Directivos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá responden a denuncias del Coro Filarmónico Juvenil

Después de que CAMBIO diera a conocer las denuncias que algunos integrantes y exintegrantes del Coro Filarmónico Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, este medio conversó con David García, director general de la orquesta, quien puntualizó varios aspectos que son mencionados en la denuncia.

Según los denunciantes, buscaban visibilizar supuestas insuficiencias en garantías para cumplir con su labor: entre ellas, falta de recursos y de estabilidad en sus garantías de trabajo, así como inestabilidad en las contrataciones.

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Uno de los puntos principales de la protesta de los integrantes y exintegrantes del Coro Juvenil es la "inestabilidad e incertidumbre en las contrataciones". Por ejemplo, la remuneración que reciben y el tipo de vinculación laboral al que se suscriben al firmar el contrato por prestación de servicios para pertenecer a la agrupación.

A raíz de esto, David García explicó cómo son concebidas las subagrupaciones que según explica, se conciben de una forma distinta a la Orquesta Filarmónica.

El directivo dijo que el proyecto de Coros Juveniles existe desde hace diez años en la Filarmónica; para ese entonces, tan solo existía la Filarmónica principal. Según él, las nuevas orquestas fueron creadas "con el fin de que fueran espacios de estímulo y espacios de apoyo para los jóvenes músicos que se están graduando en las escuelas. Son lugares de práctica".

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¿Cómo se fundamenta la agrupación juvenil?

La creación de estas agrupaciones, según aclaró García, se dio en el Plan de Desarrollo de 2013 en la alcaldía de Gustavo Petro el cual dice:

"Es importante dejar constancia de que los artistas seleccionados para integrar las Orquestas Sinfónicas se consideran como artistas en proceso de formación musical, no siendo un escenario para la promoción de artistas profesionales; por el contrario, el proyecto que se adelanta desde la Dirección Filarmónica, corresponde a un proceso de fomento y fortalecimiento de los artistas de cara y en desarrollo de lo establecido en el artículo 71 de la Constitución (...), así como el fortalecimiento de estímulos a las personas que ejerzan dichas actividades (culturales)".

Lo anterior es relevante, ya que plantearía una diferenciación entre la labor realizada por el Coro Filarmónico Juvenil y la Orquesta Sinfónica profesional; así pues, según argumentó García, son de naturaleza diferente, por lo que sus condiciones de contratación, remuneración y fines son distintos.

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Las condiciones contractuales de los miembros

El directivo aclaró que, mientras la Filarmónica principal está integrada por músicos expertos con puestos fijos y contratos de tipo 'empleados oficiales', los miembros del Coro Juvenil tienen un 'contrato por servicios artísticos' y reciben un apoyo económico que no se debe entender como un salario que implique fuente de ingreso principal.

Según García, la labor de estos jóvenes no se concibe como un trabajo de exclusividad (como si es el caso de la Filarmónica), sino un espacio de aprendizaje y cultivo voluntario de sus habilidades. Los cupos de la CFJ puestos son renovadas anualmente y el rango de 18 a 27 años, aproximadamente.

No obstante, García explica que la mayoría de integrantes del Coro refrendan su pertenencia y continúan su proceso con normalidad; claro está, sin que pertenecer al Coro implique un contrato laboral.

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¿Cómo vincula la Filarmónica a los jóvenes?

"La Filarmónica de Bogotá no contrata a ninguno de los muchachos que están vinculados a esos proyectos, sino que nosotros nos aliamos a través de una invitación pública con diferentes actores de la vida cultural de Bogotá. Por ejemplo, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, la Fundación Batuta y, en el caso específico y actual del Coro, nos aliamos con la Corporación Carmiña Gallo (...) Se hace una invitación pública y el que tenga las calidades para hacerlo y pueda cumplirlo, entonces es escogido como aliado", afirmó el director.

Según explicó García, estas organizaciones son las encargadas de la contratación y la vinculación de los jóvenes. "la Filarmónica de Bogotá no los contrata a ellos. Lo que nosotros hacemos es que, desde el punto de vista artístico, se hace un repertorio donde pueden hacer conciertos para difundir la labor formativa que hacen", aclaró el director.

Aún así, respecto a la remuneración que reciben los jóvenes vinculados al Coro en un mercado tan competitivo como el musical en el país, García planteó que "no existe ningún coro juvenil en Colombia que tenga una remuneración regular (...) Un apoyo financiero para que pudieran desarrollarse. Entonces, todo esto debe redundar en la mejora de las condiciones de cada artista y de cada músico".

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El diálogo con los miembros del Coro

Teniendo en cuenta el apoyo financiero periódico y la naturaleza del Coro Juvenil, el director aseveró que ha sostenido conversaciones con los miembros de la agrupación, "indudablemente hay muchas cosas que mejorar y muchas cosas que se pueden modificar. No nos vamos a poner en el papel de la defensiva, sino al contrario: escuchar y trabajar juntos".

Partiendo de lo anterior, García manifestó que luego de estas reuniones –de las cuales la última tuvo lugar en la misma coyuntura en que se publicó el artículo con la denuncia–, se creó con el Coro un grupo operativo, con representantes nombrados por sus propios miembros, así como de la dirección de la Filarmónica. También se invitó a participar a la Corporación Carmiña Gallo.

Dicho grupo operativo se estableció "con el fin de que hubiera mayor comunicación, para que no suceda cualquier tipo de cosa por falta de la misma. Ese grupo ya está funcionando. Estamos trabajando para consolidar esto", agregó el directivo.

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