Ahorcados por el Icetex: la situación de estudiantes y egresados con créditos

Era 2016 y Sofía* soñaba con ser abogada. Después de graduarse del colegio, se presentó en la Universidad Nacional pero no pasó el examen de admisión. Le quedaban dos caminos: volverlo a intentar en seis meses o pedir un crédito para estudiar en la universidad privada, cuyo precio por semestre rondaba los 11 millones de pesos. 

Sofía optó por lo segundo. Pidió un crédito en el Icetex —la entidad del Estado que otorga préstamos educativos— y se matriculó en la facultad de Derecho de la Universidad Javeriana. Por su nivel del Sisbén pudo acceder a la línea de crédito del 0 por ciento Tú Eliges, que le permitía estudiar toda la carrera y pagar el 100 por ciento del capital después de graduarse. 

La ilusión con que empezó sus estudios terminó al graduarse, cinco años después. Fue entonces cuando comenzó la parte más difícil: pagar el crédito. En esos años, Sofía logró ajustar sus finanzas para girar su cuota, pero todo cambió en febrero de 2025 cuando Icetex anunció que eliminaría el subsidio a las tasas de interés para créditos educativos.

Esta joven es una de las personas que sufren por esa medida tomada por la difícil situación fiscal que atraviesa el país, cosa que no es un secreto para nadie. Según la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), los más golpeados con el anuncio son los estudiantes de estratos 1, 2 y 3, que acceden a un crédito para financiar sus estudios y requieren del subsidio en la tasa de interés. “Se perjudican 327.000 estudiantes y egresados, entre los que hay 18.000 que no tendrán subsidios de graduación y excelencia, 125.000 estudiantes activos que tendrán significativos aumentos de la tasa de interés y 184.000 personas en período de amortización que deberán pagar cuotas más altas”, explicó la asociación en un comunicado en el que le pide al Gobierno revaluar esa decisión. 

Con ese subsidio, el Gobierno asumía parte de los puntos adicionales de la tasa de interés que se sumaban al Índice de precios al Consumidor (IPC). Esto quiere decir que, por el contrario, los créditos en mora se liquidarán con la tasa del IPC más 2 o 5 por ciento. Ahora las tasas serán de 12,2 y máximo el 17,2 por ciento. 

Así, en otras palabras, los estudiantes que tenían un crédito con Icetex y que venían con deudas millonarias, ahora tendrán un panorama mucho más complicado, porque sus cuotas subirán. CAMBIO conversó con egresados y estudiantes que tienen un préstamo con esta entidad del Estado. Algunos de ellos señalan que el aumento en las cuotas más allá del IPC no es nuevo y que ahora sus finanzas y sus vidas estarán más ajustadas. ¿Cómo les podría afectar el aumento en la tasa y qué van a hacer ahora? 

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Sofía* (27 años), abogada 

Sofía ganaba 2.000.000 pesos y la primera cuota que le llegó fue de 1.371.482 pesos. Era tan alta, que pidió una ampliación del plazo y la cuota bajo a 1.037.206 pesos. “En ese momento vivía con mi mamá y me ahorraba costos como el arriendo. El restante solo alcanzaba para nuestra alimentación. Nada más”, menciona ella.

Durante tres años, solo pagó su cuota mensual ajustada al IPC, un indicador que mide la evolución de los precios de los bienes y servicios. Sin embargo, en febrero de 2025 le ajustaron la tasa de interés y aumentó el triple. Es decir, pasó del 5,08 por ciento (solo el IPC) al 16,51 por ciento. Con ese cambio, su cuota mensual pasó de 1.037.206 a 1.801.929 pesos mensuales. 

Y lo peor es que solo 97.100 pesos de lo que ella paga va al capital; es decir, al monto que le prestaron. El resto de su pago es por intereses corrientes, como puede evidenciarse en el recibo que le llegó en febrero. 

La abogada, que comenzó debiendo un poco más de 126 millones de pesos y ha pagado durante tres años, todavía debe 114 millones. Con el aumento de la tasa no solo subirá la cuota mensual, sino su deuda. 

“En estos tres años de pago, finalmente se estaban viendo reflejados en la disminución del capital. Ahora, con este cambio en las condiciones originales del crédito, el 95 por ciento de la cuota se va a los intereses. Con esto no podré, en varios años, pretender adquirir una vivienda propia o incluso viajar e invertir dinero en algo distinto que no sea el Icetex. Yo sufro de ansiedad y en estos días se me ha agravado, pues no dejo de pensar en eso”, dice Sofía en diálogo con CAMBIO. 

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María* (24 años), comunicadora social 

María, de 24 años, es joven, enérgica, creativa y, por estos días, una persona angustiada. ¿La razón? La misma de Sofía: estudió su carrera con un crédito del Icetex y si antes no sabía cómo pagar su cuota mensual, ahora menos. Ella tomó la opción de crédito Tú Eliges 25 por ciento, así que, durante sus estudios, su familia pagó ese porcentaje y, luego del año de gracia, ella comenzó a pagar el 75 por ciento restante. Comenzó con una deuda de 126 millones de pesos, que ya va en 136. 

Su primer trabajo fue en un medio de comunicación en el que le pagaban 1.800.000 pesos: su cuota llegaba por 1.700.000. Como es evidente, no podía sostenerse y pagar su crédito a tiempo. Esto la obligó a seguir viviendo con sus papás, quienes pagaban todo, con excepción de su cuota del Icetex. 

