Estas son las megaobras de infraestructura que tienen plata congelada en fiducias: ¿por qué no se ha usado?

El Gobierno reveló que la mitad de las megaobras de infraestructura de cuarta generación tienen $9 billones congelados en fiducias y no se han podido usar, bien sea por retrasos en la ejecución de las obras o por problemas ambientales, sociales o de otro tipo. Lo anterior en medio de un álgido debate sobre cambios en el Presupuesto General de la Nación para este 2024 y la necesidad de recursos adicionales para equilibrar las finanzas del país.

Se trata de recursos de gran calado, que superan por mucho lo que se ha recaudado históricamente en cada reforma tributaria tramitada en las administraciones anteriores; incluso en la primera aprobada al gobierno del presidente Gustavo Petro. 

Justamente por los problemas con esos proyectos, el Gobierno ha insistido en la necesidad de modificar los presupuestos de inversión. Según el Ejecutivo, darles más plata a obras estancadas, cuyo colchón económico no se está utilizando, no se justifica.

El propio presidente Petro ha asegurado que ese fenómeno es el que hace que la economía no avance; por el contrario, se pierden recursos que pueden servir para otro tipo de inversiones en sectores que sí sean motor de crecimiento. 

CAMBIO revisó cuál es la situación y cuánto dinero tiene guardado cada uno de los proyectos de vías de cuarta generación que hoy afrontan serias dificultades para ser terminados, entregados y puestos en operación.

En total son 10 importantes obras las que han recibido los $9 billones que hoy esperan en las fiducias. De esas, solo cuatro tienen un avance de ejecución superior al 90%, hay otras cinco que alcanzan más del 40% de construcción, y una más que llega a 11,22%. Uno de los proyectos, cuyo contrato se firmó hace más de ocho años, ni siquiera ha entrado en etapa de construcción.  

El emblemático caso de Mulaló-Loboguerrero 

Al explicar la razón por la cual se emitió un nuevo borrador de decreto que brinda un “súperpoder” al presidente Petro para manejar el presupuesto de inversión, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró que el objetivo es que los giros de las vigencias futuras se hagan conforme al avance de las obras, que “en muchos casos no existen o están avanzando lentamente”. 

Bonilla recordó el caso de uno de los proyectos de infraestructura más emblemático por sus demoras: la vía Mulaló-Loboguerrero, en Valle del Cauca. Esta vía ha sido usada más de una vez como ejemplo de una carretera a la que no se le pueden inyectar recursos adicionales, ya que las obras no han arrancado. Hoy su avance es nulo. 

Según la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), la ejecución general de ese corredor, que fue adjudicado en 2014 y cuyo contrato se firmó en 2016, tiene ocho años de atraso. Además, a la fecha no hay plan de obras, pues nunca inició la fase de construcción debido a problemas ambientales y de consultas populares que no han podido dirimir este Gobierno ni los anteriores.

Esa vía, en manos de Corficolombiana, de propiedad del Grupo Aval, tiene $1,71 billones que reposan en la fiducia. Por eso el ministro de Hacienda dice que no le deben entregar la plata que esté comprometida para este año. "¿Tiene sentido que desembolsemos $400.000 millones en una obra que no existe y que se vaya a una fiducia? Esa plata la podríamos usar para Rosas (vía Panamericana) o para la vía al Llano”, dijo Bonilla.

Otras vías con la plata guardada

Otro proyecto que atraviesa una gran crisis es el Perimetral de Oriente de Cundinamarca, considerado una vía alterna al Llano. El avance de esa obra es de solo 43,22 % y corresponde al desarrollo de actividades en las unidades funcionales 1, 2 y 3. En cuanto a los tramos 4 y 5, se está a la espera de un fallo de un tribunal internacional que convocó el concesionario por causa de la exigencia de licencias ambientales después de iniciar la construcción. 

Según un estudio de las empresas que tienen ese proyecto, se encontraron 70 manantiales a lo largo de 60 kilómetros, algo que no  advirtió la ANI en la etapa de estructuración. Por esa razón, las obras están paralizadas hace cuatro años, y en este momento hay $0.49 billones esperando ser ejecutados. 

A esta problemática se suma la de la vía Bucaramanga-Pamplona, cuyo avance es de apenas 11,22 % pero que cuenta con $0,67 billones guardados. Aunque en esta vía se desarrollaron actividades, en el año 2021, y por decisión de un tribunal de arbitramento, las obras se suspendieron por falta de permisos para adelantarlas. 

La Ruta del Sol 3 también ha tenido varios problemas. Su avance llega a 58,9 %. Ese corredor, en manos de Yuma Concesiones, ha sufrido también por la suspensión de las obras y ha sumado muchas deudas con proveedores y trabajadores del proyecto. A pesar de eso, tiene $1,83 billones en su respectiva fiducia. Según la ANI, los tramos 1 y 2, que corresponden a la construcción de doble calzada y mejoramiento, se entregarán el cuarto trimestre de este año. 

Otro proyecto que preocupa es la Autopista al Río Magdalena 2, cuya plata guardada asciende a los 0,65 billones de pesos con una ejecución de 72,23 %. Se espera que en el cuarto trimestre de este año se entregue el tramo número 2 de este corredor vial, que corresponde a la construcción de 35 kilómetros de calzada sencilla, 8 viaductos, tres pasos superiores, dos pasos inferiores y un paso peatonal. 

Los proyectos que completan esta lista de vías con los recursos congelados en fiducias son Villavicencio-Yopal, cuya ejecución llega a 88,74 % y cuenta con $0,48 billones guardados; Bucaramanga-Barrancabermeja-Yondó, con un avance de 96,8 % y $0,53 billones en la fiducia; la Autopista al Mar 2, que dispone de $0,48 billones pero ya completa un 97,7 % de construcción; Cúcuta-Pamplona, con obras que van en un 97,89 % y recursos que ascienden a los $0,38 billones, y finalmente el corredor Autopista Conexión Norte, que está a punto de ser entregado y cuya construcción llega al 99,63 %.

El presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, Juan Martín Caicedo, aseguró que no existe un problema de congelamientos de dineros en las fiducias y que hoy esa plata apalanca la financiación de las obras.

Aunque reconoció que existen dos casos (Mulaló-Loboguerrero y Bucaramanga-Pamplona) en los cuales, por inconvenientes de licenciamiento ambiental, las obras no han avanzado al ritmo esperado, recordó que los 20 proyectos viales 4G dependen de los aportes de las vigencias futuras.

Por eso insistió en su llamado al Gobierno, ya que tales vigencias -las de 2024- quedaron garantizadas en el decreto de desagregación presupuestal, expedido la semana anterior. Por tal motivo, no dependen del nuevo decreto publicado en las últimas horas para comentarios, con el que se darían las facultades al presidente de modificar los compromisos para las obras. 

A propósito de ese nuevo borrador, publicado por el MinHacienda, el dirigente gremial manifestó que es una norma que “genera incertidumbre grave en materia de seguridad jurídica y confianza inversionista, dada la subjetividad y falta de rigor técnico, que bien pueden condicionar las decisiones del Ejecutivo”.