El mapa de calor del ELN
Crédito: Reuters
Con el anuncio de la suspensión de operaciones hacia el ELN, la preocupación de los habitantes de las distintas zonas de influencia de la guerrilla se ha incrementado. Temen que los combatientes se aprovechen de las circunstancias para seguir abusando.
Por: Maria F. Fitzgerald
Con un decreto firmado el 5 de julio, el presidente Gustavo Petro dio inicio a la suspensión de los operativos contra la guerrilla del ELN, que se extenderá hasta el 3 de agosto, cuando entre vigencia el cese al fuego bilateral, programado hasta enero de 2024.
Aunque la suspensión de las operaciones tiene condicionamientos, como el hecho de que las acciones bélicas se retomarán en caso de que no se note buena voluntad por parte del grupo armado, los habitantes de los departamentos y municipios donde esta guerrilla tiene mayor presencia tienen miedo. Temen que aprovechen este proceso para expandirse más y, también, que los recientes hechos de violencia se sigan repitiendo de manera velada.
El modelo de estructura confederada bajo el que funciona el ELN permite que cada uno de sus frentes actúe de manera independiente. Por lo mismo, esa será una de las principales pruebas que tendrán que librarse en la mesa de negociación: saber si todos los frentes aceptarán el cese al fuego. Así lo señala Francisco Daza, coordinador de la línea de paz, posconflicto y DDHH, para quien ese será uno de los principales hitos por superar a la hora de afianzar un proyecto de Paz Total.
El ELN está configurado de distintas maneras en las regiones donde opera. Pese a que tienen presencia en 23 de los 32 departamentos de Colombia, son dos zonas donde tienen mayor poder: una de ellas es la Zona Pacífico; la otra es la Zona Orinoquía.
El siguiente es un mapa de calor de sus principales zonas de influencia:
Zona Pacífico
El Pacífico es una de las principales zonas de influencia del ELN. Chocó, Cauca y Nariño hacen parte de las rutas de salida y control que tiene esta guerrilla. En esta zona, la Defensoría del Pueblo ha señalado que el ELN se pelea el control de las vías de salida del narcotráfico con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
Desde la desmovilización de la guerrilla de las Farc, posterior a la firma de los Acuerdos de Paz, el Frente de Guerra Occidental Omar Gómez (FGO) inició una lenta expansión que primero fue liderada por Ángel Padilla, alias Fabián, hasta su asesinato en 2021. Desde entonces, es Enilce Oviedo, alias Martha o La Abuela quien ha continuado con el mando.
Esta expansión ha sido frenada por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, que llegaron desde Antioquia en 2021, lo que ha significado un incremento en reclutamiento de menores y ataques armados.
Recientemente, el 4 de julio, esta guerrilla anunció un paro armado indefinido que se extendió por San Juan de Chocó, lo que tiene en riesgo a más de 9.000 personas. Hasta el momento no se ha definido si, ante el decreto del presidente Petro, el paro se detendrá. Este es el quinto paro armado que ha organizado este año el ELN en Chocó.
Para profundizar
Zona Orinoquía
Pese a que tienen control a lo largo de toda la frontera con Venezuela, el poderío de esta guerrilla se concentra en la Orinoquía, liderado por dos frentes: el Frente de Guerra Nororiental Manuel Pérez Martínez (FGNO), en los santanderes, Arauca y parte de Venezuela; y el Frente de Guerra Oriental Manuel Vásquez Castaño (FGO), que tiene mayor influencia en el Vichada y parte de la Zona Andina.
En esta región también se han vivido una serie de paros armados que han afianzado el poderío de la guerrilla. Allí, los enfrentamientos son más comunes con los distintos frentes de las Disidencias de las Farc, principalmente con el Estado Mayor Central.
Actualmente, el ELN tiene estatus de guerrilla binacional, pues tiene presencia en 8 de los 24 estados venezolanos, lo que, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo colombiana, ha dificultado su desarticulación y ha incrementado su poderío en la frontera Colombo-Venezolana.
Allí, el control del narcotráfico, el tráfico de armas y el tráfico de personas son tres de las principales economías que sostienen al ELN.
Aunque el temor de las poblaciones intimidadas por la guerrilla es evidente, el gobierno del presidente Petro confía en que esta nueva etapa de negociaciones cuente con la voluntad real de los comandantes y ayude a recuperar la tranquilidad en las zonas de influencia de la guerrilla.
