A tres de cada diez comerciantes de Bogotá los han robado este año

Todas las tardes Juan cierra su negocio ubicado en el barrio Chapinero de Bogotá. Revisa la caja, enciende la alarma antes de salir y tiene cuidado al bajar una puerta de aluminio. Antes de partir a su casa, echa un vistazo a lado y lado de la calle cuidándose de que nadie lo siga. Esta es la realidad de cientos de comerciantes, negocios, locales y restaurantes en la capital, donde la situación de inseguridad y temor ha empeorado en las últimas semanas. 

Ya sea por sucesos puntuales de seguridad, como atracos, robos y extorsiones, o por las noticias, los comerciantes se sienten cada vez más inseguros. De hecho, seis de cada diez no se sienten seguros en la localidad en la que trabajan y tres de cada diez han sido víctimas de algún tipo de delito este año, según la más reciente encuesta de ‘Percepción del Comercio sobre seguridad en Bogotá” que realizó Fenalco Bogotá-Cundinamarca. 

“La situación que se viene presentando en la ciudad es preocupante”, dice Juan Esteban Orrego, presidente de la seccional del gremio en la capital. Aunque reconoce que el comercio ve con buenos ojos las labores de la Alcaldía y la Policía para tratar de contener a los ladrones y proteger a los comerciantes, Orrego asegura que el miedo impera en el sector. 

Cada cuatro meses, la agremiación realiza una encuesta con los comerciantes sobre la percepción de seguridad en la ciudad. En su último sondeo, hecho en febrero, el gremio de los comerciantes consultó a 794 comerciantes de 20 actividades comerciales, especialmente de restaurantes, hoteles, droguerías, supermercados, automotores y artículos del hogar, los sectores más afectados según el gremio. 

“Si vemos la percepción de los comerciantes en la localidad en que trabajan, lo que encontramos es que 59 por ciento no se siente seguro, viven con zozobra y preocupación. El 28 por ciento dice que de vez en cuando tiene más o menos temor y el 13 por ciento dice estar seguro. Vale la pena mencionar, además, que el 57 por ciento de los comerciantes no se siente seguro donde vive. Es un tema de calidad de vida”, cuenta Juan Esteban Orrego, presidente de Fenalco Bogotá-Cundinamarca. 

A los comerciantes se les preguntó por la situación en 2024 y la mayoría piensa que estamos peor. El 64 por ciento cree que la seguridad en la ciudad ha empeorado en lo que va de este año, para 27 por ciento de los encuestados no ha cambiado frente al año pasado y solo 8 por ciento cree que ha mejorado. 

Una de las cifras más reveladoras de la encuesta es que 34 por ciento de los comerciantes que participaron del sondeo han sido víctimas de algún tipo de delito en lo que va del año. “Esta es una cifra similar a la registrada en 2023 que era de 36 por ciento, aparece una leve disminución, pero hay un dato que nos preocupa y es que 37 por ciento de las víctimas aseguran que fueron agredidas con arma de fuego. Eso es muy preocupante porque en agosto del año pasado únicamente el 22 por ciento tenía esta connotación”, indicó el presidente gremial durante la presentación de la encuesta. 

Esto quiere decir que, aunque se dio una reducción en las estadísticas de robo, aumentó en 15 puntos porcentuales el uso de armas en los diferentes atracos que se están dando en la ciudad y afectan al comercio. 

Además de los robos a mano armada, los comerciantes reconocen que en los establecimientos también son comunes los ‘robos hormiga’, robos mediante tácticas discretas, como esconder productos en bolsos, mochilas o ropa, situación que se concentra en artículos pequeños y de alto valor, presente en el 17 por ciento de los casos. El 13 por ciento fue víctima de raponazos y en menor medida se dieron casos de cosquilleo, extorsión, estafas y robos en sus viviendas. Un dato alentador -si se le puede llamar así- es que solo 3 por ciento de los robos terminaron con personas heridas. 

Por ubicación, la mayoría de los robos se presentan en Usaquén, Barrios Unidos, Kennedy y Suba, y las pertenencias que les quitaron a los comerciantes fueron celulares (58 por ciento), dinero (40,4 por ciento) y productos de su establecimiento comercial (17 por ciento), pero también se registran robos de joyas, bicicletas, vehículos, motocicletas y artículos de sus viviendas. 

