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Si caben dos, caben tres: Colombia va por su tercera victoria en Bolivia
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Así fueron las dos veces que la Selección Colombia ganó en Bolivia en las eliminatorias. ¿Viene la tercera?
Año 2011: la primera vez que le ganamos a Bolivia en la Paz
Año: 2011. Altura: 4.090 metros. Estadio de La Paz. Minuto 93. El Tigre de la foto lleva 15 minutos en cancha, paciente y al acecho. Todos los demás –James, Abel, Zúñiga, Armero, Aquivaldo– arrastran las piernas, sienten que el pecho se les cierra y que la cabeza les palpita, como si en las sienes tuvieran un corazón. Bolivia, acostumbrado al infierno de la altura, busca doblarnos el brazo y teje un último ataque que se pierde en las piernas colombianas.
Entonces el contragolpe: de Carlos Sánchez a James, de James a Dayro, que se come la banda derecha para, en el tiempo perfecto, cruzarle el balón al número 9, con apodo felino, conocido en el mundo como Radamel Falcao García.
El Tigre, fiel a sí mismo, inhala y exhala en el área, piensa y define cruzado, pegado al palo: letal. De repente, por el efecto mágico del gol, los pulmones se inflan y la última reserva de aire se despilfarra en la pletórica celebración de gol.
Por primera vez en su historia, Colombia asalta La Paz. Los caballeros repiten, dice el refrán.
2018: el que es caballero repite, segunda victoria en La Paz
Empezamos ganando con golazo de James, zapatazo cruzado, antes de los diez minutos. A los 40, otra vez gracias al genio del 10, honorable capitán, Carlos Bacca quedó en posición de gol y cobró: de zurda y abajo, ¡sácalo de allá! Nos fuimos al entretiempo con inédita victoria holgada. Silencio en La Paz.
En el segundo tiempo, temprano, Bolivia descontó de penal a través de Arce. La espuma subió en el estadio y al minuto 60, ante la mirada circunspecta de José Pékerman, con golazo de Chumacero ya íbamos 2 a 2. Los tres puntos, parecía, se quedarían perdidos.
Si no fuera porque, de nuevo con el tiempo cumplido, a pura vergüenza y amor propio, entre James y Marlos Moreno –¡cómo jugaba Marlos!– Colombia construyó un delicioso contraataque que terminó en golazo de Edwin Cardona, al 92.
Este jueves, a las tres de la tarde, en un partido que está caliente como nunca , veremos si se cumple el refrán de "donde caben dos, caben tres".