Muelas, el narcotraficante que cayó por ser fanático de las modelos 'webcam'
1 Marzo 2023

Muelas, el narcotraficante que cayó por ser fanático de las modelos 'webcam'

Crédito: Policía Nacional

Considerado como uno de los hombres de confianza de Jabón y Chupeta en el Valle del Cauca, había cumplido una pena en Estados Unidos. Ahora, pagará por sus crímenes en Colombia.

Por: Redacción Cambio

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Herney Botero Collazos, alias Muelas, comenzó su vida delictiva en la década de los noventa, cuando se encargaba de los cobros extorsivos y el manejo de rutas del narcotráfico del cartel del norte del Valle.

Su labor dentro de la organización criminal le permitió ganarse la confianza de Wilber Barrera, alias Jabón, y de Juan Carlos Abadía, alias Chupeta, quienes le encargaban reclamar pagos para la salida de cargamentos de droga y tomar posesión de propiedades que les quitaban a sus enemigos.

La muerte o la captura de varios de los cabecillas de los carteles de Cali y norte del Valle originó una fuerte disputa por el mando de las organizaciones criminales. Muelas terminó ganando la pelea.

Las autoridades comenzaron a buscarlo por una orden judicial que lo acusaba de los delitos de extorsión, falsedad de documento, tráfico de drogas y secuestro. En consecuencia, fue capturado en Cali en 2008 y condenado a 24 años de prisión.

Durante más de 11 meses permaneció recluido en una de las celdas de la cárcel Villahermosa, en Cali, hasta donde le llegó una solicitud de extradición, expedida por la Corte de Nueva York, por el envío a Estados Unidos de varias toneladas de droga.

En 2015, luego de cumplir condena en la cárcel de Houston, Muelas fue deportado a Colombia. A su entrada, sin embargo, las autoridades de inmigración no detectaron que a Muelas le faltaba cumplir su condena en Colombia. 

Presintiendo que las autoridades descubrieran que andaba libre, Muelas volvió a contactarse con varios de sus exjefes para reactivar el negocio del narcotráfico a través de la llamada Gran Alianza.

Con la ayuda de varios de sus hombres de confianza, Muelas recuperó varias propiedades, asesinó a socios que pretendían quedarse con el negocio y restableció rutas para el envío de cargamentos de cocaína.

Tras los pasos de las webcam

Luego de la ratificación de su condena, el 5 de diciembre de 2022, un grupo especial de la Dijin de la Policía, con apoyo de inteligencia de la Fuerza Aérea, se dedicó a perseguirlo.

Para no dejar rastro, Muelas sostenía reuniones en hoteles, en los que no se demoraba más de una hora, y tomaba varios taxis en un mismo trayecto. Tampoco hacía ningún tipo de ostentación.

Cargaba una cédula con una falsa identificación y cambiaba frecuentemente de número de celular para evitar cualquier interceptación de sus comunicaciones.

Sin embargo, tenía una debilidad: su obsesión por las modelos webcam, a quienes contrataba para que lo acompañaran en sus reuniones en los hoteles y en varios restaurantes de la ciudad. 

Una vez descubierta esta falla de seguridad, para los organismos de inteligencia fue fácil seguirles la pista a las modelos hasta llegar a Muelas.

Así pudieron descubrir su otro punto débil: las tres mujeres de su vida, con las que había tenido hijos y a quienes visitaba en sus apartamentos.

Justamente los investigadores lo recapturaron en la tarde del lunes 27 de febrero cuando salía de uno de estos apartamentos. De inmediato, fue llevado ante un juez de control de garantías, que avaló la captura y lo envió a la cárcel de Jamundi para que termine de cumplir los 20 años que le faltan de condena.

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