"En la SAE no se ha perdido un solo bien y todo su inventario es real": Andrés Ávila, expresidente de la SAE
13 Octubre 2022

"En la SAE no se ha perdido un solo bien y todo su inventario es real": Andrés Ávila, expresidente de la SAE

Expresidente de la SAE, Andrés Ávila.

Crédito: Suministrada

En diálogo con CAMBIO, el expresidente de la SAE aseguró que –contrario a lo que dice el presidente Petro– todos los bienes que están en el inventario de la SAE existen y que la corrupción se dio fue en la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), que entregó algunos bienes solo en el papel.

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Las autoridades tienen la lupa puesta en lo que el presidente de la república, Gustavo Petro, denominó uno de los peores hechos de corrupción de la historia. Este jueves 13 de octubre, en una rueda de prensa conjunta con el fiscal Francisco Barbosa y el nuevo presidente de la SAE, Daniel Rojas, el presidente Petro pidió que se investigue a los expresidentes de la entidad por "incumplir la ley" al no tener un inventario actualizado con bienes que existan en su totalidad.


CAMBIO buscó a Andrés Ávila, quien estuvo al frente de la SAE durante los últimos dos años, para que explicara cómo fue el manejo que la SAE le dio al inventario de la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) y, sobre todo, para que rindiera cuentas sobre el estado actual de los bienes en poder de la SAE.
Según él, muchos de los bienes inventariados por DNE no han aparecido por la corrupción que hubo en esa entidad, pero también porque faltan actuaciones judiciales. Sin embargo, aseguró que el inventario de la SAE sí está actualizado y que los bienes ahí registrados existen en su totalidad.

La conclusión que da es que este tema no es nuevo, que se ha venido denunciando desde hace varios años, pero que tiene que ver con el manejo que la DNE le dio a los bienes y no la SAE. 

CAMBIO: Ya es un hecho que no todos los bienes del inventario de la DNE aparecieron y que podríamos estar ante uno de los hechos de corrupción más grandes de la historia reciente. Usted estuvo dos años al frente de la SAE, ¿Qué encontró sobre los bienes reportados por la DNE? ¿Encontró corrupción en la entidad?


Andrés Ávila: El presidente Gustavo Petro tiene razón en que el país merece conocer la realidad de lo sucedido con el inventario de bienes de la DNE y comparto la idea de que este fue un caso de corrupción sin precedentes y aún no calculado. Por lo tanto, soy el primero en contribuir a la solicitud del presidente para que estas investigaciones den con los responsables de estos hechos y que los mismos sean judicializados como corresponde. Lo que no puede quedar en el ambiente es que SAE o alguno de los funcionarios que trabajaron en la entidad, es responsable de ese proceso corrupto. Todo lo contrario, gracias al trabajo de SAE se hizo visible esta problemática.  Denunciamos estos hechos. Además, logramos identificar más de 444 inmuebles y 2.570 vehículos que se encontraban perdidos del inventario de DNE. El valor de esos activos encontrados supera los 300.000 millones en valores catastrales.

Debo ser enfático en decir que no se puede comparar a la SAE con la DNE. La SAE solo responde por los activos que han sido entregados por la Fiscalía, y por todos aquellos depurados del inventario de la DNE. Es decir, normativamente la SAE no responde por lo que la DNE no entregó.


CAMBIO: La DNE les entregó ese inventario en 2014, ¿Quién fue el encargado en la SAE de enviar una comisión para que revisara los bienes? ¿Cómo se hizo?


A. A.: La Ley 1708 de 2014 le otorgó a la SAE la administración del Fondo para la Rehabilitación, Inversión y Lucha contra el Crimen Organizado (Frisco), y el Decreto 1335 de 21 de Julio de 2014 estableció que la liquidación definitiva de la DNE sería –máximo– hasta el 30 de septiembre de 2014. Es razonable pensar que, en ese momento, tanto el gobierno de la época, como las entidades involucradas y los entes de control conocían y aceptaban la imposibilidad de realizar una entrega material de los activos que componían el Frisco, al ser una tarea físicamente imposible no solo por el tiempo que implicaría llevarla a cabo, sino, por los recursos económicos que debían destinarse para su ejecución. Por esa razón, en ese momento, las personas a cargo decidieron concretar un recibo de datos en los sistemas de información, con el compromiso de entrar a verificar y validar la información con posterioridad.


Por lo anterior y de acuerdo a los antecedentes que encontré en la entidad, el proceso de recibo del Frisco, por parte de la SAE, estuvo condicionado únicamente a la información que DNE entregó, excluyendo la entrega material de los activos y la verificación inmediata de la información consignada en las Actas de Entrega, así como de las bases de datos y sistemas de información utilizados por la DNE. Esta labor sería parte de las gestiones de administración del Frisco, lineamientos que se encuentran en total armonía con lo descrito en el Decreto 1335 de 2014.


La historia muestra que desde ese momento la SAE se dedicó a construir la normatividad necesaria para avanzar en el propósito de depurar el inventario y que, paralelamente, inició una serie de planes de choque para concretar las visitas de los 19.819 inmuebles, 11.436 medios de transporte (reportando 7.339 sin ubicación), 1.562 sociedades y otro número importante de muebles y divisas.

CAMBIO: Sobre ese punto, ¿Qué encontró en las inspecciones que hizo a los bienes, sociedades y vehículos, inventariados de DNE?


