"En octubre se nos acaba el patrimonio": Carlos Alberto González, vicepresidente de Seguros Obligatorios de Sura

Desde el año pasado, la EPS Sura –que cuenta con 5'300.000 afiliados que generan 10 millones de operaciones al mes– le viene alzando al Estado para intentar resolver su situación financiera, que arrastra pérdidas por 138.000 millones de pesos.

En entrevista con CAMBIO, Carlos Alberto González, vicepresidente de Seguros Obligatorios de Sura, sostiene que el patrimonio se acabará en octubre. También, habló sobre las condiciones para hacer parte de la reforma a la salud.

CAMBIO: Gran parte de las cuentas que están cobrando hoy vienen de gobiernos pasados. ¿Por qué no les reconocieron esas deudas antes?

Carlos Alberto González: El tema más estructural es la insuficiencia de la UPC (Unidad de Pago por Capitación; en otras palabras, el monto que el Estado paga por cada usuario) y eso lo hemos venido diciendo en gobiernos pasados. La diferencia es que antes sí teníamos una interlocución válida, nos recibían, y, si bien no solucionaban estructuralmente el problema, buscaban la forma de identificar nuestro problema y recibíamos la aceptación de un ajuste de UPC al final de año.

En el gobierno Petro, la primera vez que la ministra Corcho nos recibió fue en diciembre y ya no había cómo gestionar nada. El resultado fue perverso. Cuando hubo cambio de ministro, alzamos la mano, pedimos cita, y no fue posible. Por eso escribimos la carta con Sanitas y Compensar.

Algunas EPS tenemos mayor concentración de riesgo en enfermedades crónicas, que desbalancean el equilibrio que debe tener el sistema.

CAMBIO: ¿Es decir que Sura recibe el mismo pago por un paciente sano que por un paciente con VIH o con cáncer?

C.A.G: El mismo pago. La UPC que nosotros recibimos tiene tres componentes: la edad, el sexo y la ubicación geográfica. Es decir, por una mujer de 45 años con cáncer en Bogotá recibimos la misma plata que por una persona sana. Solo le decimos al gobierno que balancee y nos compense por tener más enfermos.

CAMBIO: Constantemente el presidente Petro y el ministro de Salud repiten que cuando las EPS tienen utilidades son para los accionistas y cuando tienen pérdidas son para el gobierno. ¿Qué tiene para decir sobre esta afirmación?

C.A.G: Eso no es verdad. El año pasado EPS Sura perdió 138.000 millones de pesos. ¿Quién lo asumió? La compañía, con su patrimonio.

Esta EPS lleva 30 años y nunca ha repartido un dividendo a los accionistas. Claro que hemos tenido utilidades, pero en los últimos 12 años nunca han superado el 1 por ciento.

Recibimos un ingreso grande porque tenemos 5'300.000 afiliados, pero no se puede olvidar que esto es un sistema definido por el gobierno, y el principal deber del gobierno no solamente es definir el plan de cobertura sino definir una UPC que cubra de una manera adecuada ese plan de beneficios.

CAMBIO: Si tener una EPS es tan mal negocio porque la plata nunca alcanza, si el gobierno no reconoce las deudas que ustedes dicen y si, cuando hay utilidad, es baja ¿por qué seguir en ello?

C.A.G: En Sura la responsabilidad social más grande que tenemos es atender a 5'300.000 de personas y esto no es un negocio para nosotros. Desde el punto de vista de utilidad, esa plata podría rentar mucho más en otras líneas de la compañía. Por ejemplo, en un CDT nos daría más utilidad, pero al final estamos hablando de personas y de la salud de los colombianos

Desde el punto de vista social, el impacto que hacen estas compañías es muy grande. Alguien dirá que sacamos la utilidad por otros negocios, como la integración vertical, que en el caso de Sura llega apenas al 15 por ciento. Si bien esta línea no da pérdidas, esas utilidades no compensan lo que perdemos en EPS.

CAMBIO: Es claro que una EPS es un mal negocio, por eso le vuelvo a preguntar: ¿por qué seguir ahí?

