María Claudia Ramírez Tannus, la científica colombiana.
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María Claudia Ramírez-Tannus, la colombiana que busca estrellas y planetas con el telescopio James Webb
CAMBIO habló con María Claudia Ramírez-Tannus, una astrofísica colombiana que trabaja haciendo observaciones en el telescopio James Webb. Esta es su historia.
Por: Alisson Betancourt
María Claudia Ramírez-Tannus es una astrofísica bogotana que, a sus 34 años, ha logrado una gran carrera académica. Se graduó de Física en la Universidad de los Andes, posteriormente hizo su maestría en Ciencias Físicas en el Instituto de Computación Astronómica (ARI, por sus siglas en alemán) y finalmente obtuvo su título posdoctoral en Astrofísica del Instituto de Astronomía Anton Pannekoek, en Ámsterdam, Países Bajos.
Pero sumado a sus logros académicos, actualmente es una de las astrofísicas que lidera uno de los proyectos más importantes del James Webb, el telescopio más nuevo y con mejores actualizaciones en el mundo, que explora el espacio. Fue construido por la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Canadiense y la Nasa y reemplazó al Hubble y al Spitzer.
El James Webb tiene tres ventajas sobre sus antecesores: es más grande, permite ver de forma más detallada elementos en el espacio que antes no se podían observar y estudia la luz infrarroja.
¿Qué es la astrofísica? Entendiendo el universo
Ramírez-Tannus dice que su profesión se puede definir como "la que busca entender el universo" y responde a una serie de preguntas que hasta la fecha siguen siendo un misterio para la humanidad, tales como: ¿De dónde venimos? ¿Cómo estamos acá? ¿Qué va a pasar? ¿Qué está pasando?
La astrofísica es una ciencia que se divide en cuatro enfoques: instrumental, observacional, datos y formulación de ecuaciones. María Claudia se especializó en la segunda y, aunque contó que es solo el 10 por ciento de todo lo que debe hacer con el James Webb, lo cierto es que es lo que la motiva todo el tiempo a ejercer su profesión.
Su historia y pasión por ver y contemplar las estrellas y el universo comenzaron cuando, por primera vez, tuvo la oportunidad de usar un telescopio en México.
“Justo al final de mi carrera de Física tuve la oportunidad de ir a una escuela de Astronomía Observacional en México. En esa escuela estuvimos observando con un telescopio por dos semanas, tuvimos clases con profesores de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y en ese momento me enamoré de la Astronomía”, aseguró la científica.
Derribar estereotipos
Ramírez-Tannus dice que el proceso no ha sido lineal, pues en la formación y en su trabajo ha tenido que derribar los estereotipos de que las mujeres no son buenas para las matemáticas, superar que en su profesión siguen dominando los hombres y sobrellevar la vida familiar y la profesión. Todo un desafío.
“La Física y la Astronomía son carreras que están dominadas por hombres todavía, aunque es importante mencionar que en Estados Unidos y en Europa se han estado haciendo esfuerzos grandes por mejorar la equidad de género. Pero yo diría que en doctorado y posdoctorado somos más o menos la misma cantidad de mujeres y hombres. Sin embargo, en posiciones permanentes de profesores, directores de institutos, y cargos así todavía hace falta mucho trabajo y está dominado mucho por hombres”, contó.
Pese a los retos que hay para las mujeres, considera que en general ha tenido la posibilidad de desarrollarse en su profesión, sin dejar de lado su vida personal, como le pasaba a muchas científicas antes.
“Tengo una hija de tres años, ella nació más o menos cuando nos enteramos de que nos iban a dar datos del telescopio, ella tenía dos semanas o algo así de nacida y pues no voy a mentir, no es fácil porque vivimos lejos de nuestras familias. Pero hemos formado nuestra red de apoyo, tenemos amigos que también viven lejos de sus familias, que nos apoyan mucho y que nos ayudan a cuidarla cuando no tenemos tiempo”, dijo sobre su vida personal. Agrega que con su pareja, que también es físico, llegaron a acuerdos para distribuirse todas las labores en un cincuenta por ciento.
¿Cómo logró trabajar con el James Webb? ¿Qué estudia?
En 2021, esta astrofísica colombiana participó en un concurso junto con tres compañeros de profesión para tener la posibilidad de hacer observaciones en el James Webb. Pasado el tiempo, la cantidad de colaboradores se ha multiplicado, ahora son 30 personas trabajando en diferentes partes del mundo con este mismo fin: entender cómo nacen los planetas y cómo funcionan las estrellas.
“Somos 30 astrónomos alrededor del mundo, hay gente en Europa, en Alemania, en Países Bajos, en Francia, en Estados Unidos, y hay investigadores de la Universidad de Antioquia que hacen parte del proyecto. Ellos son los que se encargan de generar esos modelos, precisamente que necesitamos para entender las observaciones”, contó María Claudia Ramírez-Tannus con mucha emoción. Explicó que, pese a que el telescopio James Webb se maneja desde Estados Unidos, los científicos que trabajan en el proyecto pueden acceder a los datos que se envían tres veces al día desde cualquier lugar del mundo. Por ejemplo, ella lo hace desde Alemania.
La magia de lo desconocido del universo
Para Ramírez-Tannus, parte de la magia del universo es lo desconocido. Pese a todos los estudios y tecnología, hay fenómenos que todavía no tienen explicación lógica. La científica dice que sigue sorprendida de que, pese a que hay mucha luz ultravioleta en el espacio generada por las estrellas que observa, se puedan ver elementos fundamentales para la creación de planetas como la tierra: agua, CO2, entre otros.
“Me interesa saber cómo se pueden formar estas estrellas que son unos monstruos y físicamente es difícil explicar cómo puede haber unas cosas así de grandes en el espacio sin que exploten antes o que se desintegren. También seguimos estudiando cuál es el efecto, cómo producen tanta energía y tanta radiación. Entonces la pregunta más grande es cómo puede ser que en un ambiente así de violento podamos de existir nosotros, porque nosotros creemos que el Sol se formó así cuando el sol era bebé”, explicó.
Ramírez-Tannus compara su trabajo de observación de las estrellas con la contemplación de una bailarina, pues el movimiento de las estrellas cuando giran en su órbita es similar a los movimiento del ballet.
"Cuando las bailarinas están girando y ellas meten sus brazos giran mucho más rápido y cuando abren los brazos giran más despacio, en el caso de una estrella que se está formando es igual, la nube está girando y como todo el material se está concentrando alrededor, entonces va a empezar a girar súper rápido y se comienzan a ver los discos de gas y polvos que es donde se forman planetas", anotó.
Por ahora, esta científica continúa con el proyecto que le ha permitido seguir sus sueños: “Todos y todas podemos ser científicos, solo se necesita preguntar y seguir teniendo curiosidad”.