¿De dónde salen los alias que usan los delincuentes?

En la mañana de este miércoles 31 de enero, el país despertó con la noticia de la muerte de Robirio Antonio Úsuga Restrepo, conocido con el alias de Tripaseca, quien era el primo de alias Otoniel, cabecilla extraditado del Clan del Golfo.

Un apodo que adquirió por su frialdad para ordenar atentados terroristas, el cobro de extorsiones y el reclutamiento de menores que seguían sus órdenes para no terminar muertos.

Pero detrás de su alias se esconde una historia particular, ya que el alias está inspirado en un personaje de la serie de Chespirito que interpretaba Ramón Valdez, quien personficaba al jefe de una banda criminal enemiga del Chapulín Colorado.

El origen de los alias asusta, persuada y es la primera pista para las autoridades para identificar a los criminales.

Para Carlos Saldarriaga, profesor de la Universidad Nacional, los sobrenombres denotan los defectos físicos, la apariencia, las acciones cometidas, imitación de personajes famosos, diminutivos de nombres, frases características, armas utilizadas y hasta los lugares donde ejercen su poder.

“Como ejemplo están Alfonso León Puerta Muñoz, alias Angelito, uno de los más despiadados sicarios del cartel de Medellín, o Baygón, Marco Tulio Moya, que cumplía su orden de matar como el insecticida”, dice Saldarriaga 

Según el investigador, hay nombres de grupos delincuenciales cuyos nombres remiten aspectos físicos o formas de actuar. “En Bogotá fueron muy conocidas las capturas de las Yayitas y las Cuarentonas, dos bandas integradas por mujeres dedicadas el hurto en bares, donde engañaban a los hombres por sus atributos físicos”, afirma el profesor.

Los alias también son tomados de las caricaturas. Este es el caso de Leider Johany Noscué, conocido con el alias de Mayimbú, cabecilla del frente Jaime Martínez, de las disidencias de las Farc, quien murió en una operación del Ejército en junio de 2022.

Su apodo lo tomó de un personaje de Dragon Ball Z, llamado Mayimbú, conocido por ser obeso, rosado y con los ojos rasgados.  

Jhon Jairo Velásquez, uno de los principales sicarios de Pablo Escobar, también tiene un sobrenombre de tira cómica: Popeye, el marinero a quien las espinacas le otorgaban superpoderes. 

Algunos delincuentes utilizan alias de marcas comerciales o películas, como Wïlber Alirio Varela, alias Jabón, llamado así porque su apellido coincide con una marca de este producto; o de Iván Darío Becerra, que se hizo conocido por robar una volqueta que originó una persecución por el sur de Bogotá. Esto lo llevó a ser conocido con el alias de Toretto, como el personaje de la película Rápidos y furiosos.

En el amplio mundo del hampa también son conocidos los alias con sobrenombres de comida, como Fritanga, Sancocho, Tomate y el Cebollero. Muchos de ellos se olvidan de sus nombres verdaderos, pues los alias les otorgan un poder y un estatus de respeto en las organizaciones criminales. 

“Los delincuentes adoptan un alias con el fin de “reivindicar su nombre y tener así una majestad mucho más fuerte. Buscan ser reivindicados con un alias que les permita mantener su doble personalidad. Es muy psicológico. Les gusta que les reivindiquen su vida oscura mediante el nombre que ellos mismos adoptan”, concluyó Andrés Saldarriaga.