Fin a 2.595 días de cierre: el impacto de la reapertura de la frontera con Venezuela

El 19 de agosto del 2015, Nicolás Maduro decidió cerrar la frontera con Colombia dando inicio al grave fenómeno migratorio a través de decenas de trochas ubicadas en departamentos como Norte de Santander y La Guajira.

Aunque hubo esporádicas reaperturas parciales, la situación se agravó en el 2019 cuando Venezuela rompió relaciones diplomáticas con Colombia debido al reconocimiento oficial a Juan Guaidó como presidente que hizo el entonces mandatario Iván Duque.

Además, el concierto Venezuela Aid Live y los intentos por ingresar ayuda humanitaria a través del Puente Internacional Simón Bolívar, que terminaron en disturbios, sepultaron las esperanzas de normalizar el flujo comercial entre ambas naciones.

Sin embargo, con la llegada de Gustavo Petro a la presidencia, las comunicaciones entre Bogotá y Caracas se descongelaron y el primer gran anuncio llegó hoy con la fecha oficial para la reapertura de la frontera; será el 26 de septiembre ¿Cuál es el impacto de esta decisión?

Gasolina para el comercio 

La normalización de las relaciones entre los dos países vecinos representa una luz de esperanza tanto para los pequeños y medianos comerciantes de la frontera, así como para industrias nacionales con planes de expansión hacia Venezuela.

Y es que, según datos del Dane y el Ministerio de Industria y Comercio, en el 2008 las exportaciones desde Colombia hacia la nación bolivariana alcanzaron los 6 mil millones de dólares. Mientras que, en el 2021, la cifra fue de tan solo de 394 millones de dólares.

Este retroceso hizo proliferar a las economías informales así como al contrabando, siendo este último uno de los desafíos a enfrentar por parte de ambos gobiernos.

En cuanto a las exportaciones, según datos del mismo ministerio, durante el primer semestre de este año, el 96,4% de los productos enviados a Venezuela correspondieron a bienes no minero energéticos, es decir, productos agropecuarios, agroindustriales e industriales. Resaltan en este campo los fertilizantes, el aceite de palma, medicamentos empacados, los polímeros de propileno y los tubos de hierro.

Revitalización de la frontera

Otro de los impactos de la repaertura de la frontera es el impulso a las ciudades fronterizas como Cúcuta y sus dinámicas sociales y económicas. La capital de Norte de Santander registró en el segundo trimestre de este año, una tasa de desempleo del 13,4%, ubicándose en el noveno lugar de las ciudades capitales con más desocupados de Colombia según del Dane. 

Además, la informalidad supera el 60% en toda el área metropolitana. Por ello, el tránsito libre de personas desde y hacia Venezuela representa un crecimiento en ofertas de empleo y emprendimiento que las autoridades regionales y nacionales tienen que saber impulsar en esta nueva etapa de las relaciones entre países.

Coordinación humanitaria

Según Migración Colombia, a corte de febrero de 2022 habían 2,5 millones de venezolanos en Colombia. Este flujo migratorio sin precedentes ha generado una emergencia humanitaria a la que organismos internacionales como la ACNUR han volcado sus esfuerzos para conjurar.

Aunque la reapertura de la frontera es, en general, una noticia positiva, el fenómeno migratorio seguirá siendo el mayor reto para Colombia y Venezuela.

Al mejorar las condiciones para el transporte y la movilidad humana entre los dos países, no es conveniente reducir los esfuerzos en atención a los migrantes que se han venido construyendo desde hace más de siete años.

Ronal Rodríguez, profesor de la Universidad del Rosario y vocero del Observatorio Venezuela de la misma institución lo expresó así en su columna para el medio Razón Pública: "El Estado colombiano no puede sumarse al discurso del oficialismo venezolano para reestablecer las relaciones comerciales y sacrificar siete años de política de solidaridad, recepción e integración migratoria"