¿Por qué ahora es tan importante el transfuguismo para el Pacto Histórico?
Vista del Congreso de la República.
Crédito: Fotografía: Pablo David
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Los partidos que integran la coalición oficialista promueven esta propuesta para evitar el riesgo de perder si compiten en solitario en las urnas. Análisis
Por: Armando Neira
Ver para creer. Algunas situaciones políticas que en el pasado fueron criticadas por sectores de izquierda hoy son defendidas con ahínco por ellos mismos. Atrás quedaron los días en que los hoy militantes del Pacto Histórico convertían en tendencia a Roy Barreras cuando se quitaba la camiseta de un partido para ponerse otra distinta.
Esta iniciativa es presentada como una propuesta que da mayor flexibilidad a los parlamentarios que desean cambiar de partido, aunque también endurece las condiciones para obtener personería jurídica y regula las coaliciones.
Es la estrategia clave para enfrentar con éxito las elecciones de 2026. Disgregados, los partidos que componen la coalición tienen menores probabilidades de competir eficazmente.
La lista de organizaciones que fundaron la coalición que hoy gobierna el país incluye a: Colombia Humana, Unión Patriótica-Partido Comunista, Polo Democrático Alternativo, Alianza Democrática Amplia, Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), Partido del Trabajo de Colombia, Unidad y Todos Somos Colombia.
Luego se asomaron otros partidos, como Alianza Verde, y en febrero de 2023 se sumó el partido La Fuerza de la Paz, liderado por Barreras, hoy embajador en Londres.
Gabriel Cifuentes, analista político, señaló que el transfuguismo es un tema recurrente, especialmente cuando se acercan los plazos del calendario electoral y muchos podrían quedar inhabilitados o incurrir en doble militancia.
La fragilidad del sistema político
Explicó que este mecanismo permite a los congresistas cambiar de partido sin enfrentar sanciones legales, lo que revela la fragilidad del sistema de partidos en Colombia:
“Cambiar de partido por conveniencia refleja una débil adhesión a los principios y programas de cada movimiento, convirtiéndolos en simples vehículos para gestionar ambiciones políticas, con la conveniencia personal como único principio rector", sostuvo Cifuentes.
De hecho, la Misión de Observación Electoral (MOE) ha lanzado las alertas al considerar que no es adecuada esta iniciativa que les permite a los miembros de corporaciones públicas unirse a un partido político diferente al que los respaldó durante su elección, sin renunciar a su curul o incurrir en doble militancia.
La MOE ha considerado que, en su lugar, debilita la representación política, profundiza el personalismo y defrauda la voluntad de los electores, que eligieron a sus representantes a partir de un proyecto político específico.
En busca de la unidad
Cifuentes explicó la situación. Este tipo de reformas resulta especialmente atractiva para la izquierda y, en particular, para el oficialismo, porque, salvo que los partidos progresistas se unan en una sola organización, podrían perder la posibilidad de repetir la coalición exitosa de 2022.
Cada movimiento se vería obligado a competir individualmente para garantizar el mínimo umbral del 3 por ciento, que al sumar los 13 partidos de izquierda implicaría alcanzar el 39 por ciento del total de votos nacionales, una meta prácticamente inalcanzable. Sin el transfuguismo, varios partidos de la coalición podrían perder su representación parlamentaria.
La propuesta, entonces, no solo permite que los congresistas cambien de partido, sino que evita que las sanciones por doble militancia se apliquen.
Sin embargo, advirtió Cifuentes: "Esta libertad momentánea favorece a muchos, pero supone un golpe inconveniente al sistema de partidos actual".
Además, señaló que esta reforma también podría beneficiar a congresistas de partidos tradicionales que busquen competir desde otras colectividades al prever que perderán espacio político en sus organizaciones actuales. "Es una opción atractiva para los políticos, pero perjudicial para el país", concluyó.
Carlos Arias, analista político y docente de la Universidad Javeriana, explicó que el proyecto de transfuguismo es crucial para el Pacto Histórico:
“Si el Pacto no consigue cohesionarse, podría languidecer en las próximas elecciones, especialmente en el Congreso. Varios representantes actuales, aunque apoyan al petrismo, pertenecen a otros partidos; por ejemplo, David Racero es parte de la ASI. Esta ley permitiría reunificar al Pacto en una sola organización, que es lo que ha buscado el presidente Petro".
Buena para los políticos, mala para Colombia
Arias añadió: “La reforma no es conveniente para el país. Permitir que los políticos cambien de partido según la oportunidad electoral desnaturaliza la identidad ideológica de los partidos, que deberían representar las creencias del pueblo colombiano. Al final, se convierte en un ejercicio puramente transaccional que debilita las instituciones y la democracia".
Javier Duque Daza, doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad del Valle, en un artículo publicado en Razón Pública titulado 'El Pacto Histórico: ¿de una coalición a un partido político?', sintetizó la situación actual:
“En las décadas de los setenta y ochenta se decía: 'El pueblo unido jamás será vencido'. Sin embargo, los sectores populares no se unían y siempre eran vencidos. Parece que la izquierda ha aprendido la lección, y el llamado del presidente Petro apunta a la construcción de un partido".
"La cooperación y convergencia entre quienes comparten intereses y programas incrementa las probabilidades de éxito. Unir fuerzas no solo aumenta las posibilidades de mantenerse en el poder, sino que también permite avanzar en proyectos de cambio significativos”.
El Pacto Histórico ya ha perdido cinco curules en el Congreso por presunta doble militancia, lo que hace urgente agruparse bajo una sola bandera partidista, escribió Duque.
Pero, no todo es color de rosa en el Pacto y todos reman para el mismo lado. Hasta el momento, la Alianza Democrática Amplia (con un congresista), el MAIS (con dos congresistas) y La Fuerza de la Paz (liderada por el senador que reemplazó a Roy Barreras) han anunciado que no formarán parte del Pacto Histórico como partido.
El enorme riesgo que corre Comunes
Así mismo, el Partido Comunes ha manifestado su preferencia por formar frentes comunes en lugar de partidos, lo que pone en riesgo su reconocimiento jurídico al término de este periodo legislativo. En las elecciones tras la desmovilización de las Farc obtuvo 50.000 votos.
Según Karen Lisethe Madera Castro, de la oficina de comunicaciones del Senado, esta reforma permitiría a los movimientos políticos participar en procesos electorales a través de un sistema de afiliación. La modificación del artículo 108 de la Constitución establece que, para obtener personería jurídica, los movimientos deberán contar con afiliados que sumen al menos el 0,2 por ciento del censo electoral nacional.
Cómo están las cosas en otras colectividades. El senador Alejandro Chacón, del Partido Liberal, quien presentó el proyecto en primer debate, resaltó que esta iniciativa cuenta con el respaldo de varios sectores políticos:
“Hoy existen partidos que se coaligan solo para obtener curules, pero no fortalecen sus estructuras. Las coaliciones deben ser un medio para consolidar partidos con identidad ideológica”.
El senador Carlos Motoa, de Cambio Radical, advirtió: “Esta iniciativa erosiona los partidos actuales y favorece la movilidad política sin fortalecer el régimen de bancadas. Es incoherente aprobar una medida que vulnera los avances logrados en las últimas décadas para consolidar los partidos”.
Por su parte, la senadora Clara López, del Pacto Histórico, destacó que las coaliciones exitosas deben transformarse en partidos con estructuras democráticas y estatutos claros: “Esta reforma complementa de forma importante el fortalecimiento de los partidos políticos”.