Gustavo Petro instaló un Congreso más hostil y sin alfil en el Senado

Desde hace varios años no había tanta incertidumbre previa a la instalación del Congreso. Entre los legisladores no existía certeza de quiénes serían los próximos presidentes del Senado y la Cámara de Representantes porque los partidos con el derecho a postular los nombres no se pusieron de acuerdo en un mes de receso legislativo.

Tampoco se sabía el contenido del discurso del presidente Petro, ni siquiera en sus asesores más cercanos. Como lo acostumbra, el mandatario no escribió lo que iba a decir sino que siguió ideas generales. "Todo será improvisado", dijo una asesora de comunicaciones de la presidencia.

Por ello, a Petro le tomó cerca de dos horas explicarle al Congreso en pleno los objetivos del Gobierno para la nueva legislatura, la necesidad de las reformas sociales y su invitación a un "acuerdo nacional".

Esos acuerdos se empezaron a gestar desde las primeras horas del 20 de julio con el Gobierno moviendo sus cartas para que no se subieran a las presidencias del Congreso figuras más cercanas a la oposición que a la Casa de Nariño, es decir, Iván Name en el Senado y Julián Peinado en la Cámara. Los dos congresistas, aunque hacen parte de partidos de la coalición, representaban las facciones más distantes al Ejecutivo y una amenaza a la agenda legislativa del Gobierno. 

Los preferidos de Petro eran inicialmente el senador Inti Asprilla y el representante Andrés Calle. Ambos vieron el desfile militar con la esperanza de salir elegidos como presidentes en la noche del 20 de julio. Pero conforme avanzó la jornada, la suerte le cambió al senador Asprilla.

El Gobierno, a través del ministro Luis Fernando Velasco, decidió subirse en la candidatura de Angélica Lozano 24 horas antes de la plenaria del Senado, sacrificando el respaldo a Inti Asprilla, un leal defensor de Petro desde la campaña. La decisión quedó confirmada en un cónclave del Partido Verde realizado en el Hotel de La Ópera a donde llegaron la mayoría de congresistas de la Coalición Centro Esperanza, los tres copresidentes verdes y el ministro Velasco. También llegó Andrés Calle. El encuentro terminó sobre las dos de la tarde.

Después de una acalorada discusión, la decisión verde y del Gobierno fue la de respaldar a Lozano ante la poca fuerza de Asprilla con las bancadas opositoras e independientes y la necesidad de atajar a Iván Name que crecía como espuma.

Fuentes cercanas a Inti Asprilla confirmaron que la decisión del Gobierno no le fue comunicada oportunamente y eso generó bastante malestar en el congresista, quien terminó siendo uno de los derrotados de la jornada. La indignación de Asprilla quedó en evidencia en su intervención durante la plenaria. "Es doloroso ver al Gobierno hacer campaña por Angélica Lozano", dijo Asprilla. El encargado de recibir el dolor de Inti fue el ministro Velasco.

Los últimos arreglos con las demás bancadas para que Angélica Lozano llegara a la presidencia del Senado se trataron de pulir mientras el presidente Petro hablaba sobre el cambio climático en el Salón Elíptico. Poco a poco algunos senadores por fuera de la coalición se sumaron a la aspiración de la esposa de Claudia López. "Los liberales somos serios y cumplimos los acuerdos", dijo el senador Fabio Amín Saleme. 

Pero llegó el momento de la votación, la cual fue secreta, y el ambiente se enrareció. A los petristas se les hizo extraño que Name no se hubiera bajado de su aspiración y el temor de una derrota se incrementó. Cuando llegó el conteo la incertidumbre aumentó. El senador Fabio Amín se encargó de sacar cada papeleta de la urna; a su derecha los votos por Lozano y a su izquierda los de Name, quien estaba en primera fila atento. La repartición hizo anticipar una votación reñida y al final fueron 54 votos por Iván Name y 50 con Angélica Lozano, 4 votos que dejaron a Petro sin alfil en el Senado. 

A Name lo abrazaron congresistas conservadores y de Cambio Radical. Angélica Lozano felicitó a Efraín Cepeda, presidente del Partido Conservador.

Aunque se quedaron con la segunda vicepresidencia del Senado con María José Pizarro, en el Pacto Histórico había caras largas por el golpe. Incluso, el ministro Luis Fernando Velasco salió molesto del Salón Boyacá sin atender a medios. "Nos pasó factura la división de los verdes", dijo la congresista María Fernanda Carrascal.

La Cámara, el premio de consolación del Gobierno 

Por otro lado, en el Partido Liberal había otra disputa interna para escoger el presidente de la Cámara. En la baraja estaban, en la mañana del 20 de julio, Julián Peinado, afín a César Gaviria; Andrés Calle, leal al Gobierno y Carlos Ardila, un punto medio.

Sin embargo, Peinado fue perdiendo fuerza hasta dentro de su propia bancada y en otras que se excusaron en el respeto de los acuerdos. "Es un voto institucional", dijo la representante del Partido Verde, Catherine Juvinao. Peinado insistió en su candidatura hasta el final pero la decisión ya estaba tomada, aún más cuando Carlos Ardila se bajó de la aspiración y se unió a Calle. El Gobierno ganó en la Cámara y César Gaviria perdió aunque no del todo, pues no es distante a Calle y hace unos días le dio un tímido respaldo.

Andrés Calle es un joven de 31 años oriundo de Montelíbano, Córdoba. Ganó porque no solo contó con el apoyo del Gobierno Petro, sino de todos los partidos tradicionales.

En la jornada del 20 de julio, Calle contó con un respaldo que llamó la atención de los presentes. Milena Flórez, esposa del parapolítico Musa Besaile, llegó al Salón Elíptico para acompañar su postulación.

“Estoy como invitada confiando en que sea un cordobés el presidente de la Cámara de Representantes, apoyando nuestro departamento como siempre y siendo testigo de todas las bendiciones que Dios tiene para nuestro departamento”, aseguró Flórez.

Calle es representante desde 2018. En la primera oportunidad llegó al Capitolio con 57.213 sufragios, mientras en 2022 sus votos fueron 72.260. Ha sido clave para Gustavo Petro porque no solo acompañó públicamente su campaña, sino porque ha contrariado las órdenes de su jefe de partido, César Gaviria, y ha impulsado las reformas del actual Gobierno.

Calle es abogado y politólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana. Cuenta con una especializado en Contratación Estatal de la Universidad Externado de Colombia y Magíster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental de la Universidad de Barcelona.