El efectivo sigue siendo el instrumento de pago preferido en Colombia. ¿Qué tan conveniente es?

El 75 por ciento de los colombianos pagan en efectivo, 15 por ciento lo hace con transferencias electrónicas y 8 por ciento con tarjeta. 

Crédito: Colprensa

21 Enero 2024

El efectivo sigue siendo el instrumento de pago preferido en Colombia. ¿Qué tan conveniente es?

Aunque en el país están avanzando las transferencias y pagos digitales, el público y los comercios prefieren los billetes y monedas. En Colombia, el efectivo se mantiene como el medio de pago más usado, con cerca del 75 por ciento de los pagos. Sin embargo, algunos expertos señalan que esa es una barrera para la inclusión financiera.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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“Lo siento, solo recibimos efectivo”. ¿A quién no le ha pasado eso en Colombia? En más de un local, tienda o restaurante, si no es un mensaje de gran tamaño colgado al lado de la caja registradora, es una frase muy común que se escucha a lo largo del país y que molesta a quienes solo tienen su tarjeta en la mano para pagar.

A pesar del auge que han tenido recientemente los pagos digitales y las transferencias bancarias, el efectivo sigue siendo el instrumento de pago preferido por el público y el comercio en Colombia. Sin embargo, para algunos expertos es mejor y más seguro tener una billetera digital que cargar dinero en efectivo en el bolsillo.

La última encuesta realizada por el Banco de la República sobre la percepción sobre el uso de los instrumentos para los pagos habituales en Colombia evidenció que el efectivo se mantiene como el instrumento más utilizado. El 75 por ciento de los colombianos paga en efectivo, 15 por ciento lo hace con transferencias electrónicas y 8 por ciento con tarjeta.

Pagos en efectivo
Los pequeños comercios mencionan que más de 95 por ciento de las ventas son en efectivo. Crédito: CAMBIO

La encuesta encontró también que más del 95 por ciento de las tiendas de barrio, panaderías, cafeterías, papelerías, buses y taxis, perciben que la mayoría de sus ventas o pagos se hacen en efectivo. Otro hallazgo es que más de la mitad de los buses, peajes y taxis solo reciben efectivo, con la excepción de los sistemas de transporte masivo de las grandes ciudades. El informe menciona, además, que el uso del efectivo no deja “huella” de las transacciones, otro incentivo para su uso en una economía altamente informal. 

Dicho informe reconoce que la pandemia cambió algunos hábitos y que la mitad de la población manifiesta que hoy las transacciones que hace en efectivo son menores. En 2019, antes del Covid-19, casi nueve de cada diez transacciones que se hacían en Colombia eran en efectivo; ahora, son ocho de cada diez. Esto muestra que, aunque Colombia está avanzando en la adopción de pagos digitales, todavía falta mucho.

Efectivo o pagos digitales: ¿Cuál es mejor?

Para muchos ciudadanos, el efectivo sigue siendo el sistema más cómodo para pagar en una tienda, en el transporte, para pasarle plata a un familiar o, incluso, para hacer transacciones de montos altos. En el ámbito empresarial, especialmente en las compañías pequeñas y medianas, el efectivo se sigue utilizando ampliamente. 

“En mi negocio recibimos solo dos medios de pago, transferencia y efectivo, pero preferiblemente pagos en efectivo. Al ingresar el efectivo se evita el 4x1.000 y el valor de las transferencias, porque cuando se hace un pago de un banco a otro, que no es de la misma red, cobran 7.900 pesos por cada transferencia”, menciona Carlos Montes, gerente general de Tech Motor Diesel Electronic, un taller mecánico ubicado al suroccidente de Bogotá que atiende servicios corporativos como camiones y buses. 

Al mes ingresan al taller aproximadamente 120 vehículos para revisiones, pero el propietario del negocio, que emplea a diez personas, dice que el margen de ganancia es pequeño y que los costos financieros de pagos digitales y con tarjeta son altos. 

“Los clientes prefieren pagar en efectivo, y nosotros preferimos recibir en efectivo porque nos da flujo de caja. En algún momento tuvimos un datáfono, pero lo cancelamos porque el costo que le acarreaba al establecimiento era del 7 por ciento del valor de la compra, era muy alto”, dice. 

Otros negocios prefieren otros medios de pago. Tatiana Castaño es la gerente comercial de Pijamas Momas, un negocio familiar ubicado en el norte de Bogotá que genera 12 puestos de trabajo. La empresa textil se dedica a fabricar y comercializar pijamas para ventas al detal y también son proveedores para otras marcas. Para Castaño, los pagos digitales y con tarjeta son la mejor opción

“Hoy la gente nos está pagando sobre todo con datáfono. Nosotros preferimos estos pagos y las transferencias por temas de seguridad, para no tener mucho billete suelto, y por control, es mucho más fácil mirar por medio de una aplicación las cuentas que ponernos a contar todo en efectivo. Los pagos digitales tienen una ventaja y es que todo está ya en la cuenta”, explica. 

De acuerdo con la microempresaria, la forma de pago depende del cliente, y por eso el negocio se ha adaptado para tener varias opciones y que cada quien cancele como le quede más fácil. “La gente ya no trae tanto efectivo como antes y muchos prefieren usar Nequi o Daviplata”, indica.

¿Qué le falta a Colombia para un ecosistema financiero digital?

Con los beneficios que perciben algunos ciudadanos, ¿qué sentido tiene acabar con el uso del efectivo? El sistema financiero, especialmente en las empresas fintech, o nativas digitales, compañías que prestan servicios financieros mediados por la tecnología, está apostando a que se reduzca más y más el uso del efectivo. Entre los principales argumentos para dejar de usar efectivo está la seguridad, la trazabilidad que dejan estas transacciones y la posibilidad de que más personas ingresen en el sistema financiero. 

“Hay un tema cultural muy importante y los bancos y las fintech tienen una responsabilidad muy grande en masificar las bondades de los pagos digitales. Es mucho más seguro tener una billetera digital que cargar dinero en efectivo en el bolsillo, no solo por un riesgo físico, sino porque también es beneficioso mostrarle a una entidad financiera que una persona tiene pagos y ahorros en medios financieros, así también se puede acceder a créditos y no terminan recurriendo a prestamistas como los ‘gota a gota’”, explica Gabriel Santos, presidente de Colombia Fintech. 

El dirigente gremial asegura que Colombia tiene que trabajar para que los pagos digitales sean igual de sencillos y de baratos que los pagos en efectivo, y que medidas como la retención en la fuente, el IVA y el 4x1.000 desincentivan la adopción de pagos digitales, especialmente en los estratos bajos. 

‘Más efectivo, sin efectivo’ es una iniciativa de educación financiera creada por Galileo, una plataforma tecnológica que habilita los sistemas que requieren las tarjetas, tanto físicas como digitales, de bancos, neobancos y fintechs. Esta empresa presta sus sistema a compañías como el banco digital Ualá; a Bold, la empresa detrás del sistema de datáfonos para micronegocios, y al Banco Falabella. 

El mundo cashless (sin efectivo) brinda mayor seguridad, menor riesgo y transacciones ágiles. El efectivo sigue siendo el rey, es el método de pago más usado no solo en Colombia, sino en toda Latinoamérica, pero hemos ganado algunas batallas muy importantes para desplazarlo, como en Transmilenio, donde las personas ya pueden subirse al transporte usando su tarjeta contactless (sin contacto), comenta José Luis Trigueros, líder de desarrollo de negocios de Galileo para Latinoamérica. 

Pago digital
Hay varias iniciativas en el ecosistema financiero para impulsar los pagos sin contacto. Crédito: Freepik

Ana Margarita Albir, presidente de ADL Digital Lab, empresa de tecnología del Grupo Aval, reconoce que los colombianos siguen usando efectivo por desconfianza y también porque hay muchos usos que se le dan al efectivo que no están digitalizados

“Se necesitan construir ecosistemas, pensar en esos ‘contactos’ que tienen los colombianos con el uso del efectivo para poder digitalizarlos, es un trabajo de usabilidad, pero también de generar confianza. Después de la pandemia se vio una aceleración hacia la adopción de temas digitales y hay que apalancar esa aceleración”, comenta Albir.

Además de la cultura y la educación financiera, otra barrera para la adopción de medios digitales es la conectividad. De acuerdo con el Dane, en las zonas rurales del país hay 6,9 millones de personas que tienen un teléfono celular, el 62,8 por ciento de la población en estas áreas. De estos, 5,2 millones son smartphones

“El efectivo tiende a disminuir con el tiempo a medida que las economías se digitalizan y se desarrollan”, explica Marcela Torres, gerente general de Nu Colombia, una entidad financiera digital que lleva menos de tres años en Colombia. En Brasil, de donde es originaria, ya cobija a 80 millones de ciudadanos.

De acuerdo con la empresa, en este tiempo se han habilitado tarjetas de crédito digitales en el 92 por ciento de los municipios del país. “Es una capilaridad (cobertura) especial que no logran los bancos tradicionales, tal vez el Banco Agrario. Con la tecnología, cualquier persona con un teléfono inteligente tiene una sucursal virtual en su bolsillo. Esto resulta muy importante para la inclusión financiera”, afirma Torres.

Hoy en el mundo hay países que están cerca de erradicar el efectivo. En Suecia, menos del 5 por ciento de los pagos cotidianos se hacen con dinero físico. En Noruega es menos del 10 por ciento, y otras naciones como Canadá están avanzando en ese mismo camino. 

En Colombia muchas personas siguen prefiriendo cargar monedas y billetes, por comodidad, por ahorro, por costumbre. Para incentivar la inclusión de más colombianos en el sistema financiero, los pagos digitales tienen el reto de ser tan accesibles, sencillos y económicos como los pagos que se hacen en efectivo. 

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