‘Pobres criaturas’, la comedia negra surrealista que aspira a 11 premios Óscar

Cuando comienza la película Pobres criaturas todo parece indicar que la historia ocurre en Londres a finales del siglo XIX. Sin embargo, muy pronto aparecen en los escenarios elementos que han llegado allí de tiempos posteriores o de un hipotético futuro que nunca llegó, fruto de una ecléctica mezcla de inspiraciones provenientes del cine, la arquitectura y el dibujo.

De esa manera Yorgos Lanthimos, el director de Pobres criaturas, sumerge al espectador en una atmósfera de falsa realidad, cercana al mundo de los sueños, así como al de las escenografías de obras de teatro y ópera. La banda sonora también contribuye a acentuar esa sensación de irrealidad y fantasía que recorre el film.

La película narra las aventuras de Bella Baxter, interpretada por Emma Stone, una joven mujer que vuelve a la vida como resultado de un experimento desarrollado por el doctor Godwin Baxter (protagonizado por Willem Dafoe), un cirujano con el aspecto del montruo creado por el doctor Frankenstein y que en la película se desempeña como si él fuera el mismísimo doctor Frankenstein. Él la adopta y la trata como si se tratara de su hija.

A pesar de ser una adulta, en su resurrección debe aprenderlo todo de nuevo y eso la lleva a explorar el mundo que la circunda. Primero, la enorme casa donde vive. Luego, los alrededores, en una recreación fantasiosa del Londres de finales del siglo XIX. No contenta con ello, decide huir con Duncan Wedderburn (interpretado por Mark Ruffalo), un abogado embaucador y libertino, y realizar una travesía en barco para conocer los secretos del mundo de los que ha estado aislada, liberarse de los prejuicios de su época y defender la igualdad y la liberación. Es un relato con elementos de ciencia ficción que le permiten al director desarrollar su fantasía y crear escenas de humor negro que llevan la trama de la historia entre la comedia y la tragedia. La película, además, explora con sarcasmo y humor las paradojas entre la locura y la realidad, los sentimientos y la ciencia y la razón y en muchos momentos cuestiona los ideales de la justicia social y la moral, ya que el sexo sin cortapisas es uno de los elementos que componen esta película. Además, la película es un gozo tortal para los amantes de los animales fantásticos.

Un personaje tan singular como Bella Baxter debía vivir en un mundo un mundo igualmente singular. Por eso Lanthimos creó sets desde cero en lugar de filmar en locaciones. “No podía ser algo meramente realista. Tratamos de abrir la época e insertar elementos que aludiesen a otras épocas. Eso permite que sea más como un cuento de hadas o más metafórico. Así que hay varios elementos que son de ciencia ficción, anacrónicos o imaginarios”, señala.

La película se realizó en los estudios Origo, de Budapest, donde se construyeron versiones alternativas de escala épica de Londres, París, Alejandría y Lisboa, así como un transatlántico y la casa de Godwin Baxter. Cada espacio se creó con un nivel de detalle fuera de común., con múltiples objetos y recursos decorativos. Además, el equipo técnico utilizó recursos varios como fondos pintados a mano, proyecciones y pantallas LED.

En diversos espacios de la película se combinan elementos propios de la era victoriana con guiños a la arquitectura moderna del siglo XX. Sin embargo, a los ojos de hoy, esos diseños se ven como algo que nunca tuvo  lugar, lo que ayuda a reforzar la idea de que se trata de un sueño y a la vez de una metáfora.
El diseño mismo del barco parece sacado de la fantasía de algún pintos de comienzos del siglo XX pero a los ojos de hoy luce antiguo. Igual sucede con el cable aéreo que sobrevuela la ciudad de Lisboa.

Lanthimos combińó el blanco y negro, que predomina en la primera parte de la película, y el color, que se adueña casi por completa del film cuando Bella emprende su recorrido por el mundo. Lanthimos utilizó varias texturas, contrastes y colores que solamente se pueden lograr al utilizarse diferentes tipos de película. “Esto realzó la estética visual y la atmósfera de múltiples sets y escenas diferentes”.

James Price y Shona Heath, diseñadores de producción, ​​​​​​fueron determinantes en el desarrollo del proyecto. Ellos determinaron cuáles épocas históricas utilizarían para tomar elementos que ayudaran a establecer el tono. “Siempre tratamos de imaginarnos que la historia estaba ambientada en el pasado pero con una visión de futuro”, explicó Heath. Sirvieron de inspiración las caricaturas de Albert Guillaume, creadas durante la Belle Époque en París, y que eran eran futuristas para la época. También examinaron películas de grandes directores del pasado como Federico Fellini (en películas como Y la nave va y Casanova) y el británico Michael Powell, así como de realizadores contemporáneos como el sueco Roy Andersson, todos ellos conocidos por construir sus propios mundos en el estudio.

La película ganó dos Globos de Oro y del Critics Choice Awards a Mejor Actriz por la interpretación de Emma Stone como Bella Baxter. Además está nominada a 11 Premios Oscar como Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Actor de Reparto, Mejor Guion Adaptado, Mejor Banda Sonora, Mejor Fotografía, Mejor Diseño de Producción, Mejor Edición, Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Maquillaje y Peinados. También recibió un número igual de nominaciones a los premios BAFTA.