Las casas de lujo que ahogan a Cota
1 Octubre 2022

Las casas de lujo que ahogan a Cota

La irresponsable asignación de licencias de construcción tiene al municipio cundinamarqués con el agua al cuello.

Por: Maria F. Fitzgerald

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La sabana de Bogotá se ha convertido en una de las zonas con crecimiento urbanístico más acelerado en los últimos años. Cota, uno de los municipios más cercanos a la capital, se ha visto especialmente afectado por este fenómeno. Los condominios de lujo han rodeado al pueblo viejo. Con casas que superan los 2.000 millones de pesos, esta es una zona que ha recibido el impacto del nuevo despertar inmobiliario. 

Sin embargo, la construcción ha crecido a espaldas de la ley. El Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) que rige al pueblo prohíbe la construcción de buena parte de las zonas donde se levantan estos conjuntos. Detrás de estas decisiones parece estar la figura del alcalde Néstor Guitarrero, un dirigente fuertemente cuestionado. 

Para profundizar

¿Cómo funciona el POT de Cota? 

El plan, que está vigente desde el 2000, defiende el modelo predominantemente rural del pueblo. Señala su carácter “agrorresidencial y con una amplia estructura de protección ambiental”. Esto, con el fin de proteger las zonas que rodean los cuerpos de agua del río Bogotá, los humedales y las zonas montañosas de especial cuidado.  

Respecto de las viviendas, el PBOT se planteó bajo la premisa de priorizar y gestionar con agilidad las viviendas de interés social que beneficiaran a los habitantes del pueblo y que fueran construidas con especial cuidado de las áreas medioambientales. 

En este sentido, dejó una parte del municipio para la construcción de proyectos con un desarrollo urbano disperso que permitiría mayor densidad poblacional, e incluso mayor altura en las construcciones; y otra para construcciones espaciadas en pocos predios seleccionados. 

Todas estas condiciones han sido alteradas por los condominios de lujo que han rodeado al pueblo. La única zona permitida para este tipo de construcciones de casas más amplias y con mayor densidad, están asignadas a una zona conocida como Parcelas. Allí, el PBOT sí permite estas construcciones. Sin embargo, únicamente las permite bajo un modelo controlado de construcción y alejado de los puntos de protección medioambiental. Esta no ha sido la realidad. 

 

¿Por qué se han expedido tantas licencias de construcción? 

En 2012, el municipio de Cota expidió licencia de construcción al proyecto Quintas de Toledo. En concordancia con el PBOT, la licencia fue otorgada para seis casas. Sin embargo, en 2019, el secretario de planeación de ese momento, Giovanni Balsero, aprobó el parcelamiento de esos terrenos y, además, la construcción no ya de seis casas sino de cincuenta. Semejante desproporción terminó alterando la protección de las fuentes hídricas y superando gravemente la densidad poblacional permitida.

Por esta irregularidad, el Consejo Profesional Nacional de Ingeniería le abrió en agosto de 2022 una investigación preliminar, durante la cual Balsero tendrá que explicar por qué alteró las condiciones de la licencia.

Tras la salida de Balsero, a la Secretaría de Planeación se integró William Aristizábal, quien se posesionó en marzo de 2021. Aristizábal venía de ser secretario de la junta directiva de la empresa constructora de Quintas de Toledo. De hecho, fue el diseñador de las casas de ese conjunto, lo cual fue denunciado por la veeduría ciudadana de Cota por un claro conflicto de intereses. Las denuncias no fueron escuchadas y el propio alcalde, Néstor Guitarrero, negó que hubiera conflicto alguno.

De nuevo, la veeduría ciudadana elevó sus quejas al Consejo Profesional Nacional de Ingeniería, donde espera tener mejor suerte, pues el secretario de Planeación se ha convertido en un prolífico expedidor de licencias.

Desde que llegó a la Secretaría, Aristizábal ha otorgado 350 licencias de construcción a distintas constructoras y particulares. De acuerdo con un derecho de petición contestado por la Secretaría de Planeación de Cota, actualmente existen “340 solicitudes de licencias, de las cuales 54 solicitudes son de usos comerciales e industriales y 283 solicitudes de uso residencial”.

Todas estas licencias agravan un problema que ha tenido el municipio al menos desde 2016: un acueducto colapsado. Incluso, Quintas de Toledo quedó por fuera del sistema de alcantarillado y terminó –otra irregularidad más, consentida por el entonces secretario de Planeación Giovanni Balsero– desviando las aguas residuales hacia los predios vecinos. 

¿Y al alcalde quién lo ronda?

En medio de este estallido de la construcción irregular, el alcalde Néstor Guitarrero aparece como uno de los principales involucrados, pues el frenesí urbanístico ha ocurrido durante sus dos administraciones. 

Sin ir más lejos, al terminar la primera alcaldía, Guitarrero tuvo que enfrentar un proceso en la Fiscalía por –supuestamente– haber creado un cartel de contratación que habría beneficiado proyectos urbanísticos impulsados por él. Fue acusado de cohecho propio, celebración de contratos sin requisitos legales y peculado por apropiación. También de 

La Fiscalía también le abrió cargos por delitos de fraude en inscripción de cédulas y corrupción de sufragante durante su primera campaña de elección a la alcaldía, en 2015.

Más recientemente, la Contraloría le abrió un proceso que continúa en investigación por sobrecostos de más de 18.000 millones de pesos en el manejo de la pandemia por covid-19. 

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