Crédito: Freepik
El cáncer colorrectal, uno de los más peligrosos, según la OMS: ¿cómo prevenirlo?
- Noticia relacionada:
- Salud pública
- Cáncer
Según la OMS, el cáncer colorrectal es considerado la segunda causa de muertes relacionadas con esta enfermedad. Se prevé que para 2040 aumente los casos de este tipo de cáncer en un 63 por ciento.
Por: Redacción Cambio
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer colorrectal es uno de los tipos más frecuentes de cáncer en todo el mundo. Así mismo, representa aproximadamente el 10 por ciento de todos los casos de cáncer y se considera como la segunda causa de muertes relacionadas con esta enfermedad, con más de 930.000 fallecimientos en 2020.
“De aquí a 2040, la carga del cáncer colorrectal aumentará a 3,2 millones de casos nuevos por año, un aumento del 63 por ciento, y a 1,6 millones de muertes por año, un aumento del 73 por ciento”, anunció la OMS en un reciente informe.
La buena noticia es que de 2011 a 2019, la incidencia se ha reducido alrededor de 1 por ciento cada año, sobre todo, en los adultos mayores, según reportó la Sociedad Americana de Cáncer. Sin embargo, “en personas menores de 50 años, las tasas han aumentado entre 1 por ciento y 2 por ciento al año desde mediados de la década de 1990”, informó la entidad.
¿Cuáles son los factores de riesgo en el cáncer colorrectal?
El riesgo de contraer este tipo de cáncer se eleva con la edad. La mayoría de los casos son personas mayores de 50 años, pero en los últimos años ha habido una tendencia a la aparición temprana de esta enfermedad.
También, hay otros factores de riesgo, como tener antecedentes familiares de cáncer colorrectar, haberlo padecido o presentar trastornos genéticos, en este caso, el síndrome de Lynch y la poliposis adenomatosa familiar (PAF).
Así mismo, los hábitos poco saludables influyen en el riesgo de contraer esta enfermedad, particularmente, si la persona tiene una dieta rica en carnes procesadas y baja en frutas, verduras y hortalizas; posee comportamientos sedentarios u obesidad, y consume tabaco o alcohol en exceso.
Por ello, la mejor recomendación para prevenir este tipo de cáncer es tener una alimentación sana que incluya muchas frutas y verduras, dejar de fumar tabaco, mantener un estilo de vida activo, reducir el consumo de alcohol y evitar la exposición a factores de riesgo ambientales.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer colorrectal?
El cáncer colorrectal se origina a partir de la formación en el colon de grupos pequeños de células no cancerosas llamados pólipos que, con el tiempo, llegan a convertirse en cáncer.
De acuerdo con la OMS, entre los síntomas habituales se incluyen los siguientes:
- Cambios en el hábito intestinal como diarrea, estreñimiento o heces delgadas.
- Sangre en las heces (hemorragia rectal), de color rojo brillante o que produce heces oscuras y alquitranosas.
- Cólicos, dolor o distensión abdominal que no desaparecen.
- Pérdida de peso sin causa aparente que es repentina y pérdida de peso sin intención.
- Sensación constante de cansancio y falta de energía, incluso con suficiente descanso.
- Anemia por déficit de hierro debida a hemorragia crónica, que provoca cansancio, debilidad y palidez.
Sin embargo, muchas personas no presentan síntomas en las fases iniciales del cáncer colorrectal.
¿Cómo se detecta este tipo de cáncer?
Para detectar a tiempo el cáncer colorrectal, se deben realizar exámenes periódicos, ya que existe mayor probabilidad de que los tratamientos curen la enfermedad en las fases iniciales.
“Los estudios han demostrado que el cribado puede reducir tanto la incidencia como la mortalidad del cáncer colorrectal mediante la detección precoz y la extirpación de lesiones precancerosas”, detalla la OMS.
Las pruebas en heces son métodos de cribado no invasivos que se utilizan para detectar el cáncer colorrectal o pólipos precancerosos.
Por ejemplo, la prueba de sangre oculta en heces consiste en recoger una pequeña muestra de materia fecal y enviarla a un laboratorio para su análisis. Si se detecta sangre o anomalías, se recomienda realizar otros procedimientos, como la colonoscopia, para confirmar la presencia de esta enfermedad.
En caso de que se detecte la presencia de esta enfermedad, podría recibir varios tratamientos como, una intervención quirúrgica, radioterapia (radiaciones), quimioterapia, tratamiento dirigido, inmunoterapia.
