La nueva esperanza de gas para Colombia que Gustavo Petro desestimó

El gas que hay en el pozo Sirius II le garantiza reservas al país por 20 años más.

Crédito: Ecopetrol

7 Octubre 2024 06:10 am

La nueva esperanza de gas para Colombia que Gustavo Petro desestimó

La semana que pasó se confirmó el hallazgo de gas más grande del país en los últimos 30 años. No obstante, el presidente Petro insiste en que Colombia debe abandonar este tipo de energías y reemplazarlas por fuentes renovables. Se abre el debate sobre si enfocar los esfuerzos en sacar el hidrocarburo que está en lo profundo del mar Caribe o dar el salto definitivo a la transición. Análisis de CAMBIO.

Por: Paola Herrera

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A finales de la semana se confirmó en Colombia el hallazgo de gas más grande desde los años noventa. Ecopetrol, en sociedad con la multinacional Petrobras, informaron que en el pozo Sirius 2 (antes Uchuva) se probó la existencia de seis terapiés cúbicos del hidrocarburo que abastecerían al país por lo menos por 20 años más. 
 

El tamaño del descubrimiento, según confirmó el propio Rogeiro Suárez, gerente general de activos exploratorios de Petrobras, solo se compara con el campo Chuchupa, en La Guajira, que le ha permitido a Colombia tener gas durante los últimos 45 años. 

Incluso, según Luz Stella Murgas, gerente de Naturgas, fue el campo Chuchupa, que tuvo reservas de entre 5 y 5,6 terapiés, el que permitió que el país hiciera la transición al gas natural de uso doméstico e industrial y por eso es de suma importancia que haya, por fin, un descubrimiento similar que seguro marcará un hito. 

Sin embargo, la presidenta del gremio advierte que para que el proyecto sea realmente un caso de éxito se necesita articulación de todos los actores y, además, voluntad. Voluntad e inversiones y también que se destrabe una decisión judicial que hoy tiene en vilo la continuación de la perforación en Sirius 2. 

Y es que un juez de Santa Marta emitió el pasado 13 de septiembre un fallo en el que ordenó suspender de manera inmediata las actividades del pozo, que hasta ese momento se conocía como Uchuva 2, y que operan las empresas Petrobras y Ecopetrol. Aunque desde junio se estaba haciendo la exploración y en agosto se conoció que sí había gas allí, solo un mes después llegó la sentencia con la que se frenó el proyecto. 

El juez, al estudiar la acción de tutela que interpuso una comunidad en el corregimiento de Taganga, aceptó el argumento, según el cual, para poder explotar ese yacimiento se necesitaba una consulta previa, ya que en la zona hay pesca artesanal. La autoridad judicial también pidió que se dejara de usar el nombre Uchuva, que transgredió una tradición ancestral y por eso ahora se le llama Sirius a ese pozo. 

La decisión del juez ya fue impugnada por el Gobierno nacional, las empresas dueñas del campo, algunos gremios y hasta algunas autoridades de control se han involucrado en el tema. El hecho de que todos los sectores estén remando para el mismo lado en busca de la apelación, evidencia la importancia del hallazgo, que, como le dijo a CAMBIO Luz Stella Murgas, será el único que le podrá devolver al país la capacidad de autoabastecerse de gas. 

Además, todos coinciden en que el hecho de que Sirius 2 esté a 30 kilómetros de la línea costera y a casi 70 de la ciudad de Santa Marta, no hace necesario la consulta previa porque no hay impacto en ninguna comunidad aledaña. En otras palabras, no habría a quién consultarle y tampoco se estaría afectando la actividad pesquera porque hasta ese punto no llegan los barcos artesanales. 

¿Para cuándo tendrá el país el gas de Sirius?

La confirmación del descubrimiento de gas off shore, es decir, costa afuera o en aguas del mar Caribe, es apenas uno de los pasos que hay que dar para que el hidrocarburo llegue al mercado colombiano, es decir, a las cocinas de los hogares en el país. 

El gas que se encontró está a una profundidad de 804 metros bajo el nivel del mar y por eso es muy complejo sacarlo. Además, como la ubicación del pozo se encuentra a 30 kilómetros de la costa, eso hace necesario la construcción de un gasoducto.

Esa infraestructura, cuya inversión ya está calculada en 3.000 millones de dólares, sí tocaría tierra y por eso, a diferencia del proyecto de exploración mar adentro, en este caso hay que hacer consultas previas. También hay que construir una planta de tratamiento.

Ese gasoducto, que se tardaría dos años en ser construido, llegaría a la zona de Ballena en el municipio de Manaure en La Guajira. Como en esa región hay 116 comunidades con influencia, habrá que hacer el mismo número de consultas previas con esa población al norte del país. 

A eso se le suma la licencia ambiental que deberán tramitar las empresas para hacer el gasoducto y la planta de tratamiento. Como la obra dura 24 meses una vez se contrate, los tiempos estarían apretados: a finales de 2026 sí o sí hay que tener las consultas y las dos licencias, de ese modo, al iniciar 2027 se abriría la contratación de la nueva infraestructura que, si todo sale bien, estaría lista en 2029 para poder sacar el gas. 

CAMBIO habló con el exministro de Minas y Energía y experto en el sector Tomás González, quien aseguró que “el desarrollo de proyectos de gas offshore es un proceso largo y complejo. Implica encontrar el gas en el subsuelo marino, extraerlo, transportarlo a tierra firme, comercializarlo y entregarlo a los consumidores. Este tipo de proyectos requiere inversiones muy altas, la regulación y acuerdos contractuales para vender el gas”. 

Así mismo aseguró que, aunque se confirmó el tamaño del descubrimiento –lo cual es una excelente noticia porque tiene el potencial de duplicar las reservas actuales– llevar ese gas al mercado, incluso si todo sale según lo planeado, tomará varios años.

Por eso, para González, es claro que la noticia no cambia la situación del gas en el corto plazo y que se requiere de mucho trabajo para llenar los faltantes para 2025-28 de los que advirtió Ecopetrol. “En este sentido hay que trabajarle con todo al gas o no llegamos. Y eso pasa, sobre todo, porque el Gobierno se convenza de que hay que hacerlo sin titubeos”. 

En el mismo sentido, se pronunció la exministra María Fernanda Suárez, quien a través de su cuenta de X manifestó que “seis teras es la estimación de gas en el área delimitada, pero faltan aún las pruebas para determinar el porcentaje de gas que realmente puede producirse. Con las pruebas deberemos conocer una aproximación más cercana del tamaño de reservas probables. (En gas solo son reservas probadas con infraestructura y contratos comerciales)”. 

Para la exfuncionaria, de todas formas, es una gran noticia la confirmación de una reserva importante, y clave el mensaje de la importancia de avanzar y construir sobre lo construido y pensar en el largo plazo. “Es fundamental que la actividad pueda continuar y que se remuevan los obstáculos jurídicos para poder volver este gas energía para los colombianos”.

¿Qué hará Petro?

El mismo día en que se conoció el tamaño de las reservas en Sirius, el propio presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, también confirmó otro hallazgo de gas en el pozo Papayuela que también está costa afuera. Esta nueva fuente podría producir hasta 800 millones de pies cúbicos al día, es decir, cubrir el 80 por ciento de la demanda nacional. 

Por eso la noticia fue celebrada por todo el sector que pidió trabajar en conjunto para optimizar los procesos de maduración de ambos campos que, como ya se ha mencionado, estarían entregando el gas en aproximadamente cinco o seis años. 

En contraste, el presidente Gustavo Petro sorprendió con una declaración que hizo al terminar la semana pasada. Durante la clausura de la feria de Economías para la Vida en Barranquilla, envió un mensaje que dejó un sinsabor y más dudas que certezas sobre lo que el Gobierno quiere hacer en materia de política energética. 

Y es que mientras todos celebraban los descubrimientos más grandes de gas de los últimos 30 años para Petro “no dan alegría a la humanidad, sino que asustan”. Para el mandatario se debe dejar de consumir carbón, petróleo y gas en un periodo de diez años. Al mismo tiempo, dijo que Ecopetrol debe exorcizarse del crudo y meterse en la inteligencia artificial.   

Para los expertos, esa declaración va en línea con lo que siempre ha querido Petro, que es acabar con los combustibles fósiles. Sin embargo, si se tiene en cuenta que a la transición aún le falta mucho y que ya se está acabando el gas, no se puede estigmatizar, ni ignorar, el gran descubrimiento de reservas que hay en el mar Caribe.

Mientras que Colombia decide si le interesan o no los más recientes hallazgos de gas, o si, por el contrario, va a enfocar sus esfuerzos en la energía limpia, hay que seguir importando con todas las implicaciones que esto trae.  

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