La desmentida del ELN sume al Gobierno en su primera gran crisis
3 Enero 2023

La desmentida del ELN sume al Gobierno en su primera gran crisis

Crédito: Fotoilustración de Yamith Mariño

El sorpresivo anuncio del ELN en el que manifiesta no estar enterado del cese al fuego cayó como balde de agua fría en la Casa de Nariño.

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No había bajado la euforia en el Gobierno por el acuerdo del cese al fuego bilateral entre el Estado y cinco organizaciones armadas cuando el pronunciamiento del ELN en la mañana de este 3 de enero generó un terremoto en la Casa de Nariño.

Según la delegación de esta guerrilla en la mesa de diálogos, el cese de hostilidades no se ha discutido hasta la fecha. "Por tanto –dice el comunicado– aún no existe ningún acuerdo en esa materia". La comunicación del grupo insurgente ha sido un fuerte golpe para el cese al fuego, pues el ELN da a entender que se trató de una decisión unilateral del Gobierno.

Tras el anuncio del cese al fuego, escrito por el presidente en Twitter, al filo de las 12 de la noche del 31 de diciembre, el exministro Juan Camilo Restrepo dijo que el hecho de que hubiera sido el Gobierno el encargado de informar sobre el cese de hostilidades, y no una comunicación conjunta con los grupos armados, dejaba muchas dudas sobre las condiciones y el verdadero compromiso de las organizaciones criminales con la paz total. Esas dudas las confirmó el propio ELN.

Reunión de emergencia

La primera reacción del presidente fue convocar a una reunión de emergencia –en la Casa de Nariño– al ministro de Defensa, Iván Velásquez; al ministro del Interior, Alfonso Prada, y a los altos mandos militares para evaluar el pronunciamiento del ELN y medir la reacción de las otras cuatro organizaciones que, supuestamente, respaldan el cese al fuego.

A partir de entonces, no ha habido ninguna comunicación oficial del Gobierno. En las cuentas de Twitter del presidente y sus ministros tampoco hay ninguna reacción a la noticia. El hermetismo también se ha extendido al Pacto Histórico.

El que sí se pronunció fue el jefe negociador del Gobierno con el ELN, Otty Patiño, a través de un comunicado en el que afirmó que el cese al fuego fue una "propuesta del presidente Petro para abreviar los tiempos de la negociación armada y estimular al máximo los espacios de negociación política". 

Patiño "celebró" que la guerrilla se apreste a evaluar esta posibilidad para el segundo ciclo de conversaciones, que comenzarían en la última semana de enero. Esta postura optimista del negociador es llamativa pues reconoce que el cese al fuego, por lo menos con el ELN, no surgió de un acuerdo con el Estado sino que fue una propuesta del Gobierno. Siendo así, ¿Por qué el presidente anunció la tregua si no estaba acordada con el ELN?

Ni Iván Cepeda, presidente de la Comisión de Paz del Congreso y con silla en la mesa de diálogo con el ELN, ni Roy Barreras, presidente del Senado, se han pronunciado sobre el desmarque de la guerrilla. Tampoco lo han hecho David Racero, Martha Peralta Epieyú, Clara López, Wilson Arias, Gustavo Bolívar, quienes habían respaldado efusivamente la decisión presidencial de cesar hostilidades.

Según fuentes consultadas por CAMBIO, la decisión del oficialismo es mantener la cautela y evitar declaraciones que afecten o entorpezcan la reacción del Gobierno a la crisis.

La oportunidad de la oposición

En contraste con el silencio del Gobierno y las fuerzas políticas que lo respaldan, la oposición y sectores independientes han aprovechado el momento para criticar el proceder del presidente con el cese al fuego y cuestionar la credibilidad de la paz total.

Carlos Fernando Galán, dirigente del Nuevo Liberalismo, expresó que esta situación confusa con el ELN obedece a que el presidente "maneja un tema tan complejo como el proceso de paz a punta de Twitter y show". Por su parte, Hernán Cadavid, representante a la Cámara del Centro Democrático, cuestionó la figura de Danilo Rueda, alto comisionado para la paz, preguntando si este alto funcionario no tiene comunicación directa con la guerrilla. Paloma Valencia, senadora del mismo partido, calificó como "ilegal" el decreto del Gobierno para materializar el cese al fuego y dijo que lo hecho por Petro fue una tregua unilateral.

"El cese unilateral decretado por el Gobierno y anunciado por el presidente Petro, resultó ser unilateral. El ELN dice que el tema no se ha discutido. Es un decreto ilegal que impide perseguir la criminalidad a cambio de nada", dijo Paloma Valencia.

Ramiro Bejarano le cargó la responsabilidad al ELN. Para el abogado, la guerrilla "humilla al Gobierno y genera desconcierto en el país y en la comunidad internacional con su postura de que no le fue consultado el cese bilateral al fuego. ¿Qué es lo que no les gusta del cese?".

Para Álvaro Llano, analista político, el presidente tiene un doble reto en medio de esta coyuntura. "Es necesario que el gobierno aclare la situación para no entorpecer la negociación vigente con ese grupo guerrillero y explicar lo sucedido a la comunidad internacional, especialmente a la Misión de Verificación de la ONU, MAPP/OEA, la cual se ofreció como facilitador en el proceso de verificación".

Según el experto, el Gobierno se metió en esta crisis por actuar apresuradamente. "Se notó el afán de mostrar resultados sin tener en cuenta la rigurosidad que amerita un acontecimiento de esta envergadura".

Lo cierto es que el costo político de la desmentida del ELN no es menor. En su primera gran crisis, el Gobierno se juega la credibilidad frente a los militares, la oposición y los adversarios con los que negociará la paz total y contra su propio partido, que lo ha defendido hasta el momento a capa y espada.

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