El regreso de Laura Sarabia: una jugada maestra y un desafío al fiscal

El presidente Gustavo Petro le dio un espaldarazo a Laura Sarabia al nombrarla directora de Prosperidad Social, una cartera de más de 8 billones de pesos. Con la jugada maestra no solo la respalda políticamente sino que hace que, automáticamente, sus procesos cambien a manos de otro fiscal. En otras palabras, ya no será la unidad anticorrupción la encargada de investigarla, sino un fiscal del más alto perfil, uno delegado ante la Corte Suprema de Justicia.

Eso pasará automáticamente porque, según el artículo 235 de la Constitución Política, los directores de Departamento Administrativo adquieren un fuero especial que hace que sean juzgados por la Corte Suprema de Justicia.

Así las cosas, apenas salga la resolución en la que quede nombrada como directora del Departamento para la Prosperidad Social, sus procesos saldrán de las manos de fiscal Eduar Alirio Calderón y pasarán a manos de un fiscal delegado ante la Corte que decida el coordinador de esa unidad, Gabriel Ramón Jaimes, un funcionario de la entraña del fiscal general Francisco Barbosa. 

Incluso, lo que podría pasar es que el fiscal actual siga en la investigación, pero teniendo al lado a un delegado ante la Corte que es el que podría actuar en las audiencias. 

No es que a Sarabia y a su defensa les vaya a dar más tranquilidad que el caso pase de un fiscal a otro, pero sí les dará todas las garantías el hecho de que un eventual juzgamiento a la funcionaria no sea ante un juez de conocimiento sino ante un magistrado de la Corte Suprema de Justicia.