¿Otro Plateado? Segunda Marquetalia mete presión para sacar a las tropas de Tumaco

Desde comienzos del mes de noviembre, cerca de 6.000 campesinos de las veredas que conforman los corregimientos de Alto Mira y Frontera, zona rural de Tumaco, han realizado varias asonadas en rechazo a la presencia del Ejército en la zona.

La más violenta ocurrió en la mañana del viernes 17 de noviembre, cuando integrantes de la fuerza de tarea Hércules, del Ejército, llegaron a la vereda El Timbal, con la misión de erradicar cerca de 2 hectáreas de cultivos de coca.

Al sentir la llegada de los uniformados, un grupo de campesinos, encabezados por mujeres embarazadas y niños, comenzó a rodearlos para exigirles que se fueran. Según el testimonio de uno de los campesinos, las protestas se deben al abandono estatal y que la respuesta sea militarizar las veredas para que dejen de sembrar matas de coca, que es de lo que viven.

El ambiente se puso tenso cuando los uniformados detectaron que en medio de la matas de coca había enterrados dos cilindros cargados con explosivos, que fueron desactivados por una integrante del escuadrón antiexplosivos.

Luego de la detonación de la carga, los campesinos volvieron a rodear al grupo de uniformados, informaron que los cilindros habían sido colocados por el frente Oliver Sinisterra, de la Segunda Marquetalia, y los conminaron a salir.

Según información de inteligencia, el grupo ilegal, liderado por alias Gringo, en busca de mantener el control de las economías ilícitas, presiona a las comunidades para que organicen asonadas e impidan el avance de las autoridades.

“En ese sector, en las últimas semanas las tropas de la Fuerza de Tarea Conjunta de Estabilización y Consolidación Hércules, en permanente coordinación con la Policía Nacional, han neutralizado cerca de 50 laboratorios ilegales para el procesamiento de base de coca, han destruido insumos líquidos y sólidos, han incautado armamento, entre otras acciones, debilitando así las estructuras logísticas y criminales que allí delinquen”, asegura el general Giovanni Rodríguez León, comandante de la Fuerza de Tareas Hercúles.

Las autoridades, en los once meses que han transcurrido del año, han destruido de manera controlada cerca de 2.200 artefactos explosivos.

Tropas no se van de la zona

Luego de una reunión encabezada por el defensor regional del pueblo, Jair Mena, se logró un acuerdo para evitar que se presenten más confrontaciones: los campesinos podrán continuar con sus cultivos, pero aceptar la presencia de la fuerza pública.

El Ejército aclaró que se va a realizar un reposicionamiento de las unidades con el único propósito de garantizar las condiciones de seguridad de la población civil del litoral Pacífico nariñense y evitar confrontaciones que afecten a las comunidades o a las unidades militares.

La principal preocupación para las autoridades es que ocurra lo del municipio de El Plateado, Cauca, donde las tropas fueron sacadas de la zona por la presión de los integrantes del frente Carlos Patiño, disidencias de las Farc, que además secuestraron por varias horas a integrantes de fuerzas especiales del Ejército.

“Las Fuerzas Militares continuaran presentes sobre el sector de Alto Mira y Frontera, en cumplimiento de la misión Constitucional y desplegando sus capacidades con el objetivo de proteger a las comunidades”, concluyó el general Rodríguez.