El terror de los comerciantes del Tolima

La presencia de  grupos ilegales en varios municipios del centro y norte del Tolima es usual para los habitantes. Lo que es nuevo son las llamadas extorsivas que hacen los miembros de estos grupos pidiendo aportes a la lucha armada.

Un preso en la cárcel Picaleña, a las afueras de Ibagué, está usando ese falso pretexto para extorsionar a comerciantes. El delincuente usa compinches que, desde el exterior de la cárcel, le dan información de las propiedades de las las víctimas: locales, restaurantes, tiendas, etcétera. 

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El último caso ocurrió en el municipio de Planadas, Tolima, donde a María Paula Rincón la amenazaron con matar a su mamá. Los delincuentes sabían que la mujer había salido a una cita médica y esa fue la carnada.

Mujer: A ella ya la recogieron...Un mototaxi, ¿no? 

Extorsionista: Sí, señora, del mototaxi. La llevo yo aquí para allá principalmente y se le dio el ingreso allá correcto. 

Mujer: Sí, ¿qué pasó con mi mamá? 

Extorsionista: Patrona. Eh, de antemano en el momento traigo una orden para que la acate y la cumpla, y le pido mucha prudencia y mucha reserva si usted valora la vida de su madre, ¿correcto? De antemano por parte de la organización aquí en la zona para respetarle la vida a su mamá y no tener que mocharle la cabeza principalmente y desaparecer el cuerpo, se le viene haciendo una exigencia de 10 millones de pesos principalmente, que si en diez minutos no hicieron el pago, la orden es decapitar a la señora, es desaparecerla, correcto. Entonces con mucha prudencia y mucha reserva sea clara si es positiva, si valora la vida de su mamá. Eso sí, mucha prudencia y mucha reserva ya que en el momento le tengo principalmente el medio de comunicación suyo es un escáner que si en el momento demuestran un gesto negativo, o sea, no, otra llamada que no sea por parte de la organización la orden es que hay que asesinarla. 

La mujer respondió que no contaba con la suma de dinero que le exigían.

Mujer: Señor, pero es que nosotros no tenemos plata, pa. Seguro que no tenemos plata, papi.

Extorsionista: Yo le entiendo y le comprendo, doña María Paula, que de pronto no cuenten con los diez millones de pesos. Dígame usted de manera inmediata con cuánto pueden demostrar un gesto positivo para respetar la vida de la señora y no mocharle el cuerpo. Para no mocharle la cabeza.

Mujer: Ustedes no deberían hacer las cosas así. 

Extorsionista: Si en cinco minutos no han hecho un aporte, compañera. Le doy mi palabra, le mocho una mano y se lo envío al WhatsApp, principalmente del trabajo, ¿correcto?

Mujer: Pa, ustedes no deberían de hacer eso. No hagan eso que mi mamá fue solamente a hacer sus cosas.. No sean así.

Durante varios minutos, la mujer trata de explicarle al delincuente que no son una familia con mucho dinero, pero que con tal de salvarle la vida su madre, venderían todo, pero que les diera tiempo.

Extorsionista: Por eso les digo, ¿cuánto es el aporte de ustedes?

Mujer: Hablen las cosas. No sean así. Usted no sabe las deudas que tenemos nosotros. Usted sabe cuántas deudas tenemos nosotros, pa.

Extorsionista: Excúseme, patrona, que yo no soy el cura de la zona para escuchar lamentación, y me están pidiendo reporte vía radio.

Mujer: Pero ustedes pueden hablar las cosas y, por ejemplo, no, si ustedes nos permiten por ejemplo vender las cosas del restaurante, podemos coger esa plata, pero ahorita en el momento principalmente para darle la vuelta.

Extorsionista: No, señora, ¿en el momento cuánto puede darme?, ¿cuánto tiene en el momento?

Con nervios y esperando que no le hicieran nada a su mamá, María Paula responde que está desempleada y no tiene dinero para el rescate. 

Mujer: Mire, yo estaba incapacitada, ni siquiera estaba trabajando, y yo trabajo en oficios varios en casas de familia. En eso trabajo yo.

