que financian, al menos haya gazas para tapar las heridas o haya bolsas para recoger los cadáveres.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí