
Aunque estaba previsto que en 2024 se adjudicara el contrato para la concesión del ferrocarril Dorada - Chiriguaná, que será el primer tren que el gobierno Petro pondrá en marcha, el trámite se aplazó para febrero de este año.
Crédito: CAMBIO
Así le fue al Gobierno de Gustavo Petro en infraestructura durante 2024: muchos anuncios de megaobras, pero pocos avances
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En 2024 no se contrató por parte del Gobierno ninguna nueva APP de infraestructura en Colombia, pero se lograron avances en estudios y diseños de algunos corredores, aeropuertos y ferrocarriles. El año 2025 será clave para adjudicar las concesiones prometidas por el presidente Petro con el objetivo de impulsar el sector y mejorar la competitividad del país.
Por: Paola Herrera

En 2024, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) no adjudicó ningún nuevo contrato de asociación público-privada (APP). De hecho, solo hubo uno que estuvo a punto de licitar, pero que se quedó en la puerta del horno: la modernización del aeropuerto de San Andrés.
En general, en cuanto a infraestructura, el año que pasó se puede calificar como un año de muchos anuncios, pero pocas obras nuevas.
CAMBIO les cuenta cómo avanzaron los proyectos prometidos para 2024 y cuáles necesitan acelerador para este nuevo año.
El aeropuerto en San Andrés, trenes y carreteras
Tres poderosos grupos empresariales pujaron por el proyecto del aeropuerto en San Andrés, pero la convocatoria terminó quedando desierta. Uno de los grupos se bajó del proceso antes de presentar su propuesta, otro entregó la documentación incompleta y uno más fue rechazado por no tener una oferta lo suficientemente buena. Con esto, la terminal isleña quedó en veremos y a la espera de revisar un nuevo posible proyecto.
La construcción del nuevo aeropuerto de San Andrés fue apenas uno de los cinco grandes proyectos de infraestructura prometidos para 2024 por el presidente Petro y la ministra de Transporte, María Constanza García.
Como lo reveló CAMBIO en abril del año pasado, otras cuatro iniciativas debían quedar licitadas antes de terminar el 2024: el tren de La Dorada a Chiriguaná y las carreteras Villeta – Guaduas, Timbío – Estanquillo y Fontibón – Facatativá – Los Alpes. No obstante, solo la primera comenzó su proceso oficial de contratación y aún así no logró entregarse antes del 31 de diciembre.
La intención del Gobierno era que la primera APP férrea de la historia de Colombia quedara adjudicada en 2024. Para esto, la ANI publicó los pliegos definitivos en julio pasado y comenzó el proceso de buscar un interesado. Pero a la fecha ni siquiera se conocen las empresas que formalmente participarán en la concesión, que prevé inversiones por 3,4 billones de pesos a lo largo de diez años.
La más reciente comunicación de la entidad señala que el 8 de enero de 2025 se cerrará el plazo para que las compañías presenten sus ofertas. Y si todo sale bien, el 13 de febrero habría humo blanco para este contrato, que es clave para la reactivación de los ferrocarriles en el país.
Carreteras, a la espera de recursos
Si por el lado férreo no ha habido contrataciones u obras nuevas, por el lado de las carreteras, menos. Este año, la ANI apenas publicó los prepliegos para mejorar la vía Timbío – El Estanquillo, que hace parte de la carretera Panamericana y que busca resolver los deslizamientos en el sector de Rosas, Cauca, en enero de 2023.
En ese entonces, el sur del país quedó incomunicado por un derrumbe de gran magnitud y el presidente Petro prometió la doble calzada “más grande que se ha construido en la historia de Colombia”. La idea del mandatario era construir una megaobra de 270 kilómetros entre Popayán y Chachagüí, a las afueras de Pasto.
No obstante, su elevado costo (15 billones de pesos) y la crisis fiscal de la nación llevaron a que el proyecto se acortara y quedara en un tramo de 100 kilómetros entre Popayán y El Estanquillo, con un costo de 8 billones de pesos. Si bien este proceso tiene documentos ya publicados, su adjudicación se aplazó para octubre de 2025, un año después de lo prometido por el jefe de Estado.

