Solo tres predios de la reforma agraria han sido destinados a campesinos 

Hace una semana el presidente Gustavo Petro trinó que la reforma agraria iba a industrializar el campo en manos del campesinado y el productor directo. Seguidamente, el mandatario compartió un cuadro con la apropiación presupuestal al sector agropecuario que demostraba el “cambio histórico” en la asignación de recursos a este segmento. 

Sin embargo, la reforma agraria no solo se ha visto afectada por las cifras engañosas que el director de la Agencia Nacional de Tierras ha presentado como logros, sino que –al menos en su primer año– no está llegando como debería a los campesinos que promete beneficiar.

De acuerdo con un derecho de petición que la ANT le respondió a CAMBIO, en Corinto, Cauca (El Hermosillo –115,9 hectáreas); Puerto Gaitán, Meta (Lucitania –448,2 hectáreas) y San Jacinto, Bolívar (Villa Inés -54,9 hectáreas) se encuentran los únicos tres predios que el Gobierno Petro ha comprado a privados para entregárselos a campesinos. (Ver cuadro)

Según datos de la ANT, esos tres terrenos suman 619 hectáreas y le costaron al país 9.673 millones de pesos. La cifra es pequeña si se tiene en cuenta que del 7 de agosto de 2022 al 31 de agosto de 2023 se han adquirido 155 terrenos, de los cuales 91, que suman 8.163 hectáreas, ya ingresaron al Fondo de Tierras.  

Es decir, de esas más de 8.000 hectáreas, solo 7,5 por ciento han sido destinadas a campesinos: 295 hectáreas, que corresponden a 3,6 por ciento, irán a desmovilizados; el restante, que corresponde a 89 por ciento han sido para comunidades negra e indígenas. Las hectáreas que se les entregan a comunidades étnicas no son parte de la reforma agraria sino un reconocimiento al derecho fundamental al territorio.

Ochenta y siete de los 91 terrenos que han ingresado en este gobierno al Fondo de Tierras son predios pequeños. Solo cuatro de esos inmuebles tienen más de 400 hectáreas. Más de 60 predios tienen áreas menores a 50 hectáreas.