Los altos mandos del Ejército que nombró Salvatore Mancuso en la audiencia única de verdad

Crédito: Colprensa - captura de pantalla video

Los altos mandos del Ejército que nombró Salvatore Mancuso en la audiencia única de verdad

Este viernes se conoció que Salvatore Mancuso fue aceptado en la JEP. En la audiencia se conocieron algunos detalles dichos por el exparamilitar de manera privada. Entre ellos los nombres de altos mandos militares a los que se les pagaba mensualidades.

Por: Santiago Luque Pérez

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El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso fue aceptado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En la audiencia en la que se tomó la decisión, el tribunal también dijo que levantaba la reserva de algunas de las cosas dichas por el antiguo comandante del Bloque Norte de las autodefensas.

Durante la diligencia se mostraron algunos videos de lo dicho por Mancuso en la audiencia reservada que se desarrolló en mayo. Una de las cosas que dijo el exparamilitar tiene que ver con el pago a altos mandos militares.

Mancuso afirmó que le establecieron mensualidades al entonces coronel Leonardo Barrero y al mayor René Sanabria.

Según Mancuso, Barrero tuvo una mensualidad de entre 15 y 20 millones de pesos. El militar retirado llegó al cargo de general y ocupó entre 2013 y 2014 la comandancia de las Fuerzas Militares. De este cargo salió después de un escándalo en el que le interceptaron unas llamadas que hizo desde el celular de un preso.

La comunicación la hizo con el entonces coronel Róbinson González del Río, quien estaba siendo procesado por falsos positivos. A este militar también se le ha acusado de pertenecer a estructuras criminales.

Al general retirado Barrero también lo acusó Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, de servir como puente entre los narcotraficantes y el Ejército, por lo que era considerado de la la nómina del Bloque Centauros. La declaración se dio durante una audiencia sobre los falsos positivos en el Casanare.

Por otra parte, a Sanabria, quien llegó a ser coronel y director de inteligencia de la Brigada XI, le habrían pagado alrededor de 5.000.000 de pesos mensuales.

No fueron los únicos altos mandos militares mencionados por el excomandante paramilitar. Mancuso también dijo que varias masacres cometidas en 1999 y con las que los paras ingresaron al Catatumbo se cuadraron con el excomandante de la Segunda División del Ejército, general (r) Mario Fernando Roa Cuervo, además del coronel Víctor Matamoros.

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En la matriz realizada por la JEP, se nombran decenas de militares que colaboraron con los grupos paramilitares y que fueron mencionados por Mancuso tanto en la parte reservadas, como en la pública.

Uno de los nombres que resalta y de los que Mancuso dio información novedosa es el del general (r) Mauricio Santoyo, quien fue el exjefe de seguridad del presidente Álvaro Uribe Vélez de 2002 a 2005.

La información aportada por Mancuso es que el Comandante del ELN Alias Bayron fue detenido y en lugar de ser apresado, el general Santoyo lo entregó a los Castaño para hacer un canje por personas secuestradas. La JEP asegura que "el documento aportado por Mancuso se indica que es novedoso".

El general Rito Alejo del Río, mencionado por el líder paramilitar en varias ocasiones, vuelve a aparecer en la matriz de información entregada por la JEP. Otros de los mencionados son los generales Iván Ramírez Quintero, Martín Orlando Carreño Sandoval y Alfonso Manosalva Flórez, estos dos últimos ya fallecidos.

En el caso de Del Río, lo novedoso de la mención está en que en un documento aportado por Mancuso se afirma que Víctor Carranza coordinó la incursión paramilitar en Mapiripán en comunicación con Rito Alejo del Río.

Por el lado del general retirado Iván Ramírez Quintero, Mancuso afirmó: "Yo llamé al general Iván Ramírez y le dije que se los dejaba ahí, le dejé la coordenadas, y supongo que los habrán legalizado de ellos como bajas en combate con el jefe, eso fue un 8 de diciembre del año 96". 

Estos posibles casos de falsos positivos fueron considerados en el documento de la JEP como un posible aporte que hablaría de cómo se realizaba la legalización de los mal llamados falsos positivos.

De igual manera, el documento reseña que el homicidio en contra del profesor de la Universidad de Córdoba Fredy Francisco Fuentes Paternina y su escolta el 18 de julio de 1997. Este crimen, según Mancuso, fue coordinado y ejecutado con Henry Rubio Conde, comandante de la Policía de la Sijín en Córdoba y luego jefe de seguridad del expresidente Álvaro Uribe.

"AK nos tocaba importarla porque el ejército nunca utilizó AK y de esas trajimos millones de cartuchos a través de la importaciones de armas que traíamos, pero volviendo a lo que es ejército… a través de ellos y de la misma policía, recibimos mucho apoyo, el capitán Barrios de Policía de Tierra Alta nos regalaba granadas, municiones; el capitán Rubio y el coronel Suárez; el coronel Barrero", afirmó Mancuso.

También se menciona el caso de la Drummond en 2001 y entre los militares mencionados, que no se les había nombrado previamente y que no tenían procesos judiciales, están el general Álvaro Medina, primer comandante de la Brigada XI entre 1987 -1990, y el general Hugo Tovar. Estos últimos se habrían reunido con los jefes de seguridad de la compañía carbonera y con miembros de las autodefensas para ayudar a la lucha contra la guerrilla.

En el documento también se hace mención a otros militares con diferente rango y sobre los que la JEP deberá compulsar copias en caso de creer necesario. 

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