
Contrabando en Colombia: cifras no confiables, puertos ilegales y redes mafiosas
En 2024, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales realizó un promedio de 77 aprehensiones de contrabando por día.
Crédito: Colprensa
La Polfa tiene identificados 15 puertos marítimos ilegales que son usados para el ingreso de cigarrillos, licores y productos perecederos. En 2024, las autoridades realizaron 28.000 incautaciones por un valor de 570.200 millones de pesos.
Por: Rainiero Patiño M.

“Pitufilandia” podría ser solo uno de los títulos para esta nueva temporada del oscuro y lucrativo mundo del contrabando en Colombia. “Los bendecidos” o “El maravilloso mundo de Pacho” podrían ser otros. Sobre todo si se usa como referencia alguno de los escándalos de los últimos días. El fenómeno y el poder de los tentáculos del contrabando no es nuevo en el país, pero las cifras parecen cada vez más alarmantes. Solo en 2024, las autoridades colombianas hicieron 28.000 incautaciones por un valor de 570.200 millones de pesos. Y, recientemente, el director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Luis Eduardo Llinás, dijo que el fenómeno podría rondar los 6.000 millones de dólares. Los datos, sin embargo, pueden ser solo un subregistro de la realidad.
Personajes como Diego Marín Buitrago, alias Papá Pitufo, Juan Francisco Solano Barrera, alias Pacho, o Ricardo Orozco Baeza, alias El Bendecido, aunque muy importantes y con conexiones que tocan las altas esferas del poder, son solo algunos de los actores principales entre el gran número de personas que participan en una compleja cadena de ilegalidad que desangra las finanzas del país.
Es cierto que en muchas ocasiones la creatividad de los contrabandistas supera la imaginación de las autoridades. Pero también ha quedado en evidencia que bastan operativos rutinarios para evitar el ingreso, distribución y comercialización de mercancías de forma irregular, lo que impacta de manera negativa el orden económico y social del país.
El 15 de mayo de 2024, por citar un ejemplo, la Dian y la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), con un par de acciones conjuntas, decomisaron mercancías por más de 5.000 millones de pesos.
Bastaron unas visitas de control aduanero a establecimientos comerciales del barrio Los Colores, en Medellín, para la aprehensión de 15.050 unidades de accesorios y repuestos para dispositivos móviles, mercancía que no contaba con ningún tipo de documento que acreditara su ingreso legal al territorio aduanero nacional. El valor de estos elementos era de 1.647 millones de pesos.
Ese mismo día, en medio de labores de patrullaje, en una vía del municipio de Itagüí, las autoridades lograron la aprehensión de un contenedor en el cual se transportaban 136.804 unidades ilegales de juguetería, confecciones, accesorios para celulares, gorras, relojes, artículos electrónicos y decoración. La mercancía tenía un avalúo de 3.934 millones de pesos.
Cifras que hablan
La Dian ha dividido históricamente el contrabando en dos: abierto y técnico. En el abierto entran las mercancías que ingresan al país sin ser declaradas. El técnico es aquel que ingresa con documentación fraudulenta o que no corresponde a los valores reales, con el propósito de pagar menos tributos aduaneros; es decir, menos arancel e IVA.
En 2023, las autoridades realizaron aprehensiones por un valor de 520.215 millones de pesos, 8,9 por ciento menos de lo logrado en 2024, cuando el monto fue 50.000 millones de pesos mayor. Ese año, el mes con el valor acumulado más alto en aprehensiones fue octubre, con 71.828 millones en mercancía aprehendida.
En 2024, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales realizó un promedio de 77 aprehensiones de contrabando por día. Las ciudades con más casos fueron:
- Cali: 4.041 con un valor de 70.876 millones de pesos.
- Bogotá: 1.924 aprehensiones por 112.637 millones de pesos.
- Medellín: 4.336 aprehensiones por 61.508 millones de pesos.
- Cartagena: 922 aprehensiones por 35.977 millones de pesos.
- Santa Marta: 2.824 aprehensiones por 30.936 millones de pesos.
- En otras ciudades se realizaron 14.068 aprehensiones por un valor de 91.609 millones de pesos.
