¿Por qué está frenado el proyecto para ampliar y elevar la Autopista Norte en Bogotá?

Ampliar la salida de Bogotá hacia el norte es un proyecto estratégico para descongestionar la ciudad y mejorar la movilidad. Es por eso que desde abril de 2022 se firmó la iniciativa para adelantar obras de ampliación entre las calles 192 y 245 e incluir la carrera Séptima entre las calles 201 y 245 y la perimetral de Sopó.  

Desde hace varios años las autoridades capitalinas y departamentales trabajan en el mejoramiento de la movilidad en ese corredor, que es una de las salidas hacia la costa Caribe y que también comunica a la capital con Boyacá y Santander. Sin embargo, lo planeado hasta hace dos años era ampliar la vía desde la calle 245 hasta el cruce de La Caro, es decir en terrenos que ya no son de Bogotá, y para lograrlo se estructuró el proyecto Accesos Norte I. 

Aunque los habitantes del sector recibieron con beneplácito la idea, también se quejaron porque se estaban pagando costosos peajes por obras que estaban fuera del perímetro urbano. 

Fue por eso que en 2022, durante la administración de la alcaldesa Claudia López y del gobierno del presidente Iván Duque, se acordó entre el Distrito y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) diseñar otro contrato para hacer más obras, pero esta vez  dentro de la ciudad aunque administradas por la Nación. 

Así fue como nació Accesos Norte II, un proyecto adjudicado al concesionario Ruta Bogotá Norte conformado por las empresas Termotécnica y OHLA y con inversiones estimadas en 2,4 billones de pesos. El objetivo es ampliar 17,9 kilómetros de vía en la Autopista Norte para que haya más carriles. Además, el proyecto contempla elevar esa parte del corredor utilizando terraplenes con el fin de que vuelvan a pasar por debajo los humedales Torca y Guaymaral, que el pasado miércoles 6 de noviembre provocaron graves inundaciones. 

Los problemas de Accesos Norte II

A pesar de que el contrato con Ruta Bogotá Norte se firmó en abril de 2022, solo hasta mayo de 2024 el consorcio consiguió el cierre financiero, es decir la plata para poder iniciar las obras nuevas. Mientras eso pasaba, los contratistas adelantaron labores de operación y mantenimiento del corredor existente, tal como quedó establecido en el proceso contractual. 

Así mismo se hicieron las gestiones para conseguir la licencia ambiental. Como el proyecto tendrá influencia en dos importantes ecosistemas de la ciudad que son los humedales Torca y Guaymaral, era necesario tener el visto bueno de la autoridad encargada de establecer y controlar los impactos en el medio ambiente. 

Ampliación de la Autopista Norte, frenada por la licencia ambiental

Justamente la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) informó, en enero de este año, que archivaba el trámite por insuficiencia de información. Según la entidad “El proyecto, estructurado por la ANI, que pretende ampliar la Autopista Norte entre las calles 191 y 245, no incluyó dentro del Estudio de Impacto Ambiental análisis detallados sobre la conectividad hídrica y ecológica de los humedales Torca y Guaymaral, ecosistemas de importancia internacional”.

La solicitud de la licencia contempla el estudio ambiental para las unidades funcionales o tramos 1, 2, 3, 4 y 5 que son justamente los que están en la Autopista Norte. Desde julio de 2023 el consorcio hizo el trámite y la Anla realizó visita de campo respectiva. En agosto de ese mismo año la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales realizó 39 requerimientos a Ruta Bogotá Norte para que aclarara la información entregada sobre la intervención vial. 

Una vez llegaron las respuestas por parte del consorcio, la Anla respondió que algunas obras hidráulicas no se encuentran armonizadas con los instrumentos del Ordenamiento Territorial de Bogotá, que se desconoció la reconformación y rehabilitación de la quebrada denominada Cañiza y que no se desarrollaron los estudios hidráulicos requeridos. Por lo tanto, la autoridad ambiental concluyó que “no se cuenta con la información que permite verificar que las obras propuestas garanticen el restablecimiento de la conectividad de los humedales”.

Fue por eso que se decidió archivar el trámite. Sin embargo, el concesionario no se demoró en enviar un recurso de reposición contra la medida tomada por la Anla. A pesar de que dio todas las explicaciones sobre las gestiones que se hicieron antes de hacer la solicitud y entregaron su Estudio de Impacto Ambiental, la autoridad en mayo de este año ratificó el archivo, argumentando que persiste la falta información.  

Debido a los problemas con el licenciamiento, a la fecha el proyecto Accesos Norte II no ha avanzado y sigue en etapa de pre operativa y de preconstrucción. 

En mayo de 2025 empezarán las obras, dice el concesionario 

Las inundaciones y el caos que se vivieron en Bogotá este miércoles en la noche dejan en evidencia la necesidad de ampliar la Autopista Norte, sobre todo, de elevarla para que el agua corra por debajo y no se colapse la movilidad o se ponga en riesgo la vida de las personas que transitan esta concurrida vía. 

Eso es lo que señala el consorcio Ruta Bogotá Norte encargado del proyecto Accesos Norte II que se pronunció a través de un comunicado una vez se registró la emergencia. 

Según la empresa contratista “la presente situación evidencia la urgente necesidad de avanzar hacia la fase de construcción del proyecto Accesos Norte Fase 2, una iniciativa que busca dotar a Bogotá de una infraestructura robusta y preparada para enfrentar fenómenos climáticos extremos”.

Dicen en su comunicación que dicho proyecto permitirá contar con una Autopista Norte y carrera Séptima ampliadas y reforzadas “capaces de reducir este tipo de riesgos, mejorar la movilidad, y garantizar un tránsito más seguro y eficiente en el norte de la ciudad, garantizando la conectividad ecosistémica de los humedales Torca y Guaymaral”.

La concesión confirmó también que la radicación del nuevo Estudio de Impacto Ambiental está programada para mediados de diciembre de 2024. De acuerdo con los tiempos proyectados, se espera obtener la licencia ambiental en mayo de 2025, lo que permitirá iniciar la construcción de las obras en el primer semestre de 2025.