Un Bukele a la colombiana en 2026: ¿Inversión a la fija o de alto riesgo?

Crédito: Fotoilustración de Yamith Mariño

15 Agosto 2024 06:08 am

Un Bukele a la colombiana en 2026: ¿Inversión a la fija o de alto riesgo?

Algunos empresarios y sectores políticos están tanteando el terreno para importar el modelo de Nayib Bukele a Colombia. Sin embargo, hay dudas sobre qué tan rentable puede ser en el país el fenómeno político del presidente de El Salvador. ¿Hay condiciones para ver a un Bukele criollo?

Por: Andrés Mateo Muñoz

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Sí, todavía faltan dos años del Gobierno Petro y hablar de las elecciones presidenciales de 2026 es apresurado y prematuro. Sin embargo, el mismo presidente y su movimiento político han puesto en la coyuntura cada cierto tiempo la próxima contienda electoral. “Vamos a volver a ganar en 2026”, dijo Gustavo Petro hace unos meses.

Lo mismo sucede con otros sectores políticos y económicos, que han puesto a rodar varios nombres a través de reuniones y encuestas para ir midiendo el clima en la opinión pública. El sondeo más reciente, hecho por Ecoanalítica y Guarumo para Semana, midió en varios escenarios a 39 posibles candidatos en 2026, entre ellos la directora de esa revista, Vicky Dávila.

Allí, Dávila apareció como la mejor posicionada en un bloque de potenciales candidatos de la derecha con el 16 por ciento de preferencia entre los encuestados, incluso por encima de María Fernanda Cabal (9 por ciento), Paloma Valencia (3,3 por ciento) y David Luna (2,8 por ciento).

En el bloque de izquierda puntea María José Pizarro, en el de centro está Sergio Fajardo, y en un bloque, quizás de centro derecha, lidera Germán Vargas Lleras.

Además, según la encuesta pagada por Semana, Vicky Dávila también gana en la mayoría de escenarios de segunda vuelta. Solo pierde en un eventual enfrentamiento con Sergio Fajardo.

Es decir, parece que ‘la campaña no campaña’ de Dávila ha empezado a calar en la opinión. Discursos “estremecedores”, trinos “explosivos”, incursiones en la macroeconomía, e imagen de ‘outsider’ han hecho parte del “no soy candidata” de la periodista.

Sin embargo, hay que tener presente que el tablero de presidenciales sigue siendo siendo enredado y todas las mediciones tienen un alto grado de imprecisión. Para César Caballero, polítólogo y gerente de la firma encuestadora Cifras y Conceptos, los sondeos sobre la intención de voto en elecciones presidenciales no son tan representativos en estos momentos. 

“No es momento todavía para medir la intención del voto por una razón: el grueso de la gente no está pensando en las elecciones [...] todavía no estamos con claridades sobre la competencia”, dijo Caballero.

El alto margen de error que existe en las mediciones de esta época no ha frenado las estrategias y cálculos de todos los sectores políticos por encontrar ese nombre que seduzca. Unos buscan a quien pueda pelear por el continuismo del proyecto progresista de Gustavo Petro y otros a quien pueda aprovechar la oportunidad y tomar el relevo del mando. 

El mito del ‘Bukele criollo’

El modelo de Bukele parece ser una franquicia que poco a poco se va internacionalizando. Pasó en Argentina en donde Javier Milei -confeso admirador del presidente de El Salvador- ganó las presidenciales a pesar del escepticismo en la región. Allí, el agotamiento de proyecto kirchnerista y la delicada situación económica y social le permitieron a Milei llegar a la Casa Rosada.

La esperanza de algunos sectores de la derecha en Colombia está en encontrar un Bukele criolllo que recoja la inconformidad con la administración de Gustavo Petro y que sea, en lo posible, distante de la desgastada clase política tradicional. 

Por supuesto, entre las hojas de vida para adaptar el papel protagónico de Bukele aparece la de Vicky Dávila, quien le ha dedicado un par de portadas de Semana y varios trinos de elogio al presidente salvadoreño.