Algo similar sucedió con el corredor Villeta – Guaduas, que hace parte de la carretera entre Bogotá y Medellín. La idea era que este tramo fuera contratado lo antes posible, ya que hoy genera un cuello de botella para entrar y salir de la capital de Colombia y el país espera su licitación desde hace más de diez años. A pesar de la urgente necesidad de construir este corredor, el Gobierno de Petro tampoco lo logró durante 2024.
Apenas el 27 de diciembre pasado, la ANI confirmó que radicó ante el Ministerio de Hacienda la documentación necesaria para recibir el visto bueno del Consejo Superior de Política Fiscal (Confis). Si este y otros trámites salen favorables, el proyecto de 6,9 billones de pesos se podría licitar en 2025 o, por tardar, en 2026.

El corredor Fontibón – Facatativá – Los Alpes, también prometido por el presidente Petro y la ministra García para 2024, se quedará igualmente para 2025. El corredor pasó a manos del Invías luego de décadas de haber sido operado por una filial de Corficolombiana y el Grupo Aval.
Inicialmente, el Gobierno pretendía volverlo a entregar en concesión para un nuevo periodo de 20 a 30 años. Sin embargo, la decisión de la ministra de Transporte fue contratarlo por medio de un novedoso esquema que se estrenó en la administración de Iván Duque y que ahora se quiere replicar.
De acuerdo con la funcionaria, este corredor hará parte de un nuevo paquete de obras que se financiará a largo plazo con los peajes ya existentes e incluirá dos carreteras más en el país. Una es Zipaquirá – Bucaramanga - San Alberto y la otra Santuario – Caño Alegre, que también hace parte de la conexión Medellín – Bogotá.
Lo que sí se logró en 2024
En medio de este balance, el Gobierno de Petro logró algunos avances en el sector de infraestructura. Por ejemplo, la ministra de Transporte destaca la contratación de dos megaobras que el país estaba en deuda de ejecutar en el Chocó. Una es la conexión Medellín – Quibdó y la otra Pereira – Quibdó. Estas vías son contratadas como obra pública por el Invías.
Además, se destrabó el Regiotram de Occidente de Bogotá, arrancó la construcción de la tan esperada vía Buga – Buenaventura, cuyo contrato fue firmado a mediados de 2022; el Gobierno le cedió a Antioquia uno de los contratos faltantes del Túnel del Toyo y este año se terminó la construcción de tres autopistas 4G (Conexión Norte, Neiva – El Espinal – Girardot y Pamplona – Cúcuta).
De igual forma, se avanzó en los estudios y diseños de obras como el tren interoceánico en el Darién colombiano, el Ferrocarril del Pacífico y la conexión férrea de Bogotá al Caribe colombiano. Así mismo, se dieron los primeros pasos en nuevos proyectos que se vienen para los aeropuertos El Dorado de Bogotá, Bayunca en Cartagena y Aerocafé en el Eje Cafetero.

Sin embargo, estos hechos no son suficientes para algunas figuras públicas y conocedores del sector que en 2024 hicieron seguimiento a la ejecución y lanzaron fuertes críticas contra la administración de Petro por sus avances en infraestructura. Es el caso del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien ha dicho que el sector no podría estar peor y hasta calificó de “lambón” al presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, Juan Martín Caicedo, por sus posturas a favor del primer mandatario.
Con este panorama, el Gobierno deberá ponerle todo el acelerador a las obras y proyectos en 2025 si quiere dejar materializado un legado de nuevas concesiones, las cuales deberá adjudicar antes del 7 de agosto de 2026.
Eso sí, no la tendrá fácil, pues la situación fiscal de la nación sigue siendo compleja y deberá arrancar el año con un hueco de 12 billones de pesos que aún no está claro si podrá llenar. Los avances logrados durante 2024 deberán verse reflejados en pleno año preelectoral.