A. A.: En este punto hay que aclarar que uno es el inventario reportado por la DNE y otro será el que se ha venido denunciado que fue borrado en su momento en la DNE. El inventario reportado por la DNE fue depurado por SAE. El actual corresponde a la realidad: los bienes no encontrados fueron puestos en conocimiento de las autoridades. El segundo es el inventario que el país desconoce y que, seguramente, será informado una vez concluyan las investigaciones. El inventario que tiene hoy la SAE responde al número real de activos que son administrados desde 2014, es decir, la SAE ha venido garantizado que el inventario recibido corresponda a la realidad. En mi empalme entregué un inventario que corresponde con esto y da fe de las tareas realizadas por la entidad para validar durante 7 años los 19.819 inmuebles entregados por la DNE y los más de 4.500 recibidos entre el 2014 y 2022. Por lo tanto, puedo decir con total certeza que, del 2014 a la fecha no se ha perdido información sobre predios que hayan sido materialmente entregados a la SAE. Lo que he venido diciendo es que no todos los inmuebles que tienen medidas cautelares pasan a la SAE, porque hay casos en donde solo se aplica la medida de embargo y no la de secuestro, ese es otro inventario que administra exclusivamente la Fiscalía.


Ahora bien, lo que también debo decir es que el inventario no dice que todo está perfecto. Habla de un 50 por ciento de ocupaciones irregulares, de los retos en productividad y las dificultades para arrendar activos por el estigma y el asedio criminal, de los inconvenientes para actualizar los valores de algunos contratos de arrendamiento celebrados por la DNE, de la falta de información catastral, de los problemas físico catastrales de los activos, de la cartera de los inmuebles, de la falta de garantías para algunos contratos. La complejidad que traen estos bienes significa un gran reto para quien esté al frente de la entidad y una exigencia profesional muy importante, pero no imposibilita que la entidad pueda ser realmente productiva en el recaudo y en lo social, que fue lo que demostramos, durante 2020, 2021 y parte del 2022, incluso con pandemia a bordo.


CAMBIO: Sobre esas irregularidades que encontró ¿Qué denunció y en qué año? ¿Qué sabe de los avances de esas denuncias?


A. A.: Denunciamos todo. Por ejemplo, que el inventario entregado por DNE no correspondía con la realidad, que no existía información real sobre cada activo, que los carros no aparecían, denunciamos cada uno de los hechos de corrupción de algunos depositarios. Estas no fueron decisiones fáciles, aquí todos resultamos amenazados. Además, nos toco perder tiempo defendiéndonos de las mentiras que decían todos los días para distraer nuestra acción y ahora algunos pretenden decir que, en mis dos años como presidente, uno en pandemia, soy el responsable de lo sucedido en la DNE. La verdad estoy ampliamente sorprendido, pero tengo la tranquilidad y la certeza de que puedo responder por cada uno de mis actos. Confío en que seguramente muy pronto tendremos resultados en la Fiscalía sobre lo que realmente sucedió hace nueve años y también sobre los casos de corrupción que se denunciaron recientemente.


CAMBIO: Entonces, ¿Cuánta plata se perdió en bienes?


A. A.: Los bienes que no fueron reportados a la SAE en el 2014 –porque seguramente fueron borrados de las bases de la DNE– solo serán calculados el día que la Fiscalía y la Superintendencia de Notariado y Registro hagan el cruce de información sobre los bienes que tienen medidas cautelares de embargo y secuestro y lo contrasten con el inventario actual de la SAE. Lo que sí puedo decir es que nosotros encontramos, a la fecha, 300.000 millones de pesos en valores catastrales que corresponden a los bienes de DNE que no aparecían.


CAMBIO: El nuevo presidente de la SAE, Daniel Rojas, está diciendo que ese no es el único problema de la entidad. Dice, por ejemplo, que no hay certeza del valor catastral, que no hay certeza de cuántos están ocupados y de cuántos son productivos. ¿Qué piensa sobre eso?


A. A.: Si revisan todas mis entrevistas en medios de comunicación, encontrarán que también repetía como un mantra todo lo que están diciendo hoy. Trabajamos con las autoridades en múltiples reformas normativas que buscaban solucionar todos los problemas que hoy están siendo ampliamente publicitados. Por ejemplo, se impulsó la enajenación temprana, se impulsó la venta masiva, se impulsó la valoración masiva, firmamos convenios con el Igac, involucramos normativamente incluso al Dane, trabajamos de la mano con Cisa para agilizar las ventas, impulsamos reuniones de la comisión intersectorial de extinción de dominio para informar sobre todas estas temáticas. No descansé un solo día, la verdad; incluso, semestralmente validábamos con la Uiaf la información de incrementos patrimoniales de funcionarios y depositarios, para hacer seguimiento de los riesgos de corrupción. Lo que sí le puedo decir es que ninguna de las cosas que se están planteando son nuevas, de pronto me faltó publicitarlas más. Comparto que la entidad y sus procesos estén en la agenda pública y que se busque un fortalecimiento total de la misma, pero es importante que esto no se haga en detrimento de la imagen de la SAE y de sus funcionarios porque este tipo de procesos generaran dificultades y confianza en los inversionistas.


Eso sí, hay muchos otros inconvenientes. Por ejemplo, las trabas para validar la información, las dinámicas cambiantes de los inmuebles, retos en los sistemas de información, amenazas, el cruce de intereses, pero nada nos paralizó o nos impidió que actuáramos con decisión para cambiar la cara de la entidad y para buscar una mayor productividad de los activos.

CAMBIO: ¿Quién nos robó entonces esos bienes? ¿Quién debe responder?


A. A.: El capítulo de la DNE ha sido uno de los más oscuros de la historia de Colombia en cuanto a la corrupción, a la falta de respeto por la legalidad y el Estado de derecho. Fue un mal ejemplo para la lucha contra las drogas y el crimen organizado y, aunque hay muchas personas presas, el país siente que hay una deuda y que muchas personas más deberían responder. Es parte de lo que se le pide a la Justicia: que aclare, que todos los que participaron en ese caso de corrupción respondan. No todos respondieron y se espera que esta vez sea más contundente.

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