
Soldado Alexander Orozco Zambrano
Crédito: Ejército Nacional
Soldado que mató a tres de sus compañeros fue asesinado desarmado: Fiscalía imputó a los policías que le dieron de baja
A finales de febrero pasado, el soldado Alexander Orozco Zambrano, acusado de asesinar a tres compañeros, fue localizado mientras huía en una canoa. Varios policías le dispararon y le causaron la muerte. En CAMBIO les contamos la historia y los argumentos de la Fiscalía para acusar ahora a los uniformados que le dieron de baja.
Por: Juan David Cano

A inicios de 2024, un hecho sacudió la tranquilidad del corregimiento de La Tagua, en el municipio de Puerto Leguízamo, Putumayo. En la madrugada del 27 de febrero, el soldado Alexander Orozco Zambrano, de apenas 19 años, bajó de su puesto de vigilancia en el Batallón de Infantería de Selva #49 y, presuntamente, abrió fuego contra sus compañeros.
El caos y la tragedia marcaron la jornada: el capitán Juan Pablo Herrera Mazo y el sargento Carlos Rojas Otavo fueron asesinados, al igual que otro soldado, Yoandris Mejía Mejía, mientras que dos más resultaron heridos de gravedad.

Orozco Zambrano escapó en medio de la confusión, lo que desató una operación conjunta entre Ejército, Armada y Policía para dar con su paradero. Al día siguiente fue localizado mientras remaba en una canoa sobre el río Caquetá. Según la versión inicial de las autoridades, el soldado atacó a los uniformados, lo que provocó que un agente de la Policía Nacional le disparara, dejándolo gravemente herido. Dos días después, Orozco murió en un hospital de Florencia, Caquetá.
La versión oficial se mantuvo sólo los primeros días, pues el caso dio un giro cuando se revelaron varios videos de la captura de Orozco en donde no se le ven armas. Por ello, la Fiscalía General de la Nación inició una investigación y, tras analizar los elementos probatorios, concluyó que el soldado estaba desarmado y en estado de indefensión en el momento del disparo.
Por estos hechos, el subcomandante de la estación de policía de La Tagua, William Mendoza Chilama, y el patrullero Darwin Arcos Martínez, fueron imputados por homicidio agravado, entre otros delitos. Según el ente acusador, no sólo dispararon cuando el soldado ya no representaba peligro alguno, sino que también detuvieron de manera ilegal a un líder indígena que presenció el traslado del militar herido.

El líder indígena Luis Evelio Rodríguez Arigatoque fue acusado sin fundamento de haber ayudado al soldado en su fuga. Durante el procedimiento, le confiscaron 27 millones de pesos destinados a pagar a trabajadores de un proyecto social, dinero cuyo paradero sigue siendo un misterio.
Ahora, las investigaciones no sólo buscan esclarecer los motivos que llevaron al soldado Orozco a actuar contra sus compañeros, sino también determinar si las acciones de los agentes que lo enfrentaron y lo abatieron fueron legales o, como todo parece indicar, desproporcionadas e injustificadas.
