Así funciona la fórmula colombiana patentada para proteger a las abejas de los insecticidas

Investigadores de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario, en alianza con el Departamento de Neurociencia de la Universidad de Arizona de EE. UU. y con la participación de la Universidad Javeriana, lograron patentar una fórmula para proteger el cerebro de las abejas y otros animales polinizadores que se han visto afectados por la exposición a insecticidas.

Se trata de un avance que, para los expertos, es una "piedra angular", porque permite la conservación de más de 20.000 especies de abejas que hay en el mundo y que tienen funciones clave en la reproducción y supervivencia de las plantas.

Además, porque, como describe la Universidad del Rosario, el número de abejas ha venido disminuyendo por su contacto con los insecticidas de síntesis química.

Andre Josafat Riveros, profesor de la Universidad del Rosario, explica que los insecticidas, que suelen utilizarse para controlar las plagas en los cultivos, alteran la memoria, dificultan el aprendizaje, disminuyen la capacidad de toma de decisiones, las habilidades motoras y la capacidad de enfrentar enfermedades de las abejas.

frase-destacada

"En otras palabras, tienes a una abeja que no sabe dónde están las flores, que si llega a ellas tal vez no recuerde en qué lugar está la colmena, sin suficiente fuerza para moverse entre las flores de manera eficiente y que no se pueda defender si se encuentra con virus u otros patógenos", dijo el investigador, al resaltar que "la fórmula que desarrollamos disminuye esas alteraciones en las abejas y otros polinizadores", apuntó. 

¿Cómo lograron la fórmula protectora para las abejas?

Según describe la universidad, el remedio está en las mismas plantas que suelen visitar las abejas.

frase-destacada

"Nuestros resultados muestran que estos suplementos, diseñados a partir de derivados de las plantas, ejercen un efecto protector sobre el comportamiento y directamente sobre algunas partes del cerebro de las abejas, lo cual respalda el uso de estos para contrarrestar los efectos dañinos de los insecticidas", describe Riveros.

Así, mientras los insecticidas generan daños sobre las abejas, los investigadores encontraron que los flavonoides, una serie de metabolitos secundarios derivados de las plantas, poseen propiedades protectoras, antioxidantes y antiinflamatorias, entre otras.

Tras las investigaciones, encontraron que las abejas que sostenían una dieta alta en flavonoides tenían una notable protección frente a los insecticidas.

"Sus memorias eran significativamente mejores. Además, las abejas que consumieron flavonoides experimentaron mejoras en su capacidad de aprendizaje, toma de decisiones y comportamiento motor, lo que sugiere que estos compuestos pueden ser clave para preservar la salud cognitiva de estos insectos", apuntó Riveros.

Pero no es el único compuesto de lo que sería la fórmula mágica que protegerá a las abejas, porque se utiliza una mezcla precisa de moléculas, en las que hay polen, miel o jarabes combinados con el suplemento.