Las huellas que dejaron en la Fiscalía las ternadas para el cargo de fiscal general

La terna de aspirantes al cargo de fiscal general tiene, por primera vez en la historia, a tres mujeres. Todas curtidas en la investigación penal y que dejaron huella en la Fiscalía. Dos de ellas fundadoras de la Unidad de Derechos Humanos y una que llegó a ocupar uno de los cargos más importantes en la entidad que es la delegada ante la Corte Suprema.

Ángela María Buitrago

Ángela María Buitrago es abogada de la Universidad Externado de Colombia, especialista en Derecho Penal de la Universidad de Salamanca, en Derecho Penal y Ciencias Criminológicas en la Universidad Externado de Colombia. También es magíster en Derecho Penal y doctora en Derecho y en Sociología de esta misma Universidad. 

Buitrago llegó a delegada ante la Corte Suprema de Justicia en la administración del exfiscal Mario Iguarán. En sus manos han estado algunos de los casos más sensibles del país. Dirigió la investigación de los desaparecidos del Palacio de Justicia, y fue la fiscal cuya investigación y acusación llevó a la condena contra el coronel (r) Alfonso Plazas Vega por desaparición forzada. 

Buitrago también fue líder en la acusación contra el exdirector del DAS, Jorge Noguera Cotes, por el homicidio del profesor y defensor de derechos humanos Alfredo Correa D’Andreis, perpetrado en septiembre de 2004, en Barranquilla, a manos de los paramilitares.

Además, hizo la acusación contra el exdirector de Fiscalías de Medellín, Guillermo León Valencia Cossio, hermano del exministro Fabio Valencia Cossio, por haber excluido a John Freddy Manco Torres, alias el Indio, del organigrama de la banda criminal de Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario. 

Además, Buitrago ha presentado diversos peritajes ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Fue una de las que, por ejemplo, nombró la ONU para que investigara las violaciones de derechos humanos en Nicaragua.

Es miembro del Instituto Colombiano de Derecho Procesal Colombiano, del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal y del Colegio de Abogados Penalistas de Santa Fe de Bogotá y Cundinamarca. Además, se desempeñó como subsecretaria de la comisión del Código Penal Tipo para Iberoamérica y fue fiscal Delegada ante la Corte Suprema de Justicia.

Amparo Cerón

La exfiscal anticorrupción Amparo Cerón es la que más recorrido hizo en la Fiscalía. Duró 30 años en la institución y salió por la puerta de atrás en la administración de Francisco Barbosa, a pesar de haber liderado los casos más importantes de Odebrecht como los que se hicieron contra José Elías Melo, expresidente de Corficolombiana; Roberto Prieto, exgerente de la campaña del expresidente Juan Manuel Santos; Luis Fernando Andrade, expresidente de la ANI, entre otros. Incluso, en su carta de renuncia, mencionó que su salida de la Fiscalía se daba días después de haber citado a los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez para que ampliaran sus denuncias sobre los aportes de Odebrecht a la campaña de Santos.

Cerón fue fundadora de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía durante la administración de Alfonso Valdivieso. Luego pasó a ser fiscal ante el Tribunal de Bogotá, luego ante el Tribunal de Cartagena y estando ahí, regresó manejar el caso de Odebrecht.

Su nombramiento es polémico porque, en entrevista con la periodista María Jimena Duzán, el exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno dijo que la pusieron a dirigir el caso Odebrecht con el compromiso de que hiciera a caso, supuestamente, a cambio de no trasladarla. 

Sin embargo, hay muchos fiscales que la admiran. “Tuvo casos muy delicados y los afrontó con respeto y garantías de los ciudadanos pero con mucha firmeza y resultados que se traducen en sentencias.  Trabajó en derechos humanos, fue directora del CTI en Pereira y Bogotá, fue Directora de la Unidad de investigación de Funcionarios, Delegada ante el tribunal y en en la administración de Néstor Humberto Martínez fue encargada de la investigación de Odebrecht”. 

Ese fue el caso que la llevó al estrellato. Incluso, a raíz de esa investigación, en 2017 sufrió un accidente en Chile en el que perdió un ojo. 

Amelia Pérez

Amelia Pérez Parra también fue fundadora de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía en 1998 y se destacó por las investigaciones que hizo sobre paramilitarismo, específicamente, contra Carlos Castaño y Salvatore Mancuso por masacres como las de Trujillo, El Aro y Mapiripán.

Estuvo vinculada a la administración de justicia desde 1987 hasta 2003, desempeñando los cargos de juez de Instrucción Criminal, fiscal seccional, fiscal regional,  fiscal delegada de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, y fiscal delegada de la Unidad Especializada de Antiterrorismo, último cargo que ostentó.

Algunos de sus procesos destacados fueron el de la masacre de Trujillo, Valle, en la que se formuló acusación el narco Iván Urdinola Grajales, hechos por los cuales, además, el Estado colombiano fue condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Por la masacre del Aro (Ituango-Antioquia), acusó a Carlos Castaño Gil y Salvatore Mancuso. Y por la Masacre de Pichilín (Sucre), acusó a Salvatore Mancuso Gómez, Salomón Feris Charid y Francisco Enrique Villalba.

Por sus investigaciones, en abril de 2002, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó medidas cautelares de protección así como a los fiscales Leonardo Augusto Cabana Fonseca, Lucía Margarita Luna Prada, Amparo Cerón Ojeda, Luis Augusto Sepúlveda Reyes, Giovani Álvarez Santoyo, quienes hacían parte de la Unidad Nacional de Derechos Humanos de la Fiscalía. Por las amenazas terminó exiliada en Canadá.