En sus marcas, listos, fuera: la carrera de los partidos políticos por el Ministerio del Deporte

Más de 15 días lleva la carta de renuncia de la ministra del Deporte Astrid Bibiana Rodríguez en el escritorio del presidente Gustavo Petro. La funcionaria, licenciada en Educación Física, decidió poner su cargo a disposición del jefe de Estado debido a la debacle causada por la pérdida de los Juegos Panamericanos 2027, que se iban a hacer en Barranquilla. Aunque su salida, que parece inminente, significaría un golpe al gabinete del presidente, también le permitiría al Gobierno abrir un espacio burocrático para partidos con capacidad de inclinar las votaciones en el Congreso de la República.

“Ignorancia” fue la excusa a la que se remitió el presidente Gustavo Petro cuando le explicó al país las razones por las que Barranquilla se había quedado sin la posibilidad de organizar los Juegos Panamericanos 2027.

Ese 9 de enero el mandatario ofreció una rueda de prensa. A un lado estaba el hoy suspendido canciller Álvaro Leyva; al otro, una cabizbaja ministra del Deporte. Petro prometió una ofensiva diplomática para recuperar los juegos, aprovechando su cercanía con el presidente de Chile, Gabriel Boric.

Sin embargo, algunas comunicaciones posteriores de Panam Sports y la cancelación del viaje del presidente a Chile prácticamente sepultaron las posibilidades de que la organización hiciera una voltereta de gimnasia y revocara su decisión de castigar a Barranquilla por los constantes incumplimientos al contrato.

Así como la suerte parece estar echada para los juegos que no fueron, lo mismo sucede con la ministra Astrid Rodríguez, la principal señalada de ser la responsable del olímpico fracaso. Si el presidente Petro sigue dilatando la decisión sobre mantenerla o no en su cargo, o si decide respaldarla, aún así a la funcionaria se le avecina un huracán en el Congreso. Desde que se conoció la caída de los juegos empezó a cocinarse un debate de moción de censura promovido por todas las bancadas con presencia en el Senado con excepción del Pacto Histórico.

Incluso, el senador de Cambio Radical David Luna ha insistido en realizar el debate antes del inicio de las sesiones ordinarias del Legislativo, que a partir de este año comienzan el próximo 16 de febrero. 

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“Le he pedido al presidente del Senado que convoque de manera inmediata el debate de moción de censura a la ministra del Deporte. El haber perdido los Juegos Panamericanos no solamente es una verguenza nacional e internacional, también amerita que exista una responsabilidad política”, dijo Luna.

A diferencia de la Cámara de Representantes, el Senado tiene un ambiente hostil con el Gobierno, y particularmente con el tema de los Juegos Panamericanos. Bancadas como la U, la liberal y la conservadora no quieren quedar en la foto respaldando a la ministra en una eventual votación para sacarla del cargo.

Pero más allá de querer cobrar un tributo político a la pérdida de los juegos, los cálculos de estos tres partidos también se están orientando a reclamar el Ministerio del Deporte como uno de los puntos de negociación a cambio de apoyar la abultada agenda legislativa del Gobierno de Petro en el periodo legislativo que comienza en unos días.

A diferencia de otros ministerios en lo que va de la administración Petro, en el de Deporte ha sido más difícil identificar cuál partido lo tiene como plataforma de representación. La ministra Rodríguez no es cuota de ninguna colectividad y su antecesora María Isabel Urrutia se acercó ya en funciones al clan Torres, a través del senador del Pacto Histórico Pedro Flórez.

Ahora, en la carrera por quedarse con el Ministerio del Deporte, el Partido Conservador es el que lleva la delantera, gracias a los diálogos que desde finales de 2023 han adelantado con el alto Gobierno, eso sí, con resistencia en un sector amplio del partido. 

El 29 de noviembre del año pasado un grupo de representantes conservadores a la Camara llegó a la Casa de Nariño para hablar con el presidente. En ese momento los asistentes al encuentro, entre ellos el representante Ape Cuello, declararon que había sido una reunión para decirle al Gobierno que no iban a apoyar la reforma a la salud. Así mismo, el partido emitió un comunicado en el que trató de aclarar que al cónclave no asistió la bancada sino un grupo de ella.

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“Nuestra bancada en el Congreso no ha asistido a reuniones con Presidencia de la República hoy. La visita fue de un grupo de representantes. El Partido Conservador NO apoya la reforma a la salud”, dijo la colectividad azul a través de X.

Fuentes en esa colectividad le contaron a CAMBIO que, aunque en esa reunión quedó claro que no habría respaldo a la reforma, el regreso de los conservadores al Gobierno no se descartó. Incluso se habló de varias carteras en las que se podrían abrir espacios para teñir de azul al gabinete de Petro con la llegada del nuevo año, específicamente Bancoldex, Ferrocarriles Nacionales y el Ministerio del Deporte. 

La crisis de los Juegos Panamericanos, que no estaba en el presupuesto del Gobierno ni de los azules, aceleró la puja de un grupo de conservadores por regresar al gabinete a través del Ministerio del Deporte. En la carpeta está de primero el nombre de Lina María Barrera Rueda, actual gerente de la Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial desde el gobierno Duque. Barrera fue representante a la Cámara por el Partido Conservador entre 2010 y 2018, por la circunscripción de Santander, y fue la mano derecha de Ernesto Lucena como viceministra del Deporte entre 2020 y 2021.

Barrera, oriunda de San Gil, Santander, es hermana de Juan Carlos Barrera Rueda, condenado a 17 años de prisión por su pertenencia al Frente Comuneros del Bloque Central Bolívar de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia. Juan Carlos Barrera era el tesorero de esa estructura paramilitar. 

Además, Lina María Barrera es esposa de Iván Díaz Mateus, condenado en 2007 por la llamada yidispolítica y quien le heredó su caudal político a su esposa en 2010. Finalmente, la excongresista conservadora es cuñada del actual gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus.

Son esas conexiones familiares las que generan resistencia en el Gobierno para considerar a Lina María Barrera como la principal candidata a reemplazar a Astrid Rodríguez en el Ministerio del Deporte, por lo que el grupo conservador que mantiene abierta la posibilidad de retornar al gabinete está barajando otras opciones que se pondrán a consideración esta semana en varias reuniones internas programadas. Eso sí, los azules esperan una nueva señal del Gobierno, pues el diálogo ha estado congelado en las últimas semanas.

Mientras tanto, algunos congresistas del Partido Liberal y el Partido de la U también están pensando en presentar nombres al Gobierno para entrar a competir por el Ministerio del Deporte, aunque todavía no hay una postura unificada.

En la baraja del Gobierno también está el medallista Helmut Bellingrodt, actual vocal del Comité Olímpico Colombiano.