Los roban pero no denuncian

“El tema de la denuncia sí que es preocupante, solamente el 35 por ciento de las personas que son víctimas de robo denuncian. El año pasado hicimos dos estudios, en abril el 53 por ciento denunciaba, en agosto era el 38 por ciento. Hay una evidente disminución en la confianza del sistema judicial, pero es importante que la gente denuncie porque es la herramienta con la que realmente las autoridades pueden trabajar”, indicó Orrego. 

El 75 por ciento de los comerciantes encuestados reconoció que tiene algún tipo de sistema de monitoreo en seguridad en su establecimiento, en su mayoría cámaras de seguridad y sistemas de alarmas, pero solo 6 por ciento tiene cámaras de seguridad que están conectadas al sistema de la Policía Nacional. 

Los comerciantes tienen miedo y trabajar así no es sencillo. Fenalco les preguntó algunas ideas para mejorar la seguridad, y la mayoría siente que hace falta un mayor patrullaje del Ejército y más presencia de la Policía y creen que aumentar las penas para los delincuentes y mejorar el sistema judicial es imperativo. Incluso sugirieron utilizar la inteligencia artificial para la detección de rostros o facilitar los permisos y bajar los costos para polarizar los vidrios. 

Así mismo, dos de cada diez creen que se debe levantar la restricción al porte de armas con salvoconducto. “Esta ha sido una solicitud muy controvertida pero sigue siendo una de las cosas que más piden los comerciantes. No es armar a los comerciantes. Están pidiendo que aquellos que tienen un arma que fue vendida por las autoridades y para lo cual cumplieron todos los requisitos, la tienen pero tienen restringido su porte, lo que se está pidiendo es que levanten esa restricción para que tengan la posibilidad de defenderse de alguna manera”, comenta Orrego.

Mientras los comerciantes siguen con miedo, la Alcaldía y la Policía han empezado a incrementar el pie de fuerza con el objetivo de devolver la sensación de seguridad en las calles, pero las noticias de atracos con arma de fuego son cada vez más frecuentes. 

Los robos a restaurantes como el de la panadería Masa en la calle 81 con carrera novena, en plena zona gastronómica, o el caso del restaurante de hamburguesas Pecado Capital, en la zona de Cedritos, o el asalto en el restaurante Abasto, en Usaquén, acapararon los titulares e inundaron las redes sociales con videos de las cámaras de seguridad de los establecimientos.  

Guillermo Henrique Gómez Paris, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres) asegura que "asociar a los restaurantes con asaltos afecta la reputación de los negocios". El representante del sector gastronómico sostiene que la situación de inseguridad no es puntual de este tipo de negocios sino de todos los comercios, y no solo se está presentando en Bogotá. Ciudades como Cali y Barranquilla también lo padecen.

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"La gente empieza a asociar restaurantes con inseguridad y eso no es cierto. Esa percepción no es real, no son los restaurantes sino el comercio en general, la calle misma. Un ejemplo de eso es el caso que se presentó en el Parque de la 93, en Bogotá. Una persona fue objeto de un ataque sicarial en un edificio de oficinas, pero los titulares en medios referenciaron a un restaurante que no tenía que ver con el asalto. Esa asociación de los restaurantes con asaltos afecta la reputación de los negocios y se vuelve tendencia la idea de que la inseguridad se concentra en los restaurantes cuando en realidad somos víctimas de la inseguridad", comenta Gómez.

Por ello, los dueños de los restaurantes se están organizando para montar esquemas logísticos de seguridad respaldados por personas profesionales para identificar personas sospechosas, una estrategia que ya aplicaron en 2021, luego de la pandemia, cuando se presentó una ola de inseguridad en Bogotá. 

Los comerciantes están hablando de revisar salvoconductos para el porte de armas, los dueños de restaurantes están organizando esquemas de seguridad ciudadana. La gente se siente insegura. Pero las cifras de la Policía Nacional muestran otro panorama. 

De acuerdo con el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (Siedco plus), entre el 01 y el 21 de febrero los hurtos a personas disminuyeron en un 16 por ciento. En ese lapso, en 2023 se presentaron 20.038 casos, mientras que este año el sistema reportó 16.862 casos. Aunque las cifras indican que la seguridad está mejorando, siguen presentándose robos, las personas temen caminar por las calles y los negocios tienen miedo mientras trabajan. La gran pregunta es: ¿qué se necesita para solucionar el problema de inseguridad en Bogotá?