Ahora, María tiene otro trabajo con un mejor sueldo que le permite cubrir la cuota y algunos de sus gastos. Pero justo ahora, cuando se estaba acomodando, su cuota subirá. Lo confirmó al consultar la línea de WhatsApp de Icetex en donde le informaron que su cuota mensual quedará en 1.993.000 pesos, lo que equivale el 65 por ciento de su salario. 

“Mi indignación es que mis sueños sí se han visto truncados por esto. No he podido desempeñarme como yo he querido simplemente por la necesidad de buscar dinero para pagar la cuota. Además, es deprimente que no me voy a poder independizar por lo menos en unos 15 años. O que la situación puede que no mejore. Es muy difícil trabajar solo para pagar una deuda, privarse de cosas y que la salud mental se vea afectada […]”, relató. 

Estefanía* (25 años), médico 

Estefanía tiene 25 años y se graduó de Medicina en julio de 2023. Dice que hubo mucho esfuerzo, porque además de la dificultad propia de esa carrera, estudió con un crédito del Icetex. Ella tomó la opción de Tú Eliges 25 por ciento. Esto significa que mientras estudiaba su familia pagaba ese porcentaje, y luego del periodo de gracia, que terminó en julio de 2024, comenzó a pagar el 75 por ciento restante. 

La joven comenzó a trabajar al poco tiempo de finalizar sus estudios. Durante ese tiempo, ahorró para tener más capacidad cuando le empezaran a llegar las cuotas. Dice que quedó “decepcionada” con su primer cobro, por 1.890.000 pesos,  cuando su salario era de 2.200.000 pesos. “Era imposible cumplir con mis necesidades básicas y pagar esa cuota”, dice. En vista de esta situación, envió una solicitud para refinanciar el crédito que le negaron. 

La solución que encontró fue hacer dobles jornadas, turnos extra o tener dos trabajos para poder pagar la cuota y cubrir sus gastos: de lunes a sábado trabajaba en una clínica de ocho de la mañana a las cinco de la tarde, mientras que los lunes y viernes trabajaba en las noches en otra clínica. Eran turnos de más de 30 horas seguidas. “Yo pagaba esa cuota sin voluntad, y en vez de ver una reducción en la deuda, sentía que subía: cuando terminé, debía 150 millones de pesos y ya voy en 160 millones”, asegura. 

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Convertirse en médica, uno de los primeros propósitos de su vida, también terminó siendo una de sus mayores preocupaciones. Ahora lleva una vida ajustada, ya que más del 80 por ciento de su salario tenía que destinarlo a pagar esa deuda, proyectada a 12 años. 

Los continuos aumentos y el reciente anuncio de eliminación al subsidio a la tasa, dice, la tienen “con los nervios de punta”. Su cuota de febrero subió a 2.292.920 pesos, cifra que es más que el salario que tenía en el trabajo principal. Esa cuota la pagó, pero renunció a sus dos empleos para cambiarse de ciudad y ver si puede encontrar una plaza con un mejor sueldo y así poder pagar la cuota sin afugias. Sin embargo, “ya me avisaron que en marzo mi cuota va a subir más por la eliminación del subsidio a la tasa y no sé cómo voy a hacer”.

Karol Hernández, estudiante 

Si bien la eliminación del subsidio de las tasas golpea principalmente a los egresados, esa decisión también afecta a los estudiantes que están pagando un porcentaje del crédito mientras estudian, como Karol Hernández. 

Esta joven de 20 años estudia Ingeniería Civil en la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga y tiene la opción de crédito Tú Eliges 25 por ciento. Como sigue estudiando, está pagando solo ese porcentaje. Dice que aunque ha experimentado pequeños aumentos más allá del IPC, cuando se elimine el subsidio a la tasa su cuota subirá aun más. 

Hoy debe pagar 350.000 pesos mensuales. Karol, que trabaja para ayudar a sus papás para pagarlos, ya recibió un aviso desalentador: “me avisaron que va a subir la cuota. Aún no sé cuánto, pero ojalá que no sea mucho, porque nos ha tocado difícil”, dice. 

Laura Torres (28 años), periodista 

Laura Torres es otra de las tantas jóvenes que tiene una difícil historia con Icetex. A lod 28 años, la experiencia de esta periodista ha sido distinta. Pidio, por ejemplo, un crédito a largo plazo que se llama Acces y nunca ha tenido subsidio a la tasa de interés. En sus palabras, “está acostumbrada a pagar cuotas altas”. 

Según Laura, su tasa de interés comenzó siendo del IPC más 8 puntos. De tener un buen comportamiento de pago, la cuota le quedaría en IPC más 7 puntos. Pero en enero de 2023 Icetex lanzó un plan de apoyo para mitigar el impacto de la inflación y su tasa pasó al IPC más 2 puntos. Un beneficio que, sin duda, le hacía la vida más fácil, porque las cuotas le llegaban por menos de 600.000 pesos al mes y eso era pagable. Además, ella aprovechaba para hacer abonos al capital e ir disminuyendo la deuda. 

Sin embargo, en febrero de este año ese beneficio dejó de aplicarse y volvió a pagar la tasa de interés de IPC más 7 puntos. 

Para ella, eso no es tan problemático, porque como ya tenía la costumbre de pagar cuotas altas y, en los últimos años, podía abonar más de la cuota mínima, no fue un golpe tan duro. No obstante, su caso es una muestra de que la eliminación del subsidio termina por afectar a casi todos los jóvenes que tienen Icetex. 

*Los nombres fueron cambiados porque los estudiantes y egresados pidieron proteger su identidad.