Trino de Vicky Dávila sobre Nayib Bukele

Pero Dávila no es la única que está en el casting de ser la elegida para ser la representante del fenómeno Bukele en el contexto nacional. En las últimas semanas, varios empresarios empezaron a moverse para traer a Colombia a asesores de Nayib Bukele. Ya hubo una reunión de personas de negocios para evaluar qué tan incómoda será la metida de mano en el bolsillo para financiar la consultoría. Así lo reveló Julio Sánchez Cristo el pasado 6 de agosto.

Entre los empresarios preocupados por la contienda de 2026 está Manuel Santiago Mejía, dueño, entre otros, de Corbeta -la matriz de marcas como Alkosto y Ktronix- y financiador de políticos como Federico Gutiérrez. Mejía ya definió su apoyo al senador Miguel Uribe Turbay del Centro Democrático, una de las voces más visibles de la oposición.

Además, el empresario antioqueño y otros de sus amigos han tanteado la posibilidad traer al país al asesor y político venezolano Lester Toledo, quien estuvo detrás de las dos campañas presidenciales de Bukele, así como de las de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia este año. 

Toledo es confundador, junto a Leopoldo López, del partido Voluntad Popular y hace dos semanas fue señalado -sin pruebas- por el fiscal de Venezuela, Tareck El Aissami, de estar detrás del supuesto ataque informático al CNE el día de las elecciones presidenciales en ese país.

También es directivo de la firma Salto Angel Consulting que ofrece servicios de estrategia, “ingeniería electoral” y gestión de crisis.

Fuentes en el Centro Democrático le dijeron a CAMBIO que saben de la intención de Toledo de impulsar una campaña de derecha en Colombia para cercar al proyecto chavista en Venezuela, pero hasta ahora no hay ninguna vinculación oficial. Por otro lado, recalcaron que en ese partido todavía no se ha definido quién será el candidato oficial.

En la baraja de ‘Bukeles de fabricación nacional’ también está el abogado Abelardo de la Espriella, el nombre más radical que hay en el momento entre los potenciales aspirantes, quizás demasiado como para ser considerado una opción viable. Justamente, ese es el talón de Aquiles de la estrategia enfocada en imitar el éxito político del mandatario centroamericano.

No es un secreto que para ganar la presidencia de Colombia, hay que tender puentes y apretar tantas manos como sea posible. Esa fue la diferencia de más de un millón de votos entre Gustavo Petro y Rodolfo Hernández.

Para llegar a la segunda vuelta presidencial, mínimo los candidatos tendrán que haber pasado por otras tres pruebas electorales previas: la consulta interna de su partido o una recolección de firmas, las consultas interpartidistas y la primera vuelta. Es poco probable que un político -por más sagaz que sea- pueda llegar a la última ronda manteniendo un discurso radical, simple y de mano dura al estilo Bukele.

Así lo cree el politólogo y analista Alejandro Chala: “Las derechas fuertes tienen éxito en el contexto de profundas crisis sociales e institucionales como pasó con Jair Bolsonaro o Javier Milei [...] lo claro es que en Colombia las condiciones son muy complicadas para que llegue alguien que cumpla el mismo rol de Bukele a pesar de que se ha agravado la situación de seguridad en el país”.

Por su parte el analista Yann Basset explicó que: "Como el panorama es tan incierto y fragmentado, hay mucha especulación desde los medios de comunicación que tratan de empujar, y a veces inventarse, candidaturas como la de Vicky Dávila o la de Francisco Barbosa". Para el docente, en esta etapa temprana de la campaña, algunos medios y empresarios están haciendo prueba y error de posibles aspirantes y su recepción en el público.

El mismo exfiscal Francisco Barbosa, que por ahora no ha manifestado en público su interés de aspirar a la Presidencia, ya hizo un llamado a encontrar una candidatura unificada en la derecha pero que sea capaz de desligarse de los extremos. 

“Hay que tener un candidato que represente el centro y poder enfrentar tanto a la extrema derecha como a la extrema izquierda, que seguramente van a estar con sus candidatos en primera vuelta”, dijo Barbosa el pasado 25 de julio en un evento del Partido Conservador. 

Así las cosas, la hipótesis de que el 'bukelismo' es un gigante a la espera de ser despertado en Colombia parece -por ahora- en una especulación con alto riesgo de fracaso. La clave estará en quiénes se ubicarán a la izquierda del Bukele criollo para verse mejor. 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí