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Déficit de gas en Colombia: ¿estamos ante una crisis estructural o problema temporal?
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Por primera vez, hogares colombianos, comercios y la industria están consumiendo gas importado. El sector asegura que estamos ante un déficit del energético y que se deben tomar medidas porque está decreciendo la perforación de pozos y las fuentes internas no alcanzarán para los próximos años. ¿Qué pasa con el gas natural en el país?

La situación del gas natural en Colombia preocupa a todos: al sector, los industriales, y al gobierno que asegura que el abastecimiento está garantizado para 2025. Sin embargo, la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas), que representa a casi el 80 por ciento de la producción nacional de gas natural, alertó de nuevo por una situación de déficit en la que se encuentra el país.
Hoy Colombia tiene reservas de gas natural para 6,1 años, pero Naturgas y otras voces del sector hablan de un déficit estructural de gas que experimenta Colombia desde el pasado 1 de diciembre de 2024. ¿Por qué?
Cuando se habla de déficit, se hace referencia a un faltante estructural de la oferta para cubrir la totalidad de la demanda; el desabastecimiento es una situación coyuntural o temporal que impide esa relación de oferta y demanda de gas, mientras que los racionamientos son una medida para distribuir el gas disponible cuando la oferta no alcanza a cubrir la demanda.
En Colombia se consume desde 1977 gas natural producido localmente, que se utiliza para abastecer a los hogares, el comercio y las industrias. “Nosotros perdimos la autosuficiencia para atender la demanda, porque desde 2016 se importa gas para la generación eléctrica, pero el cambio abrupto que hemos llamado una crisis recientemente es porque el resto de la demanda, los hogares, comercio e industriales, jamás habían consumido gas importado y hoy lo están haciendo”, dijo Luz Stella Murgas, presidente de Naturgas, durante la presentación del informe anual del sector.
En la lógica del gas natural, la autosuficiencia se refiere a la relación entre las reservas probadas y la producción. Esto quiere decir que si seguimos produciendo al mismo ritmo en que venimos haciéndolo hoy y no incorporamos nuevas reservas, la última molécula de gas se acabaría en seis años, según el nivel que tenemos actualmente.
El problema es que el país no solo está teniendo que importar gas, sino que también está explorando menos pozos. Hace 14 años, en 2012, se dio el pico de perforación de la última década con 130 pozos y en ese entonces las reservas probadas de gas estaban en 5 tera pies cúbicos y la autosuficiencia en 13 años; es decir, casi el doble de la autosuficiencia actual.
Desde entonces se ha dado una reducción en los pozos perforados año a año. Aunque en 2022 la perforación repuntó con 66 pozos, en 2023 la cifra cayó a 40 y a octubre de este año iban 19 pozos perforados. “En comparación con años anteriores hay una declinación de actividad exploratoria que está directamente relacionada con la cantidad de las reservas”, explicó Murgas.

Según Naturgas, para revertir la tendencia decreciente de reservas probadas es necesario aumentar el número de pozos exploratorios por año y para ello se necesitan políticas públicas y avances en gestión que generen incentivos para que las empresas inviertan en exploración y que fomenten la confianza inversionista.
“Pero en Colombia la política pública no ha revertido esa tendencia. Cuando se señala que no se suscribirán nuevos contratos de exploración y producción, si bien un número de contratos no tienen una correlación directa con el éxito exploratorio, lo que se envía es una señal que aleja el interés de inversión, y eso impacta los contratos vigentes. Haber perforado solo 19 pozos es muestra de ello”, cuestionó Murgas.
¿Por qué necesitamos importar gas si hay autosuficiencia para seis años?
A inicios de mes, se dio la primera importación de gas para abastecer la demanda local de comercios, hogares e industria. Dos días después el Ministerio de Minas y Energía emitió un comunicado en el que aseguró que sí hay gas local suficiente, por lo que investigará las importaciones.
“Existe suficiente gas nacional para la demanda esencial, de acuerdo a lo reportado por el Gestor del Mercado. Las reglas vigentes permiten la actualización y registro de nuevos contratos en cualquier momento, lo que brinda flexibilidad para cubrir necesidades adicionales”, dijo en su momento el Ministerio en un comunicado.
El déficit que alerta el sector, según Naturgas, no es un problema por un aumento en la demanda sino porque la oferta local no basta para abastecer la demanda con un ritmo de crecimiento estable.
El 1 de diciembre se vencieron los contratos de compra y venta de gas que tenía el país, por lo que tuvo que habilitarse la compra de gas importado. Por eso cerca del 4 por ciento del gas que están consumiendo este mes los hogares, comercios y vehículos es importado, y esta situación podría continuar un par de meses, con el agravante de que el precio del gas importado depende de los vaivenes del mercado internacional.
Así las cosas, y dada la disposición del sistema, mientras que en regiones como la costa caribe, el eje cafetero y el Valle del Cauca no se registra déficit de gas, en otras zonas sí, como en el interior y el suroccidente del país, en departamentos como Huila, Tolima, Nariño y Antioquia. Por esta razón, estas regiones podrán ver un impacto de hasta 20 por ciento en las tarifas.
“Hoy estamos comprando gas mes a mes. Estamos comprando un huevo diario en lugar de una canasta completa, el problema es que ese huevo se rompe, no hay cómo hacer el desayuno”, aseguró la dirigente gremial.

¿Qué alternativas tiene Colombia?
Según Murgas, lo más seguro es que nos toque seguir importando “hasta que un proyecto como Sirius entre en operación”. A inicios de diciembre se confirmó que este pozo en el mar caribe contiene el mayor hallazgo de gas natural del país hasta el momento y según Ecopetrol y Petrobras, las empresas que operan el pozo, podría aumentar en un 200 por ciento las reservas actuales de gas del país.
El problema es que este proyecto solo podría iniciar operaciones alrededor de 2029, pues está sujeto a que las consultas previas asociadas a la construcción del gasoducto y la planta de tratamiento y las licencias ambientales se otorguen en diciembre de 2025 cómo tiene previsto su cronograma para que el inicio de operaciones se dé tres años después.
Pero el país y los usuarios necesitan soluciones a corto plazo. En este momento el sector está a la espera de medidas regulatorias. La semana pasada el gobierno emitió un decreto para que se pueda contratar gas importado a largo plazo y obtener precios razones, pues el gas importado es más costoso, pero se necesita que la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) expida una regulación que permita homologar las condiciones de los contratos y así se pueda contratar gas natural a largo plazo. El sector espera que esto se dé en los próximos días.

Este decreto de Minminas también permite anticipar la comercialización del gas que se va a producir en el mar caribe al final de la década, que en palabras sencillas, permite a Ecopetrol y Petrobras adoptar de manera definitiva decisiones de inversión para traer ese gas a tierra firme. Y también habilita que se reconvierta la infraestructura del Oleoducto de Colombia para transportar gas y evacuar todo el gas que está en el mar caribe y traerlo al país. Pero todo esto toma tiempo.
Otra posibilidad es aprovechar fuentes alternativas de energía, con gases renovables como hidrógeno, biogas y biometano. Aunque hoy hay proyectos de hidrógeno que están avanzando y según la asociación hay potencial para sustituir 2,5 por ciento de la demanda de gas natural si se aprovechara, por ejemplo, el biometano que se puede extraer de los 25 rellenos sanitarios de Colombia, estos proyectos son costosos y aún son incipientes.
Hay otra alternativa para incrementar las reservas, que no parece viable al menos en este gobierno, es el fracking. Según Murgas, las áreas en las que hay potencial para desarrollar esa técnica ya tienen infraestructura de transporte de gas y esos yacimientos, equivalentes a 24 terapies cúbicos de gas, tienen un potencial 10 veces mayor a las reservas probadas de gas que tiene hoy el país, que son 2,3 tera pies cúbicos de gas.
“De habilitarse la posibilidad de perforar pozos con esta técnica, por lo menos en un término de 10 meses podíamos iniciar producción en esas áreas, y con eso, reversar el déficit que tenemos, que solo se podría cubrir el 100 por ciento de su faltante hasta que entre en operación el proyecto Sirius en el mar caribe”, dijo.
