Los chats que demostrarían un intento de soborno de Samuel Tcherassi a Miguel Ángel del Río

El mundo empresarial de la costa Caribe tiene sus ojos puestos en los líos jurídicos que hoy protagonizan los hermanos Aníbal y Diana Janna Raad, propietarios del emporio automotror Janna Motors, principal distribuidor de Mazda y Ford en esa región del país. Además de la delicada situación financiera que padece el concesionario de vehículos y otras compañías que también pertenecen a la familia, diferentes incriminaciones que han trascendido a los estrados judiciales han llevado este pleito a conocimiento de la opinión pública.

Diana Janna, a través de su apoderado, el abogado Jaime Lombana, denunció a su hermano Aníbal y a los revisores fiscales de las diferentes sociedades familiares por supuestamente alterar la información contable de estas y así esconderles información valiosa a los demás accionistas. Este habría sido el preámbulo del detrimento patrimonial en el que cayeron las compañías.

Pero las acusaciones vienen de parte y parte. Aníbal Janna, de igual forma, ha emprendido acciones en contra de su hermana y su cuñado, el empresario de la moda Samuel Tcherassi, dueño de la marca de ropa infantil EPK. Mediante su abogado Miguel Ángel del Río, Aníbal Janna denunció a la pareja ante la Fiscalía General de la Nación por fraude procesal y prevaricato por acción por supuestamente modificar los números contables en un proceso que ambas partes tienen en la Superintendencia de Sociedades.

Adicionalmente, el pasado 28 de septiembre, los señalamientos se escalaron. El penalista Del Río hizo pública en sus redes sociales un aparente intento de soborno por parte de un emisario de Aníbal Janna a cambio de que se retiren las denuncias instauradas en la Fiscalía.

CAMBIO tuvo acceso a la conversación, que se sostuvo en la plataforma digital WhatsApp, y allí se puede verificar que un hombre contacta al abogado para pedirle, entre otras cosas, que se reúna con Aníbal Janna y despublique la acusación que realizó en Twitter.

“El tema de Samuel ahora es diferente al de la familia. Él dice que si se puede retirar la demanda en su contra y llegas a un acuerdo con él. Él piensa que lo que estás haciendo es por la ayuda de los Janna para presionarlo”, dice uno de los mensajes enviados por el hombre, cuyo nombre es Hassan Fares, un comerciante libanés que reside en Barranquilla.

Son múltiples mensajes en los que insiste, una y otra vez, que se llegue a un mutuo acuerdo para cesar con las acciones jurídicas. Posteriormente, apelando a una supuesta cercanía con Tcherassi y el abogado Del Río, le pide que descargue una billetera digital de criptomonedas para zanjar el asunto.

“Tú eres mi hermano y él también. Pero te aconsejo que salga parcial del tema público”, advierte. Y más adelante, adjuntando un pantallazo de la aplicación para transferir criptomonedas, agrega: “Aconsejable que salga parcial sin que nadie se dé cuenta, solo tú y yo. Yo sé cómo hablar con él sin comprometerte y listo”.

A modo de respuesta, Del Río cierra la posibilidad a cualquier acuerdo ilícito y deja claro que no hará nada en contra de los intereses de su cliente. Finaliza el intercambio de mensajes avisándole a Fares que interpondrá una denuncia en contra de Tcherassi por el ofrecimiento.

“Dile a Samuel que si tiene intenciones de enviarme dinero, lo denuncio por soborno en actuación penal. Por el respeto que te tengo, dejemos el tema hasta aquí”, aseguró.

CAMBIO contactó al abogado Miguel Ángel del Río, quien señaló que conoce a Hassan Fares desde hace unos años, pero que desconocía que tuviera algún grado de amistad con Samuel Tcherassi.

“Hassan me contacta y me dice que es muy cercano a Samuel. El mensaje era que, de acuerdo a esa cercanía, si yo retiraba la denuncia y bajaba los trinos, él podía acercarme a Samuel. Después dice que me consignaría un dinero, evidentemente enviado por Samuel, en esta billetera de criptomonedas”, afirmó.

Por su parte, Samuel Tcherassi aseveró a CAMBIO que, si bien sabe quién es, no conoce personalmente a Hassan Fares y, en consecuencia, nunca pidió que mediara en los líos jurídicos que tiene actualmente con su cuñado Aníbal Janna.

“Al señor Fares nunca le he tocado la puerta para pedirle ningún favor y menos en este tema. Estaré dispuesto a aclarar estas acusaciones en cualquier momento”. El empresario recalcó que a raíz de este inconveniente, en el que se le responsabiliza de un intento de soborno, emprenderá acciones judiciales en contra de Miguel Ángel del Río.

En vez de alivianarse el enfrentamiento, todo indica que aumenta en su intensidad y ahora los propios abogados son blanco de acusaciones. Ya el pleito no solo es comercial, la configuración de diferentes delitos hace parte de la discusión.