Extorsionista:  Excúseme, doña María Paula,  yo creo que el tiempo es oro para su mamá. A petición de la señora, dijo que cuadre lo que tengan que cuadrarse, principalmente ella dice que no se preocupen por la plata que la plata se consigue.

Mujer: Mire pá, si nosotros tuviéramos la plata, vea, yo iba corriendo a llevarle la plata. De verdad que yo lo haría, porque nosotros de la plata no nos pegamos para nada, pero le repito: yo trabajo en casas de familia.

Extorsionista: Excúseme, yo no voy a perder tiempo con usted, yo no vengo a rogarle cuánto dinero va a aportar, con cuánto le colaboran a su mamá .En el momento, si no le corto la comunicación de manera inmediata y doy la orden para que principalmente la empiecen a aplicar y dejo acá el precedente.

Mujer: Permítenos nosotros vendemos el restaurante con esa plata. Juntamos plata. Si yo tuviera la plata, le diría que le colaboro con esto.

Extorsionista: ¿Y el esposo de la señora? 

Mujer: El esposo de la señora...  Ese señor trabaja en eso de construcción. Ese señor no tiene plata. 

Para presionar a la víctima, el hombre hace un último intento para obtener algo de dinero aprovechándose del temor que sentía la mujer.

Extorsionista: Bueno, señora, entonces no hay nada más que dialogar y ahorita le mando la cabeza de esa HP al restaurante, para que vea que nosotros hablamos en serio.

Mujer: Del dinero nosotros no nos pegamos, pero no le haga daño a mi mamá, por favor.

Extorsionista: Por eso, ¿con cuánto colabora en el momento?

Mujer: Por el momento no tengo plata, pa,  le estoy siendo sincera, pero podemos vender esas cosas de restaurante y pagarles. Yo qué hago si no tengo.

Extorsionista: Aja, señora, no hay nada más que hablar compañera. Yo creo que así yo no vengo a escuchar lamentaciones, ¿correcto? Si usted no valoró principalmente la oportunidad que se le dio, yo mucho menos, ¿correcto?

Mujer: Pa, yo no tengo plata en este momento; si la tuviera yo, o sea... 

Extorsionista: Entonces las cuentan que tienen ahí el negocio son de marica. 

Mujer: Entonces vaya al negocio y mire las ganancias.  Hay veces que ni para pagarles a los empleados, en serio, en serio, hay. En serio. Yo no le estoy hablando a usted mentiras para nada. No le estoy diciendo mentiras.

Extorsionista: Bueno, señora, entonces no hay nada más que dialogar con usted correcto. Cambio y fuera.

Tras colgar la llamada, María Paula pensó lo peor, pero minutos después la mujer que había salido a su cita médica volvió desconociendo lo que pasó durante el tiempo que no estuvo en su casa.

Qué dicen las autoridades 

El Gaula Militar del Tolima invitó a los ciudadanos a denunciar y no caer en falsas amenazas por medio de llamadas en que se hacen pasar por grupos al margen de la ley en búsqueda de apoyos económicos. 

Para las autoridades, esta modalidad ha sido detectada principalmente desde las cárceles, donde algunos internos ingresan celulares y, con la ayuda de personas en el exterior, comienzan a realizar llamadas extorsivas.

“Primero llaman a una persona para ofrecerle un trabajo, la citan en un punto donde al llegar se queda sin señal o, por medio de una llamada, intimidan para apagar el celular. Luego los delincuentes proceden a comunicarse con un familiar cercano de la víctima para identificarse como grupos al margen de la ley y exigir sumas superiores a los 10 millones de pesos por la liberación de la persona o, de lo contrario, será ejecutada. A veces las familias llegan a un acuerdo con los delincuentes y logran girar el dinero, consumando el delito de extorsión agravada”, afirma un oficial del Gaula militar.

A diario, el Gaula Militar recibe denuncias de este tipo. A la fecha, ha logrado la captura de nueve personas en diferentes partes del país por hechos ocurridos en el departamento del Tolima.