La explantación de las prótesis mamarias: ¿necesidad o moda?
24 Marzo 2023

La explantación de las prótesis mamarias: ¿necesidad o moda?

Crédito: Freepik

Las mujeres con implantes de silicona se están preguntando si su salud está en riesgo. Deben explantarse, ¿sí o no? Consultamos con dos cirujanos plásticos reconstructivos, una mujer y un hombre. Estas son sus conclusiones.

Por: Redacción Cambio

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Por Natalia Romero Rosanía

Lo primero que hay que saber es que, al día de hoy, los implantes de silicona son seguros. La colocación de las prótesis mamarias no ha sido, hasta el momento, prohibida por la FDA. “Lo que sí está claro es que los implantes deben cambiarse, por seguridad y prevención, cada diez años porque podrían presentarse filtraciones a medida que el material se desgasta. Basado en mi experiencia, con más de 700 explantaciones de prótesis mamarias realizadas a la fecha, puedo asegurar que las probabilidades de presentar filtraciones, así sea mínimas, aumentan cuando estas tienen más de diez años”, explica Alan González, médico especialista en cirugía plástica estética y reconstructiva.

Para este cirujano es prioridad predecir los resultados de su práctica a mediano y largo plazo, así que decidió suspender la colocación de implantes de silicona porque últimamente le han llegado muchas pacientes con problemas en su salud que podrían estar asociados a estos. “Llevo seis meses sin poner implantes mamarios. Anteriormente me sentía muy tranquilo porque todo lo que mostraban las publicaciones especializadas es que estos eran biocompatibles. Y aunque había uno que otro artículo que los relacionaban con la posibilidad de una respuesta autoinmune, no contaba con la suficiente evidencia científica como para preocuparme, hasta que me empezaron a llegar pacientes con muchos síntomas y empecé a investigar sobre el Síndrome de Asia (Síndrome Autoinmune Inducido por Adyuvantes, por sus siglas en inglés), el cual está asociado a la presencia de una sustancia o cuerpo extraño en el organismo como pueden ser, entre otras posibilidades, las prótesis mamarias de silicona ”, comenta el doctor González, quien decidió dedicarse de lleno a analizar estos casos clínicos junto con su grupo de investigación.

El cirujano plástico suspendió temporalmente el uso de implantes mientras observa la evolución de sus pacientes. “A todos nos tomó por sorpresa la posibilidad de tener que quitar los implantes debido a sintomatologías asociadas a posibles respuestas autoinmunes. A medida que crecemos en conocimiento, nos damos cuenta de que estamos frente a un hecho real”, subraya. 

El síndrome de Asia o la enfermedad del descarte

A la consulta del doctor González empezaron a llegar mujeres con síntomas como insomnio, depresión, ansiedad, fatiga crónica, piel seca, caída del pelo, migraña, vértigo, pitidos en los oídos, depresión, alteraciones visuales, ojos y boca seca, dificultad para tragar, alteraciones cognitivas, mareos, desconcentración, uñas frágiles, alergias en la cara o en la boca, dolores torácicos, lumbares y articulares, o infecciones urinarias recurrentes, quienes podrían padecer una enfermedad conocida como síndrome de Asia. “Esta es una enfermedad que se da por descarte. Es decir, son casos en los que se ha estudiado todo y, aparentemente, no hay nada pero la paciente sigue con síntomas. La única manera de saber si el problema son los implantes de silicona es quitándolos, para saber qué le pasa a tu organismo si no los tienes. Lo que he visto, hasta el momento, es que luego de la explantación, la calidad de vida de mis pacientes empieza a mejorar”. 

A las mujeres con implantes de silicona, con sintomatología o no, el doctor les recomienda que se hagan el autoexamen, que se realicen una ecografía mamaria mínimo una vez al año y que se hagan revisar por su cirujano.  “No entren en pánico. Nadie ha dicho que los implantes sean peligrosos. Pero tampoco normalicen los síntomas ni empiecen a tomar medicamentos psiquiátricos si presentan síntomas y los especialistas les dicen que no tienen nada. Los síntomas son reales y los estamos estudiando. Lo importante aquí es tomar conciencia y actuar en consecuencia, pensando siempre en su salud y bienestar”, puntualiza Alan González. 

En la piel de una mujer

No es nuevo que las mujeres, después de un tiempo, decidan explantarse. Lo hacen por muchas razones: porque no quedaron satisfechas con el resultado inicial de su cirugía o no les gusta como lucen en la actualidad; porque subieron de peso y piensan que si se las retiran se verán más delgadas; porque se encuentran en otro momento de sus vidas y sienten que ya no las necesitan; porque, literalmente, se quieren quitar un peso de encima; porque no se quieren someter a una intervención quirúrgica cada 10 años para reemplazar sus implantes, o porque han presentado problemas en su salud. 

Este último es el caso de la cirujana plástica Catherine Barón, quien llevaba 16 años con sus prótesis mamarias hasta que, este año, se explantó. “Tomé la decisión porque tengo un diagnóstico de artritis reumatoidea desde hace dos años. Me fue bien en la cirugía y me siento tranquila con la decisión que tomé, aunque los síntomas de la artritis siguen”, comparte desde su experiencia como paciente, pero también desde su conocimiento como cirujana plástica y reconstructiva. 

“Cuando una mujer llega a mi consulta y me dice que se quiere retirar sus implantes mamarios, escucho sus razones porque sólo la persona que se levanta y se mira al espejo sabe lo que ve y cómo se siente al respecto. Si se quiere explantar, la apoyo ciento por ciento, siempre y cuando sea una decisión consciente, teniendo en cuenta que, como con cualquier otro procedimiento quirúrgico, le va a quedar una cicatriz. Aquí es clave informar muy bien a la paciente porque no todos los casos son iguales, así que no todas las cicatrices son iguales”, añade Catherine, quien vivió la experiencia de la explantación en carne propia. “No es una decisión fácil”. 

Por otro lado, cuando llega una paciente que se quiere colocar prótesis de silicona, para aumentar el tamaño de sus senos o mejorar su apariencia, lo primero que hace es evaluar su estado de salud para ver si tiene predisposición a desarrollar una enfermedad inflamatoria. Se cerciora de que sea consciente de lo que quiere, si es un poco más de volumen o levantárselas, con el fin de considerar otras opciones, obteniendo excelentes resultados, con la misma grasa o tejido graso de la paciente. Por último, se asegura de que esta sea consciente de los riesgos y efectos secundarios de la intervención quirúrgica.

“Hasta ahora solo me han consultado dos pacientes con, supuestamente, síntomas de síndrome de Asia. Hablando con ellas, llegamos a la conclusión de que los síntomas de la primera estaban relacionados con la vacuna contra el covid y que los de la segunda, con el uso excesivo de un medicamento para la diabetes que se estaba tomando para bajar de peso”. 

Con esto no quiere decir que los síntomas no sean reales. “Nadie se ha inventado los síntomas, pero hay que investigar muy bien porque puede haber muchos otros factores. Hay prótesis de prótesis, materiales de materiales y no todas las pacientes forman la misma cápsula. Cada persona es un mundo diferente. No hay que generalizar. La palabra clave es conciencia . Todas las posiciones son válidas. No se trata de satanizar. La mamoplastia de aumento sigue siendo la cirugía plástica estética más común. Los implantes de silicona son sinónimo de vida y felicidad para las mujeres con cáncer de seno. Pero también, somos cada vez más las mujeres que le perdemos el miedo a la reconstrucción mamaria luego de una explantación, pues los senos quedan más pequeños, pero paraditos y bonitos”, concluye la doctora Barón.  

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