El extraño contrato por 26.000 millones que entregó el Invías para ejecutarse en solo 4 días

Maniobras de dragado en el río Atrato

Crédito: Invías

14 Febrero 2024

El extraño contrato por 26.000 millones que entregó el Invías para ejecutarse en solo 4 días

Como no se pudo cumplir con el objeto del contrato en el plazo establecido para su ejecución, el pasado 31 de diciembre de 2023 fue suspendido. Se trata del dragado del río Atrato, en el golfo de Urabá.

Por: Paola Herrera

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CAMBIO conoció que el pasado 26 de diciembre el Instituto Nacional de Vías (Invías) entregó un contrato para el dragado del río Atrato en el Golfo de Urabá, en Antioquia, por 28.000 millones de pesos, para ejecutarse antes del 31 de diciembre de ese mismo año; es decir, en solo cuatro días. 

El proceso, que alertó al sector, tiene como objetivo el dragado de mantenimiento de las bocas del río Atrato, Boca Coquito, Boca Matuntugo y Boca El Roto, de acuerdo con el pliego de condiciones de la respectiva licitación pública que se abrió en septiembre de este año. 

Es llamativo que, pese a que el trámite para adjudicar el contrato duró cuatro tres meses, este solo se entregó a pocos días de que terminara el año y en la fecha establecida para la terminación de las obras. 

Aunque se otorgó con muy poco tiempo para ejecutar, en los documentos publicados en el Secop se estableció que el 31 de diciembre, en plena celebración de año nuevo, el contrato debía terminar. A partir del primero de enero de 2024, iniciaría el proceso de liquidación del mismo. 

Es claro que no se pudo cumplir con la ejecución de ese proceso contractual, ya que era imposible hacer el dragado de las desembocaduras del río Atrato en tan poco tiempo. Por este motivo, el contrato quedó suspendido hasta nueva orden. 

Sin embargo, CAMBIO pudo establecer que dicho proceso tiene otros problemas generados desde la estructuración del proyecto. Uno es el valor de la licitación, que asciende a 26.884 millones de pesos, un monto muy alto para un proceso que se realizaría en menos de una semana. 

Además, según los documentos del contrato a los que accedió CAMBIO, hay una particular cláusula que se llama contribución especial y que establece que “el presente contrato está sujeto a la contribución especial del 5 por ciento del valor total del mismo, según la Ley 106 de 2006, prorrogada por la ley 1739 de 2024”. 

Contrato de Invías con consorcio Bocas de Atrato

Otro punto que inquieta es que en el contrato se estableció el pago de un anticipo que podrá entregarse cuando se hayan cumplido los requisitos de perfeccionamiento y ejecución del mismo. El documento dice que “el Instituto podrá entregar un anticipo de hasta el cincuenta por ciento (50%) del valor básico del contrato. El anticipo se tramitará previa solicitud del contratista y aceptación de las condiciones del Instituto para su entrega, para lo cual el ordenador del pago debe autorizar el mismo en el formato establecido para tales efectos, que se radicará por el contratista para el trámite con sus respectivos anexos”. 

Contrato de Invías con consorcio Bocas de Atrato 2

Lo anterior significa que, una vez se cumplieran todos los requisitos para darle inicio al contrato, el consorcio adjudicatario podía empezar a tramitar dicho pago, que equivale a 14.000 millones de pesos y que ahora, aun con el proceso suspendido y con el presunto incumplimiento, puede cobrar,  tal y como lo está exigiendo: ¿cobrará el ganador de este proceso la plata por unas obras que no ha hecho?

La adjudicación de este millonario contrato se hizo el pasado 6 de diciembre de 2026. El ganador fue el consorcio Bocas del Atrato, conformado por la sociedad Castro Tcherassi, con un 55 por ciento de participación; Proyectos y Construcciones Andina,  con un 35 por ciento, y Dragados Ambientales, con el 10 por ciento restante. 

La empresa Castro Tcherassi es la misma que hoy tiene adjudicado el contrato para las obras de mantenimiento del corredor ferreo Dorada-Chiriguaná. Entre tanto, una empresa de nombre Andina, que coincide con la socia en este contrato del río Atrato, es mencionada en el escándalo de Centros Poblados, ya que uno de sus propietarios fue el señor Otomar Lascarro, socio de Emilio Tapia en el proyecto para llevar internet a los niños de las escuelas rurales en Colombia. ¿Se trata de la misma empresa? 

CAMBIO consultó al Invías sobre este nuevo proceso pero no ha entregado respuesta sobre el futuro del contrato y los pagos que deberán hacerse para darle continuidad.
 

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