La nueva modalidad de las disidencias de las Farc para reclutar menores

En la mañana del 26 de diciembre, un grupo de guerrilleros del frente Carlos Patiño, de las disidencias de las Farc, llegó hasta la vereda Buenavista, en Suárez, Cauca, su objetivo era llevarse a varios menores para incorporarlos a las filas guerrilleras.

Dentro del grupo que fue sacado a la fuerza de sus viviendas estaban Jeyson, Lezly y Pablo (nombres ficticios para proteger su identidad, menores entre los 15 y 17 años que fueron obligados a dejar a sus padres con la amenaza de que serían sentenciados a muerte sino cumplían con sus órdenes.

• El drama del reclutamiento de menores está lejos de acabar
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Para los tres menores no eran desconocidas la práctica de reclutamiento para la guerrilla. Lo que desconocían era que iban a ser llevados a Arauca para formar parte del  frente décimo de las disidencias de las Farc.

Durante varias semanas tuvieron que soportar largas jornadas de caminatas para atravesar el departamento del Cauca. En el recorrido fueron recibidos por hombres de confianza de alias Antonio Medina, cabecilla del frente décimo.

Sin entrenamiento, ni capacitación tuvieron que soportar los maltratos y participar en combates con los integrantes de la columna Domingo Laín del ELN. Vieron morir a varios de sus compañeros.

Con el paso de las semanas y sin saber qué había pasado con sus familias, aprovecharon un momento de descuido para entregarse en la vereda Las Nubes, de Tame, Arauca, a tropas de la Fuerza de Tarea Quirón del Ejército.

Los menores contaron a los uniformados los trabajos forzados que tuvieron que enfrentar y las amenazas que recibían todos los días de afectar a sus familias sino cumplían las órdenes.

Buscan a los niños más desprotegidos

Este nuevo fenómeno ya había sido denunciado por Juan Carlos Villate, personero de Tame, Arauca, en Blu Radio, donde afirmó que grupos al margen de la ley traen a niños de otros departamentos y regiones del país para meterlos en sus filas.

“(…) Pero este año, particularmente, iniciamos a identificar un fenómeno que, pues para nosotros nos causó muchísima sorpresa porque realmente no lo habíamos percibido ni analizado de esa manera y es encontrar niños que están siendo desarraigados, traídos de otros departamentos, en este caso, como Cauca y Nariño, puestos aquí en Arauca y que hacen parte, por ejemplo, del Estado Mayor Central; son niños en los cuales se han activado todas las rutas, se están haciendo todos los procesos para el restablecimiento de derechos y, por supuesto, para la reunificación familiar en entornos mucho más seguros”, mencionó.

El personero añadió que el reclutamiento, no es de ahora, sino que es algo desde hace varios meses, incluso años, pero nunca  había pasado que trajeran a menores de otras zonas. En estos casos, precisó, buscan a la población más desprotegida.

“Buscaban la población, la infancia mucho más débil y desprotegida, en este caso, los niños de resguardos indígenas. Tenemos varios resguardos indígenas que están en riesgo de exterminio físico y cultural en el marco del conflicto, donde sus niños hoy por ahí están alimentando y están fortaleciendo las filas de los actores armados en el territorio”, aseveró.

Qué dicen las autoridades

Durante lo corrido del año 2024, el Ejército ha recuperado ocho menores de edad que fueron reclutados de manera forzada por el frente décimo, de las disidencias de las Farc y el frente Domingo Laín Sáenz del ELN. 

En enero, en Fortul, Arauca, una menor de 13 años llegó buscando ayuda a las tropas del Ejército Nacional. Ella, a cambio de supuestas oportunidades, había sido engañada por el ELN. 

El 25 de enero de 2024, en medio de un ataque a las tropas en la vereda La Esmeralda, municipio de Tame, los soldados encontraron en el lugar a tres menores de edad de 16 años, y a un bebé, quienes inmediatamente quedaron bajo la tutela del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para el restablecimiento de sus derechos.

Así mismo, el 20 de febrero, en la vereda La Legía, de Tame, Arauca, un menor de 13 años se acercó a los soldados del Batallón de Ingenieros de Combate, manifestando no querer pertenecer más al frente décimo de las disidencias de las Farc; por ello, entregó el armamento, un fusil Galil con su munición y proveedores. El menor quedó a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, y el armamento a disposición de la Fiscalía General de la Nación.

Finalmente está el caso de los tres menores que buscaron al Ejército en la vereda Las Nubes, los cuales esperan en los próximos días poder reunirse con sus familias en el departamento del Cauca.