“Los falsos positivos no fueron ni manzanas podridas ni casos aislados”

Uno de los principales retos de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) es cumplir una labor extensa como lo es esclarecer los responsables de las violencias y actos atroces cometidos durante el conflicto colombiano, teniendo tan solo 20 años para hacer dichas averiguaciones.

Por eso, el trabajo de la JEP es cuidadoso pero va a toda marcha, y utilizando las herramientas que la tecnología permite.

La Jurisdicción Especial para la Paz tiene abiertos 11 macrocasos, como le llaman a los hechos de violencia sistemática perpetrados por actores del conflicto. Entre ellos se cuentan violencias regionales en departamentos como Nariño, Antioquia y Chocó, las más de 100.000 víctimas de resguardos indígenas en el sur del Valle del Cauca y el Cauca, y el exterminio de la Unión Patriótica.

Entre estos macrocasos se encuentra también el de los mal llamados falsos positivos, ciudadanos inermes que fueron asesinados por efectivos del ejército en varias zonas del país.

La cifra de estos asesinatos llega a 6.402, y el país entiende que, con el progreso de las confesiones y las investigaciones, los perpetradores no fueron soldados rasos y suboficiales. La responsabilidad por estos hechos toca cada vez más a militares de alto rango. Aún queda por esclarecer la famosa pregunta ¿Quién dio la orden?

Entretanto, lo que sí se sabe es que dichos homicidios no fueron producto de manzanas podridas o casos aislados, que, por el contrario, respondieron a un patrón, a una conducta que se repitió en todo el país y que implicaba a militares de bajo rango, a suboficiales y a oficiales.

“Lo siguiente que hoy sabemos, y que no se sabía antes, es la sistematicidad de la práctica. Hablar de más de 6.000 víctimas que fueron presentadas falsamente como bajas en combate también ha sido un aporte fundamental de la investigación de la Jurisdicción”, aseguró a CAMBIO el magistrado Vidal.

También dijo que uno de los hechos más relevantes que el país ha conocido por cuenta de la investigación que se surte en la JEP tiene que ver con los relatos de los victimarios, quienes han contado detalles del aparato criminal del que hacían parte, y que además le han pedido perdón a sus víctimas.

En recientes audiencias, 26 hombres del Ejército Nacional, entre oficiales y suboficiales, admitieron su responsabilidad en estos crímenes.

A propósito de estas audiencias, el expresidente Álvaro Uribe aseguró que la JEP estimulaba a militares a aceptar crímenes que no cometieron.

Preguntado por estas declaraciones, el presidente de la JEP invitó al expresidente Álvaro Uribe a aportar la verdad que conoce en el alto tribunal.

El magistrado Vidal también habló de la gravedad de los delitos ambientales cometidos durante el conflicto, de los problemas de salud física y mental que afrontan las comunidades en donde los hechos violentos fueron más comunes y más atroces, y de cómo las mujeres han sido victimizadas de manera específica en las largas décadas de sangre, dolor y sufrimiento que significó el conflicto armado antes de la firma del Acuerdo de Paz en 2016.

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