¿Nuevos protocolos de policía antidisturbios podrían generar más violencia?

El director de la Policía Nacional, general Henry Sanabria, presentó esta semana el protocolo que deberán seguir los uniformados para atender las alteraciones de orden público que se presenten en el país.

El documento incluye como principal cambio el nombre del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) por el de Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento  del Orden (UNDMO), que contará con una imagen diferente tanto de los agentes como de las tanquetas, con la finalidad de cambiar la forma de intervenir en las protestas sociales.

Según el general Sanabria, la idea es no acabar con el Esmad, sino transformar la manera como atienden los disturbios mientras cuidan los bienes públicos y privados.

La idea es que los uniformados actúen de manera discreta para evitar confrontaciones con los manifestantes, pero se mantengan vigilantes ante cualquier alteración del orden público.

“La nueva unidad tendrá un dispositivo básico de acompañamiento, conformado por policías encargados de mediar ante posibles confrontaciones. En caso de ser necesario, actuará otro equipo especializado en intervención, que es el que entra en contacto para contener los actos de violencia”, afirma el general. 

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Una nueva estrategia fue criticada por la falta de acción de los uniformados el pasado miércoles 28 de agosto, cuando un grupo de mujeres intentó prenderle fuego a la Catedral Primada en Bogotá.

 

 

Daniel Mejía, que fue secretario de Seguridad de la administración distrital de Enrique Peñalosa, le dijo a CAMBIO que este hecho fue muy grave porque los protestantes no respetaron los derechos de otras personas que participaban en las manifestaciones y demostró que el nuevo protocolo no va a funcionar.

“Los policías están maniatados. Los manifestantes tienen todo el derecho a protestar, deben tener todas las garantías constitucionales, pero este nuevo protocolo no les permite a los uniformados responder a las agresiones, que son un delito registrado en el Código Penal”, afirma.

Hugo Acero, quien fue el primer secretario de seguridad de la alcaldesa Claudia López, añadió que el nuevo instructivo de la Policía deja muchas dudas sobre en qué momento los uniformados pueden intervenir.

“Falta pedagogía, no solamente para los policías y para la ciudadanía, sino también para los alcaldes y los gobernadores, porque una mala medida puede provocar hechos graves con lesionados o incluso muertos".

¿Pura cosmética?

Para Daniel García, la propuesta de utilizar nuevos colores en los uniformes y que prevalezca el diálogo como una forma de actuar contra el vandalismo puede recrudecer más la violencia.

“El cambio de color le quita la esencia al escuadrón antidisturbios, es pura cosmética. Que las tanquetas las pinten de blanco o rosado no va a cambiar la violencia. Lo que hay que hacer es tener mejores reglas de intervención, y una mejor coordinación con los gestores de convivencia y con las autoridades”, enfatizó.

La tarea –agrega– requiere del compromiso de los manifestantes de respetar a la fuerza pública; de parte de la Policía, el compromiso de no extralimitarse en el uso de la fuerza.

Hugo Acero, por su parte, propone que autoridades y Policía actúen de manera conjunta, mediante una comunicación fluida que permita tomar decisiones rápidas para restablecer el orden público, sin afectar a los demás ciudadanos que hacen uso de sus derechos sin realizar actos vandálicos.

Vándalos exonerados

Otro tema que genera incertidumbre, según Mejía, son las declaraciones dadas por el ministro de Justicia, Néstor Osuna, en el sentido de que, si una persona cometió un acto terrorista en medio del vandalismo, puede recibir una exoneración.

“Me sorprendió mucho que el ministro, que es un gran conocedor de los temas de Derecho, salga y confunda. Una cosa  es la protesta, que es legítima, pero no se puede aceptar que se permita el vandalismo porque no va tener castigo”, afirma el exsecretario.

Acero admite que hay que darle una espera a la propuesta para tener claro cuáles serían esas normas legales que perdonen los actos de vandalismo. “Hay que conocer la propuesta concreta, las normas legales para sancionar los  comportamientos violentos que se presenten alrededor de las marchas. El ministro apenas hizo una referencia pero no dijo nada en concreto”.

¿Se contendrá la violencia?

Un tema que preocupa al exsecretario de Claudia López es la difícil situación que se están presentando con pobladores que han tomado las vías de hecho en varias regiones del país. 

“Esperemos que los enfrentamientos entre población afro y población indígena en el Cauca no se agraven por no intervenir como corresponde. Eso podría llevar a que se empiece a ejercer justicia por mano propia. Sería el peor de los mundos”. 

Daniel Mejía agrega que cuando el Estado no protege, cuando no se hace responsable del uso legítimo de la fuerza, los privados pueden actuar en su defensa, lo que generaría un preocupante conflicto. 

“Es un deber constitucional del Estado, además de garantizar la vida, proteger los bienes materiales de los individuos, es decir que debe actuar y no esperar a que los ciudadanos se armen para proteger la propiedad privada”, recalca.