Cepeda Style: el regreso del gran barón azul

“Diplomático”, “inteligente”, “con gran poder burocrático” y “acomodado”: estas son algunas de las definiciones sueltas que se pueden escuchar cuando se les pide a algunos actores de la política nacional y del Caribe colombiano hablar de Efraín Cepeda Sarabia, el veterano congresista que aspira a ser, otra vez, presidente del Senado de la República.

Eso sí, las definiciones sueltas sobre Cepeda, a quienes algunos también se refieren como “el gran barón azul”, coinciden en calificarlo como un “hábil y camaleónico líder” que ha sabido sacar el mejor provecho a la bandera del partido, tanto en lo personal como en lo colectivo.

Hace apenas unos días, el Partido Conservador confirmó la designación de Cepeda Sarabia como candidato oficial para la presidencia del Senado en la legislatura 2024-2025, que comienza el próximo 20 de julio. Y si los acuerdos políticos hechos por las diferentes bancadas se cumplen, todo estaría dispuesto para que el actual presidente de la colectividad azul llegue a reemplazar en la silla principal de la corporación al senador Iván Name, del Partido Verde.

Por lo pronto, Cepeda parece estar siempre bien puesto. En el Congreso se le ve de traje y peinado impecables, y cuando viaja a Barranquilla –ciudad de su hogar–, luce elegantes y cómodas camisas. Nunca parece perder las formas. 

Su camino, sin embargo, no parece estar tapizado solamente de buenas energías. El expresidente conservador Andrés Pastrana fue uno de los que ya saltó en medio de la coyuntura del anuncio de la designación de Cepeda.

En un video publicado en sus redes sociales, el exmandatario nacional dijo que, según su opinión, la mayoría de los electores conservadores veían como una especie de "traición" el actuar reciente de algunos congresistas del partido. “Confiamos en la buena fe de los candidatos que elegimos. Más de la mitad eligió en contra de las propuestas de Petro, pero estos se entregaron y negociaron el mandato popular”, señaló.

Según el exmandatario, “es evidente que los congresistas del Partido Conservador apoyan a Petro en el Congreso”, con lo que “han traicionado los principios y la confianza de las bases del partido que jamás habrían aceptado alianzas con la izquierda radical, fracasada en todo el mundo”.

Pastrana fue más punzante y acusó a los congresistas azules de tener una especie doble vida política. “La independencia que pregonan frente al ejecutivo es simplemente una pantalla para lograr más provechos indebidos cada vez que el gobierno necesita de sus votos, mientras en la trastienda negocian el precio de su apoyo”, indicó.

Sobre la candidatura de Cepeda a la presidencia del Congreso, Pastrana fue más directo y dijo que hace parte del acuerdo por el que los azules habían vendido sus principios a cambio de ministerios, puestos y contratos.

Político por accidente

En Barranquilla, el apellido Cepeda ha sido relacionado durante varias décadas con el negocio inmobiliario debido a la empresa familiar creada por el padre del senador, muy reconocida en ese sector comercial. En medio de ese contexto y de la representación gremial se construyó la semilla del capital político que ostenta hoy el aspirante a la presidencia del Congreso para el próximo periodo legislativo.

Esa llegada de Efraín Fincho Cepeda a la política grande, sin embargo –y según cuentan dos conocidos de la familia en Barranquilla–, tuvo como punto de quiebre un doloroso suceso ocurrido en 1986: el suicidio de Jairo Cepeda Sarabia, hermano del hoy senador.

La muerte de este hombre, de 32 años y que en ese momento fungía como gerente de la Empresa Municipal de Teléfonos de Barranquilla (EMT), estuvo rodeada de múltiples versiones que van desde un supuesto caso de chantaje de parte de concejales de la época que habrían usado información de la vida privada de Cepeda para presionarlo para entregar un contrato corrupto, hasta un boicot político y administrativo gestado en el interior de la EMT por dirigentes que habrían llevado al joven gerente a la desesperación.

Según un viejo exmilitante del cepedismo en Barranquilla, quien prefiere hablar bajo el anonimato, en esos días de luto fue el mismo expresidente Misael Pastrana Borrero, con quien la familia barranquillera tenía una relación de amistad y de apoyo político, quien le pidió a Efraín Cepeda que tomara públicamente las banderas del Partido Conservador.

Entonces, con el surgimiento del movimiento Nueva Fuerza Democrática, por iniciativa de Andrés Pastrana, a Cepeda Sarabia lo convencieron de capitalizar su influencia gremial en una candidatura al Senado. El plan salió muy bien y desde ese momento ha sido reelegido como congresista.

El poder burocrático de Cepeda ha venido creciendo de manera sistemática. Su capacidad para lograr acuerdos, incluso durante los años peores que ha vivido el Partido Conservador, lo han convertido en uno de los grandes caporales de los azules.

