No es la primera vez que Armando Benedetti ha estado involucrado en un caso de chuzadas

En septiembre de 2018 la Fiscalía destapó un escándalo de interceptaciones ilegales por el que fue capturado el general (r) de la Policía Humberto Guatibonza.

Desde entonces, Guatibonza –quien hasta el año pasado sonaba para ser el director de la Policía del naciente gobierno de Gustavo Petro– permanece en juicio por los hechos. Junto a él cayeron los líderes de la red de chuzadas: el coronel (r) del Ejército Jorge Humberto Salinas y el ingeniero Juan Carlos Madero.

En ese momento salió a flote el nombre del entonces senador Armando Benedetti como uno de los supuestos clientes de la red de interceptaciones ilegales. Aunque Benedetti negó cualquier responsabilidad, la justicia lleva casi cinco años indagando si estuvo o no involucrado. 

Según las pesquisas de la Fiscalía, la ambición de Benedetti era tanta que tuvo la intención de chuzar al entonces fiscal Néstor Humberto Martínez. También habría logrado que interceptaran al abogado Jaime Lombana y que le hicieran seguimientos al hijo de Lombana, en ese entonces menor de edad. 

La principal declaración contra Benedetti es la de Juan Carlos Madero, hoy testigo de la Fiscalía y quien, supuestamente, fue el hombre que le ofreció los servicios ilegales de la organización.

Madero dice en su testimonio que quien le presentó a Benedetti fue el empresario español Eneko Laiz (también en juicio por los hechos) a finales de 2017. En la primera reunión, Benedetti le habría dejado claro que la tarea era “joder” al abogado Jaime Lombana, para lo que suministró sus números de contacto.

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“Yo me reuní a finales de octubre de 2017, aproximadamente, en las oficinas del senador Benedetti ubicadas entre la avenida circunvalar y la trasversal 3, en esa reunión estuvimos presentes el señor senador Benedetti, el señor Eneko Laiz, la mano derecha del senador Benedetti, Diego Rayo (también capturado) y la esposa del senador Benedetti, yo le expliqué los servicios que tenía y el me pidió los siguientes: la protección de sus dos teléfonos celulares y el de su esposa y adicionalmente, solicitó la investigación al celular del abogado Jaime Lombana, de quien me entregó los números de celular con el fin de encontrar algo para usarlo en contra de él, me dijo textualmente “yo lo que quiero es joderlo”, dijo Madero en la Fiscalía en 2018. Luego, lo reiteró en la Corte Suprema de Justicia en 2021.

Madero cuenta que todo se lo informó a su socio, el coronel Salinas, y que Salinas inició la investigación junto a la hacker con la que trabajaba, Marialicia Pinzón, a quien señalan como la creadora del novedoso software que permitía interceptar hasta mensajes de WhatsApp. Madero dice que, inicialmente, se le cobraron a Benedetti siete millones y medio mensuales y que se reunió con el entonces senador aproximadamente en diez ocasiones, desde octubre de 2017 hasta marzo de 2018.

“El primer filtro de la información la recibía Rayo, quien revisaba, y después se la presentábamos al senador Benedetti; debido a que siempre me tocaba esperarlo mucho tiempo en su oficina, ya era conocido por el personal de su oficina y todos me conocían como ingeniero”.

Asegura la Fiscalía que Diego Rayo trabajaba en ese momento para el senador Benedetti y servía como una especie de filtro de la información que pasaba la red de chuzadas. Rayo continúa en juicio y la semana pasada Madero rindió testimonio en su contra.    

Según Madero, dentro de los resultados que le pasó el coronel Salinas se encontraban conversaciones del abogado Jaime Lombana con personas de su confianza, como lo son los abogados Iván Cancino, Jaime Granados, y con funcionarios de la Fiscalía.

Sin embargo, como la información era irrelevante y ya había pasado más de un mes, Benedetti, que,  supuestamente, presionaba por resultados antes de finalizar el año, solicitó un seguimiento al hijo de Lombana. “Por este trabajo se cobró 40 millones de pesos, de los cuales me entregó el 50 por ciento en efectivo en un sobre sellado para iniciar el trabajo, este seguimiento se realizó durante cuatro semanas por un personal contratado por el coronel Salinas y me envió un informe sin obtener el resultado que esperaba el senador Benedetti, se entregó un informe final pero el senador no quedó satisfecho y dejó de pagar”.

Madero le dijo a la justicia que le entregó a Benedetti la información sobre unas cuentas del abogado Lombana en el exterior, pero cuando le cobraron 200 millones de pesos por más detalles, no se concretó nada.

El coronel Salinas confirmó la versión de Madero en la Fiscalía. Según su testimonio, de esa “recuperación” del celular de Lombana sólo se le entregó uno o dos informes a Madero para que se los pasara a Benedetti. “Ahí es cuando se habla de los casos Granados y Lombana, de esa recuperación creo que fue solo un informe que se le pasó a Madero para que se le pasara a Benedetti, uno o dos informes, de Granados y Lombana; ya de las cuentas de Lombana, Marialicia, ella decía que tenía la capacidad de mirar qué cuentas estaban con el número de una cédula, me pasó un listado donde aparecían unas cuentas de Curazao a nombre de Lombana, de la esposa y creo que una prima, creo que seis cuentas de Lombana en Curazao, hasta ahí se llegó con ese trabajo de las cuentas, no se hizo nada más, pues Benedetti presionaba mucho pero no pagaba”.

Incluso, dice Salinas, fueron tan buenos esos resultados que Benedetti les habría pedido realizar un “tracking” de ubicación de unas fechas en particular, extracción de mensajes de WhatsApp e información del teléfono del entonces fiscal general, Néstor Humberto Martínez.

“Había otro requerimiento de Benedetti y era sobre el fiscal general de la nación, que supuestamente antes de ser fiscal general él sabía del tema de Odebrecht y que había recibido coimas en una supuesta reunión o casa de Cambio Radical, entonces que él quería que miráramos dos años atrás si el celular del fiscal general había marcado en ese lugar en ese entonces, eso nunca se hizo, Benedetti sí nos pasó el número de teléfono actual del fiscal general, pero nunca hizo nada”, dijo Salinas.

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El general (r) de la Policía Humberto Guatibonza está en juicio por estas interceptaciones ilegales. El proceso contra el entonces senador Armando Benedetti iba avanzando en la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia pero, según fuentes cercanas a la Corte y una de las posibles víctimas, el caso no ha avanzado prácticamente nada desde que llegó a la Fiscalía. 

También en la Fiscalía hay otros dos procesos contra Armando Benedetti por presunto enriquecimiento ilícito y por su supuesta participación en el escándalo de Fonade. La pérdida del fuero de embajador puede complicar su situación jurídica.