“La inteligencia artificial no me da miedo, me entusiasma”: Mauricio Lizcano
Mauricio Lizcano, ministro de las TIC.
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El ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones destaca, en entrevista con CAMBIO, los avances de Colombia en este campo. “En mi sector, el éxito pasa por trabajar de la mano de la empresa privada”, dijo.
Por: Armando Neira
De entrada, Mauricio Lizcano, ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, deja en claro que él tiene una visión distinta a la de muchos miembros del Pacto Histórico: “En mi sector, el éxito pasa por trabajar de la mano de la empresa privada”, dice. Con esta línea de acción, asegura haber logrado resultados que califica como “extraordinarios”, al posicionar a Colombia entre los países latinoamericanos más avanzados en la implementación de inteligencia artificial, aunque, reconoce, todavía estamos lejos de las superpotencias. CAMBIO lo entrevistó.
CAMBIO: ¿A usted la inteligencia artificial le da miedo o le fascina, como a muchos?
Mauricio Lizcano: A mí no me da miedo. Me entusiasma. La inteligencia artificial, como toda tecnología, tiene dos caras: amenazas y también muchas oportunidades si se encamina en función del bienestar y la productividad. Esto no es exclusivo de la inteligencia artificial; lo mismo ha sucedido con la energía nuclear o incluso con un bisturí, que puede usarse para salvar vidas o para cometer un crimen.
CAMBIO: ¿La situación, entonces, depende del manejo que se le dé?
M.L.: Exacto. Al final del día, si la inteligencia artificial se maneja bien, es una gran oportunidad para la humanidad en materia de desarrollo tecnológico, económico y productividad.
CAMBIO: Pero, ¿lo nuevo produce incertidumbre?
M.L.: Es posible. Pero fíjese que no es tan nuevo. El concepto de inteligencia artificial data de 1957, hace casi 70 años. Sin embargo, se ha acelerado en los últimos años gracias a los avances en supercomputación y manejo de datos.
CAMBIO: La diferencia parece ser que ahora puede generar montajes fotográficos, manipular voces, como se ve en la actualidad, lo que dificulta saber qué es real y qué no lo es. ¿Cómo manejar eso?
M.L.: La inteligencia artificial es la tecnología más disruptiva de la humanidad porque es la única que ha logrado comprender y procesar el lenguaje. Ninguna otra tecnología ha reemplazado el lenguaje. Hay tres olas fundamentales de inteligencia artificial: la primera es Big Data, que nos permitió manejar grandes cantidades de datos; la segunda es el machine learning (aprendizaje automático); y la tercera es la inteligencia artificial generativa, que permite crear textos, imágenes y mucho más. Esto, por supuesto, hace más difícil para los humanos distinguir entre lo real y lo virtual, entre lo real y lo ficticio.
CAMBIO: Eso genera toda una cantidad de discusiones que pasan por las fake news, las amenazas a la democracia y otros problemas...
M.L.: Así es. Pero, en general, los aspectos positivos de la inteligencia artificial superan los negativos. Y es aquí donde, a través de la regulación y el trabajo de los gobiernos, podemos minimizar esos efectos.
CAMBIO: ¿Y en Colombia qué se está haciendo en cuanto a regulación?
M.L.: Estamos avanzando muy bien, aunque aún en proceso. Estamos construyendo una política pública que incluye investigación y desarrollo en inteligencia artificial, educación para un millón de colombianos, un gran trabajo en diplomacia y un marco ético de inteligencia artificial que lanzaremos en los próximos meses.
CAMBIO: ¿Y entre tanto?
M.L.: Contamos con habilitadores clave como los datos, la infraestructura y la supercomputación. Actualmente, hay 12 proyectos de ley en el Congreso. Lo más importante es que estamos construyendo una política pública sólida y pronto tendremos un marco ético y regulatorio relevante.
CAMBIO: Este año usted impulsó la creación de facultades para estudiar inteligencia artificial. ¿Cómo funciona esto en la práctica?
M.L.: Fundamos la primera facultad de América Latina en inteligencia artificial, en la Universidad de Caldas. Esta facultad ofrece programas de pregrado y posgrado, y cuenta con más de 13 grupos de investigación. Aunque existen muchas universidades con programas de inteligencia artificial, ninguna tiene una facultad dedicada exclusivamente a este campo.
CAMBIO: ¿Qué otras universidades en el mundo tienen programas similares?
M.L.: De hecho, en el mundo solo hay una facultad exclusiva de inteligencia artificial, y está en Abu Dabi. La facultad de la Universidad de Caldas nos permitirá avanzar significativamente en formación e investigación y será parte de la estrategia nacional en inteligencia artificial, que pasa por la academia.
CAMBIO: ¿Cómo es el trabajo en esa facultad de Caldas?
M.L.: Es como cualquier otra facultad universitaria. Los estudiantes deben pasar por el proceso de inscripción y admisión, como en cualquier universidad pública. La carrera de pregrado se llama Inteligencia Artificial y dura cinco años. En el programa se enseñan analítica de datos, programación, machine learning, programación en Python, matemáticas y más. También contamos con posgrados y maestrías, y la idea es expandir a doctorados en el futuro.
CAMBIO: Volviendo al tema de la desinformación, este año la inteligencia artificial nos sorprendió, no solo con fotos y videos, sino con contenidos tan bien elaborados que es muy difícil identificar si son reales o no. ¿Qué reflexión tiene sobre esta era de la posverdad?
M.L.: Vivimos en un mundo totalmente interconectado entre lo real y lo virtual. Creo que esta es simplemente una nueva etapa de la humanidad y debemos ser conscientes de ello a través de la educación y la regulación. La tecnología es una herramienta para resolver problemas y facilitar la vida, pero también tiene amenazas.
CAMBIO: Y amenazas graves, como la posverdad. ¿Qué hacer ante eso?
M.L.: Las redes sociales han intensificado el debate político y personal, lo que conocemos como el síndrome del impostor, cuando las personas se esconden detrás de cuentas anónimas y se sienten libres de atacar sin consecuencias. Desde el Gobierno, estamos trabajando para minimizar estos efectos, pero creo que, en lugar de ignorarlo, debemos formarnos y trabajar para aprovechar los aspectos positivos de la tecnología. Se trata de liderar los buenos usos de una realidad que está ahí y llegó para quedarse.
CAMBIO: Ministro, usted ha mencionado que Colombia es líder en América Latina. ¿En qué aspectos?
M.L.: Colombia es líder en América Latina según varios índices y rankings internacionales. Por ejemplo, el último ranking de la UBS mostró que somos el país con mayor crecimiento en temas de transformación digital e inteligencia artificial. Estamos ocupando el primer lugar en América Latina en estos temas. Colombia está en el radar global, con invitaciones internacionales de organismos como The Economist y las Naciones Unidas. Sin embargo, debemos reconocer que estamos lejos de los países pioneros como Estados Unidos, Reino Unido o Corea del Sur. Después de los primeros diez países, Colombia está entre los 15 mejores del mundo.
CAMBIO: ¿Qué estamos haciendo en Colombia en términos concretos de inteligencia artificial?
M.L.: En Colombia estamos enfocados en tres áreas clave: formación, inversión en empresas y supercomputación. Estamos formando a un millón de colombianos en habilidades digitales, especialmente en inteligencia artificial. También estamos invirtiendo en empresas y trabajando con universidades para crear un ecosistema de colaboración entre el Gobierno, la academia, las empresas y los emprendedores.
CAMBIO: ¿Y desde el punto de vista legal?
M.L.: Estamos a punto de aprobar la ley de inteligencia artificial en el Congreso, que proporcionará un marco regulatorio y de principios sin frenar la innovación. También vamos a construir dos grandes centros de supercomputación en Colombia, convirtiéndonos en el segundo país de América Latina, después de Chile, en tener esta infraestructura.
CAMBIO: ¿Puede precisar lo que está pasando en el Congreso en este campo?
M.L.: Hay 12 iniciativas legislativas sobre este tema en el Congreso, pero mi enfoque es que la ley debe ser más una ley de principios generales, que no limite la innovación. La inteligencia artificial cambia rápidamente, y una ley demasiado rígida podría estancarla. Necesitamos una ley que evalúe los riesgos, y en ese sentido, algunas aplicaciones, como las que involucran armas nucleares o violación de la privacidad, deberían estar reguladas o prohibidas. Pero, en general, las aplicaciones para movilidad, salud o empleo no necesitan una regulación tan estricta.
CAMBIO: ¿Cómo hacer con las enormes brechas sociales y económicas que existen en Colombia? ¿Cómo lograr que las regiones apartadas también se beneficien de la tecnología?
M.L.: El principal reto es la conectividad. No podemos hablar de inteligencia artificial si las personas no tienen acceso a internet. Estamos invirtiendo 2 billones de pesos en mejorar la conectividad en zonas como el Pacífico, La Guajira y la Amazonia, donde los índices de acceso a internet son bajos. También estamos trabajando en la educación, formando a los colombianos en habilidades digitales para cerrar la brecha digital. Además, promovemos la innovación desde las regiones para asegurar que la tecnología sea una herramienta de inclusión y equidad.
CAMBIO: Una de las críticas más fuertes que ha recibido este Gobierno es la falta de ejecución. En su caso, ¿cuál es el balance de su ministerio?
M.L.: Este año hemos sido líderes en ejecución de presupuesto. En el último informe, alcanzamos un 98 por ciento de ejecución, y en 2023 ejecutamos el 99,6 por ciento. En términos de impacto económico, esta ejecución ha sido crucial, ya que hemos pagado 600.000 millones de pesos a proveedores y contratistas, lo que ha dado un gran impulso a la conectividad, la innovación y la economía.
CAMBIO: ¿Usted parece apartarse del ideario de buena parte de los miembros del Pacto Histórico que mantienen una distancia del sector privado?
M.L.: En mi sector, el éxito pasa por trabajar de la mano de la empresa privada. Trabajamos de la mano por el bien de todos los colombianos.