Los sectores económicos con mayor cantidad de mercancía aprehendida son los textiles y confecciones (207.193 millones de pesos); máquinas, aparatos y material eléctrico (73.211 millones de pesos); calzado (54.723 millones de pesos); materias plásticas y sus manufacturas (37.031 millones de pesos); productos de las industrias químicas (29.552 millones de pesos), y otros sectores sumaron 74.864 millones de pesos.
Según la dirección de la Dian, estos resultados se lograron gracias a las labores de inteligencia realizadas desde las direcciones de gestión y las direcciones seccionales, así como al apoyo de los gremios y autoridades en las mesas regionales anticontrabando. Sin embargo, precisamente la Dian y la Polfa son las instituciones llamadas a contrarrestar el fenómeno, y las más señaladas de ayudar a potenciarlo por las redes corruptos de las que participan algunos de sus funcionarios.
Otras variables agravan el problema del contrabando. Entre estas se cuentan los puertos ilegales usados para el ingreso de mercancías como cigarrillos, licores y productos perecederos. La Polfa tiene identificados 15 puertos marítimos ilegales que funcionan en cinco departamentos del país.
En Córdoba están el puerto de Broqueles, Moñitos, Puerto Escondido y Puerto Rey, en el municipio de San Bernardo del Viento. En La Guajira hay otros cuatro: Cojoro y Puerto López, en Maicao, y San José y Bahía Hondita, en Manaure. En Antioquia se cuentan Mulatos, Playa San Juan y Arboletes, en el municipio de Necoclí. En los departamentos del Valle y Nariño suman cuatro puertos marítimos ilegales: Juan Chaco y Guadualito, en Buenaventura, y Chaguí y Guabal, en Tumaco.
¿Método errado?
Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), señala que en Colombia la Dian para la medición del contrabando ha usado la metodología espejo. Esta compara en cada producto los valores de las exportaciones hechas a Colombia por un país socio comercial, con el valor de las importaciones registradas oficialmente en el país. El contrabando se estima como la diferencia entre dichos registros.
Este método, sin embargo, ha sido muy cuestionado porque, según algunos especialistas, entre otros motivos, los datos no son confiables por la simple razón de que las actividades ilícitas buscan evitar el registro oficial: porque, cada país tiene una dinámica distinta para la elaboración de sus estadísticas comerciales, y porque existen factores regulatorios y económicos que pesan, ya que hay variación de aranceles y regulaciones particulares en procesos de importación y exportación, como tasa de cambio.
Díaz dice que el fenómeno de contrabando, que viene de la mano del lavado de activos y la corrupción, ha sido históricamente difícil de cuantificar.
“Creemos, desde Analdex, que el trabajo público privado, el uso de herramientas digitales, una regulación aduanera y de comercio exterior que facilite el mismo y que deje de hacer rentable el contrabando, por tantas trabas y requisitos en el intercambio comercial, deberían ayudar en el propósito no solo de atacar el contrabando y la competencia desleal que se genera, sino también mejorar la medición del fenómeno para atacarlo con mayor fortaleza”, explica.
Como respuesta a todo el ruido que se ha generado en los últimos meses alrededor de los señalamientos por la participación de algunos funcionarios en redes de contrabando, la Dian convocó a comienzos de febrero a una Gran Mesa Anticontrabando Sectorial Público-Privada, a la que invitó a participar a más de 300 representantes de gremios, entidades reguladoras y miembros de la sociedad civil involucrados en las operaciones de comercio del país.
Llinás dijo que la Gran Mesa tiene como propósito identificar y establecer acciones específicas y eficaces de lucha contra el contrabando y la evasión fiscal para cada sector económico del país.
Los anuncios de trabajo conjunto abren la puerta a un camino esperanzador. Pero solo en enero de 2025 la Dian realizó 1.603 aprehensiones de mercancías de contrabando, por un valor de 30.552 millones de pesos. Otra vez, los sectores con mayores aprehensiones fueron textiles y confecciones, maquinaria y artefactos eléctricos y calzados. Y las ciudades donde más se hicieron incautaciones fueron Cali, Bogotá, Santa Marta, Ipiales y Cartagena.
Lo que está claro es que el trabajo de un solo actor del proceso no basta para detener la eficiencia con que opera el contrabando en el país. Hace falta una tarea conjunta entre todas las autoridades para evitar que las distintas versiones de “papás pitufos” y “bendecidos” sigan permeando las estructuras internas de las entidades de control.

