¿Qué nos dice la ciencia sobre la felicidad?

Crédito: Rawpixel.com

20 Marzo 2024

¿Qué nos dice la ciencia sobre la felicidad?

La ciencia ha explorado los componentes de esta emoción y ha buscado llegar al fondo para descifrar cómo alcanzarla y qué la compone.

Por: Redacción Cambio

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Suena la alarma, abres los ojos y con la luz apagada estiras tu brazo y tomas tu celular. Abres la aplicación de TikTok: “Lo que como en un día para tener arriba mis endorfinas”; vas a Instagram: “La clave de la felicidad es poner límites”. Bloqueas la pantalla. Cierras los ojos dos segundos, te los frotas y te paras, te bañas y tomas un café amargo.

Caminas hacia el transporte público, todos van serios, callados. Bajas, llegas a la oficina y tu compañero de puesto cuenta que su mejor amiga es “coach” para ser tu mejor versión. Las redes sociales, las plataformas de podcast y las librerías están repletas de contenido que promete tener la respuesta para alcanzar la felicidad. 

A propósito del Día Mundial de la Felicidad (20 de marzo), exploramos qué dice la ciencia sobre esta emoción difícil de definir y qué tan factible es alcanzarla con ciertos hábitos. 

Las claves de la felicidad

El manuscrito la Neurociencia de la Felicidad y el Placer, publicado en la revista Social research y escrito por Morten Kringelbach y Kent Berridge, da pistas al respecto. La felicidad, resaltan, se ha relacionado históricamente y gracias a Aristóteles con el placer –el hedonismo– y la eudaimonia, una vida bien vivida.

En el último tiempo, también se ha propuesto el componente de “sentimientos de compromiso y participación en la vida” como una de las claves de la felicidad. Estos tres elementos han sido importantes para la investigación científica y psicológica en torno a esta emoción.

El gran estudio sobre la felicidad

El Harvard Study of Adult Development es un estudio realizado por científicos de la institución y uno de los más importantes y amplios que se han hecho en el mundo sobre la felicidad. 

Los investigadores comenzaron revisando el comportamiento de 724 hombres estudiantes de Boston y Harvard desde 1938 durante 80 años. Solo 19 seguían vivos al momento de la publicación del estudio y hasta John F. Kennedy hizo parte del grupo, según The Harvard Gazette. Más adelante, el análisis incluyó a la descendencia de estos hombres e incluyó a 1.300 personas entre los 50 y los 60 años. 

George Vaillant, psiquiatra y profesor de medicina en Harvard, y uno de los líderes del análisis, piensa que lo fundamental para ser feliz es mantener relaciones humanas. La felicidad depende, entonces, no de la plata ni de la salud, sino del acercamiento con otros seres humanos. 

“El hallazgo sorprendente es encontrar que nuestras relaciones y qué tan felices somos en nuestras relaciones tiene una influencia poderosa en nuestra salud. Cuidar tu cuerpo es importante, pero cuidar tus relaciones también es una forma de cuidado personal. Esa, creo, es la revelación”, anotó Robert Waldinger, otro de los codirectores del estudio, psiquiatra del Hospital General de Massachusetts. 

¿Qué sabemos y qué no del cerebro, el placer y la felicidad?

“Esta investigación muestra que, si bien existe una clara distinción conceptual entre los componentes de placer y los de compromiso, los aspectos hedónicos y eudaimónicos empíricamente son coherentes en las personas felices”, señala el texto.

Con todo, los autores insisten en que la relación entre los componentes hedónicos y eudaimónicos y su conexión con el cerebro sigue siendo poco clara. La anatomía neuronal de la felicidad es, todavía, un misterio. Incluso, los autores del manuscrito advierten que no se debe especular.

No obstante, tras revisar la literatura disponible, queda claro que la ausencia de placer permanente o patológica significa “un obstáculo formidable para la felicidad”.

Las interacciones y las relaciones sociales, las caricias, la sensación de recompensa también son importantes para el placer cerebral, íntimamente relacionado con la felicidad a través de un puente todavía poco claro. 

De hecho, las relaciones adultas y los lazos entre los padres y sus hijos pueden ser “extremadamente importantes para la supervivencia de la especie” humana. Las afectaciones en ese lazo pueden ser impactantes para la felicidad de las personas involucradas y llevar a “gran infelicidad”. 

La felicidad no nace de un solo elemento sino que tiene múltiples fuentes y su relación con el placer es importante, mas no necesariamente correlacionada. Por ejemplo, Kringelbach y Berridge dicen que querer demasiado algo puede llevar a la adicción o a otros patrones que son una “ruta directa hacia la gran infelicidad”. 

Valentina Marín, especialista en psicología positiva, habla de estas distintas visiones sobre la felicidad. Resalta que “podemos aspirar a estados de mayor bienestar, dicha y gozo un poco más profundos y duraderos” que la felicidad, que define como "una emoción pasajera".

La experta resalta un punto clave que poco se toca en las redes sociales repletas de positivismo perpetuo. Los humanos no podemos estar en un estado de felicidad eterna y constante, porque “necesitamos un balance y de todas las emociones”. La rabia, los celos, la tristeza, también son parte de la experiencia del “ecosistema emocional” y son necesarias.

“No hay una felicidad permanente, esto es imposible y es muy tóxico –si hablamos de positivismo tóxico–, pensar que vamos a estar felices todo el tiempo, que experimentar emociones negativas es malo, que no podemos estar tristes para ser felices”, anota. 

Aún así, Marín resalta la importancia de invertir tiempo en rutinas, acciones conscientes y en las necesidades personales para elevar el bienestar personal.

De todas formas, la terapia y la atención médica es fundamental para las personas que sufren de trastornos como la depresión, ansiedad, bipolaridad y otros que afectan profundamente su salud emocional. 

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