En el Atlántico, por ejemplo, se considera un secreto a voces los réditos que Cepeda le ha sacado a sus acuerdos con el clan Char, con el que, más allá de algunas disputas aisladas por alcaldías municipales, el barón azul ha negociado de manera productiva los votos de su movimiento a cambio de secretarías en la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación, como la Secretaría de Gobierno y la Secretaría de Desarrollo Económico, entre otras, de las que se dice Cepeda es amo y señor desde hace más de 15 años.

Su hijo, Camilo Cepeda Tarud, fue nombrado como secretario de las TIC durante el segundo periodo de Eduardo Verano como gobernador del Atlántico, entre 2016 y 2019. De manera simultánea, le fue entregada a Fincho Cepeda la secretaría de Desarrollo Económico, en donde puso a Anatolio Santos Olaya.

Pero, los tentáculos de Cepeda, aunque han pasado de agache para muchos, han traspasado la burocracia en el Caribe. Por ejemplo, el actual vicecontralor de la república, Carlos Mario Zuluaga, también es uno de los personajes nacionales a los que se les reconoce como parte de esa 'cantera' política. Incluso ha sido su asesor en la UTL del Congreso y fue precisamente el senador quien lo apoyó en su aspiración de llegar a la Alcaldía de Sabanalarga, en el Atlántico, en 2015, en unas elecciones en las que quedó en segundo lugar.

Economista y con 74 años cumplidos, Cepeda acumula por su parte 18 años de lucha en el interior del movimiento conservador, adonde llegó cuando la Nueva Fuerza Democrática se sumó de manera oficial. Ese poder burocrático y el trabajo de sus bases se ha visto reflejado en sus votaciones para mantenerse en el Congreso. En 2014, según los datos de la Registraduría Civil, obtuvo 90.558 votos; en 2018, 117.059 votos; y en 2022, 130.269. Esto le ha alcanzado para empujar a su 'llave' en la Cámara de Representantes por el Atlántico, el médico Armando Zabaraín.

Fincho ha sido presidente de la colectividad azul en diferentes periodos. Y ha fallado en los intentos de que los conservadores tengan candidato propio a la Casa de Nariño, como sucedió por ejemplo con los nombres de Noemi Sanín, en 2010, y David Barguil, en 2022.

Cepeda dio su respaldo público a los proyectos políticos de Juan Manuel Santos, en sus dos periodos, y se definió como oficialista durante el gobierno de Iván Duque. Publicaciones en diversos medios como La Silla Vacía, han señalado que Cepeda hizo parte de la torta que repartieron a los conservadores en el sector Agro durante el primer gobierno de Santos. “Era un fortín conservador, del que hacía parte el entonces director del ICA, Luis Humberto Martínez Lacouture, quien además ha sido su cuota (de Cepeda) en diferentes administraciones locales”, indicó el medio.

Cepeda también ha sido señalado como uno de los conservadores que, en el interior del partido, libró en 2023 una dura puja interna para quitarle el poder al senador Carlos Trujillo, según se supo, por diferencias en la forma en que éste estaba manejando la burocracia entregada por el gobierno de Gustavo Petro.

Hoy, los azules se ven a sí mismos como un partido independiente del oficialismo, pero para algunos –como el expresidente Pastrana–, esto no es más que una estrategia para sacar réditos bajo cuerda.

Muy a su estilo, Cepeda Sarabia no respondió de manera directa o personal a lo dicho por Pastrana, pero sí lo hizo a través de los canales oficiales del Partido Conservador. La colectividad azul calificó de “calumniosas” las afirmaciones del expresidente y señalaron que este tenía la intención de “confundir a la militancia conservadora”.

“Entendemos el afán del expresidente de consolidar su movimiento político, pero lo invitamos a realizarlo sin pasar por encima de quienes estamos trabajando con coherencia”, señalaron los azules.

Según el comunicado oficial del partido, la designación de Cepeda “es fruto de la democracia” de la colectividad y subraya el apoyo “generoso para que (Pastrana) llegara a la primera magistratura del país”.

El Partido de la U y el Partido Liberal ya anunciaron públicamente que respetarán los acuerdos para elección de la mesa directiva del Senado y manifestaron su visto bueno a la designación de Cepeda.

Pero las opiniones frente a esta nueva polémica de los conservadores están divididas. Algunos creen que Pastrana le sacó los trapitos al sol a los actuales directivos del partido y otros creen que se trata sólo de estrategia política del mandatario para entrar en la puja por el poder azul.

Y como ñapa de esta coyuntura, en medio de los vientos de remezón que soplan en la Casa de Nariño, el nombre de Efraín Fincho Cepeda volvió a aparecer como el supuesto respaldo detrás de la hoja de vida de William Camargo, quien suena para reemplazar al actual ministro de Minas, Andrés Camacho. Pero, muy a lo Cepeda Style, y guardando sus formas, sin despeinarse, como siempre, el senador también lo negó.