Facultades extraordinarias: el otro problema de la reforma a la salud

Si todo sale como espera el Gobierno, la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes le dará hoy, 25 de abril, vía libre a la reforma a la salud. Se supone que, durante todo el fin de semana, los representantes del Ejecutivo y los ponentes trabajaron en la inclusión de las modificaciones sugeridas por el Partido Conservador, el Partido de la U y el Partido Liberal, de manera que no haya pretexto para frenarla.

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Aunque el articulado ya ha sido modificado en casi un 40 por ciento, todavía le faltan más "peluqueadas" para que tenga probabilidades de quedar aprobada a mitad de este año. Una de las modificaciones más críticas tiene que ver con las facultades extraordinarias que se establecen en el proyecto para el presidente Gustavo Petro. 

¿Cuáles son las facultades extraordinarias que tendría Petro si se aprueba la reforma a la salud tal como está?

Según el artículo 150 de la Constitución de 1991, el presidente podrá tener facultades extraordinarias por un periodo máximo de seis meses, durante el cual estará facultado para expedir decretos con fuerza de ley sin que estos tengan que discutirse en el Congreso.

La figura fue justificada en la ponencia presentada el viernes 31 de marzo –justo antes del inicio de la Semana Santa–. La enmienda que se radicó el 18 de abril para ablandar a los partidos discrepantes, fue mucho más específica. En el primer articulado la mención a las facultades extraordinarias fue superficial:

En la que empezará a debatirse hoy 25 de abril aparecen desmenuzadas las seis facultades que tendría el presidente:

1. Expedir las disposiciones laborales para garantizar condiciones de trabajo justas y dignas, con estabilidad y facilidades para incrementar los conocimientos del talento humano en salud, tanto del sector privado como del sector público.
2. Dictar las disposiciones laborales de los servidores públicos del sector salud para garantizar el mérito, así como las condiciones de reclutamiento y selección de los directores de las Instituciones Estatales Hospitalarias.
3. Establecer los procedimientos aplicables a las actuaciones administrativas y jurisdiccionales a cargo de la Superintendencia Nacional de Salud y el régimen sancionatorio que le corresponda aplicar. 
4. Modificar y complementar las normas en materia de salud pública.
5. Dictar las disposiciones que sean reserva de ley y que garanticen un ordenado proceso de transición del Sistema General de Seguridad Social en Salud al Sistema de Salud, conforme a lo ordenado por la presente ley, para garantizar el derecho fundamental a la salud
6. Dictar las disposiciones y realizar las operaciones presupuestales que se requieran para capitalizar a la Nueva EPS en el periodo de transición, así como dictar las disposiciones orgánicas que corresponda para su adecuada operación.

Tal y como sucedió con las facultades que el presidente solicitó con la creación del Ministerio de la Igualdad y en el Plan Nacional de Desarrollo, la propuesta ha provocado la desconfianza de los congresistas de los partidos discrepantes. "¿Facultades extraordinarias para qué?", dijo el senador y presidente de los conservadores, Efraín Cepeda. "No somos amigos de las facultades extraordinarias", dijo el representante del Partido de la U, Víctor Manuel Salcedo.

Lo que pretenden los partidos es que una de las proposiciones que presenten en el debate de la Comisión Séptima sea para eliminar todas o la mayoría de las facultades que pide el presidente Petro. Esta propuesta  tendría el respaldo suficiente para ser aprobada si se suman los votos de los liberales, los conservadores, el Partido de la U y los congresistas de la oposición: Cambio Radical y el Centro Democrático.

Las facultades extraordinarias le permiten al presidente disponer de herramientas inmediatas para implementar la reforma lo más rápido posible. Si esas facultades que solicita el presidente se hunden, el Ejecutivo tendría dos caminos, ambos engorrosos: presentar nuevos proyectos para reglamentar los asuntos que iban a ser de competencia del presidente, o incluirlos como proposiciones durante los próximos debates de la reforma a la salud. Esta última opción sería un inconveniente, pues se trata de aspectos estructurales que necesitan de una discusión más amplia.

Por otro lado, presentar nuevos proyectos de ley en el próximo período también implica un riesgo, pues exigiría nuevas concertaciones y discusiones alrededor de, por ejemplo, las disposiciones laborales para los trabajadores públicos de la salud. Varios gremios siguen con dudas sobre el impacto de la reforma en los trabajadores y aseguran que no han sido escuchados por la ministra Carolina Corcho. "No compartimos el modelo de contratación que propone la reforma a la salud", dijo María Doris González, presidenta del Sindicato Nacional de la Salud y la Seguridad Social.

Además, en el próximo periodo legislativo las condiciones serán diferentes y más hostiles para el Gobierno. Los legisladores estarán repartiéndose entre el Capitolio y las regiones por las elecciones regionales de octubre, y la coalición podría enfrentar las bajas de algunas colectividades como el Partido Liberal y el Partido Conservador.

Por eso es tan importante para el Gobierno lograr que le aprueben las facultades extraordinarias.

De aplazamiento en aplazamiento: ¿el truco del pupitrazo?

Los aplazamientos se han convertido en una constante de la Comisión Séptima de la Cámara. Desde que fue presentada la reforma a la salud, han sido más de diez los cambios de fecha o de hora de debate, por instrucción de la mesa directiva de esa célula legislativa, presidida por Agmeth Escaf. 

El aplazamiento más reciente tuvo lugar esta mañana. La sesión estaba citada para las nueve de la mañana. Sin embargo, minutos antes de llegar la hora de inicio, la mesa directiva de la Comisión notificó a los representantes que el debate se aplazaba una vez más para las dos de la tarde.

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Es posible que se deba a que el Gobierno y los ponentes siguen ajustando los detalles de la concertación y el objetivo es que la mayoría de reparos e inquietudes lleguen resueltas a la sesión para agilizar el trámite. Como era de esperarse, la oposición ha señalado que es una estrategia para propiciar que la reforma a la salud "se pupitree" esta tarde.

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"Ya empezó Agmeth Escaf con sus 'jugaditas'. Aplazó debate a reforma a la salud a las dos de la tarde. ¿Al Gobierno no le bastaron cinco días para presionar y chantajear burocráticamente a partidos 'rebeldes'? Me temo que acortando los tiempos de discusión querrá 'pupitrear'", dijo el representante Andrés Forero.

Tanto los partidos como el Gobierno han dado instrucciones de evitar al máximo filtraciones a los medios para evitar nuevos anuncios fallidos de acuerdos finales, como ha sucedido en el pasado. Por su parte, la ministra Carolina Corcho ha estado en gira por algunos medios mostrando un tono conciliador. Se espera que haga presencia en el Congreso al final de la tarde.