C.A.G: Estas compañías tienen la intención de ser rentables, pero no solamente queremos dar beneficios económicos. Es difícil que tengamos un seguro en Colombia con tanto acceso a población. Si lo hacemos bien, con toda seguridad una persona que se sienta bien atendida por EPS Sura, el día que tenga el acceso a una moto o quiera comprar una casa, lo más probable es que su seguro lo pueda buscar en esta marca. Es decir, tenemos una imagen que dejar a estos usuarios para que, cuando quieran acceder a algún seguro voluntario, nos escojan.

CAMBIO: En los próximos días la Adres le pagará a Sura 87.650 millones de presupuestos máximos de los últimos tres meses. ¿Qué más deudas hay?

C.A.G: Hay que aclarar que presupuestos máximos no es una prima sino una intermediación que el gobierno nos delega; por ello, define un presupuesto, que son esos casi 30.000 millones de pesos al mes, para cubrir lo que no está en el plan de beneficios. Sin embargo, si no alcanzan, es responsabilidad del gobierno pagar esa plata. A nosotros nos deben no solo el giro de tres meses sino también el excedente que han gastado los usuarios en 2022 y 2023. La cifra total asciende a 310.000 millones de pesos.

También nos deben exámenes de ayudas diagnósticas de covid y otra plata de punto final.

CAMBIO: ¿Cómo se está trasladando esta dificultad financiera a los proveedores?

C.A.G: Yo he pagado a prestadores lo que me pagan de la UPC, que es el pago que hace el Estado por cada usuario. Por cada 100 pesos que recibimos por UPC nos gastamos 103 en servicios de salud y en operación.

Muchas de las atenciones de presupuestos máximos, es decir, las que no están incluidas en el plan de beneficios, se están volviendo facturas de los prestadores que aún no pagamos y que solo podremos pagar cuando el gobierno nos pague. Esto es una crisis que ya está afectando a algunos prestadores y podría afectar a los usuarios.

Hace poco una empresa que nos provee pañales, que no hace parte del plan de beneficios, nos dijo que, si no le pagábamos, no nos iba a volver a suministrar pañales. Eso es grave porque mucho de los pacientes tienen condiciones crónicas.

CAMBIO: La carta enviada al Ministerio de Salud no logró el oxigeno que necesitaban. ¿Qué viene?

C.A.G: El gobierno no ha sentido aún el nivel de urgencia con el que estamos alzando la mano. Una cosa es la coyuntura que estamos viviendo en el sistema y otro son los problemas estructurales del sistema que compartimos, como el acceso, que debería mejorar en algunos territorios de Colombia, y  la red pública, que debería ser mejor y más eficiente, pero eso no se soluciona ya. Nosotros no podemos esperar, necesitamos una solución. Dos meses después de enviar la carta, no hemos tenido respuesta. 

Las pérdidas en los últimos cuatro meses van en 55.000 millones. De los 400.000 millones de pesos que tuvimos como patrimonio en 2021, hoy nos quedan 85.000 millones. En octubre se nos acaba el patrimonio y con esto se puede ver afectado el pago a proveedores.

CAMBIO:  En medio de esta crisis ¿usted le recomendaría a los afiliados de Sura que se trasladen a otra EPS? 

C.A.G: Seguimos teniendo la premisa y la responsabilidad de seguir cuidando a los usuarios que están con nosotros. Sería irresponsable decir que no los vamos a atender, pero estamos viendo que las condiciones de atención no podrían ser las mismas que antes.

CAMBIO: ¿Existe la posibilidad de que Sura se acoja a liquidación voluntaria?

C.A.G: Es una de las posibilidades.

CAMBIO: Mientras tanto, se tramita la reforma a la salud…

C.A.G: El gobierno debe ocuparse de resolver esto para que el ambiente, al hablar de la reforma a la salud, no se dé en esta crisis del sistema, porque las conversaciones van a ser más difíciles de establecer. Necesitamos un buen ambiente para establecer conversaciones técnicas, no políticas ni ideológicas.

CAMBIO: Sura tiene el 15 por ciento de integración vertical a través de centros de atención primaria. ¿Estarían dispuestos a hacer parte de la reforma a la salud?

C.A.G: Sí. A nosotros la idea de que el asegurador sea el gobierno y que podamos ser un gestor en salud nos gusta, no como está escrito en la reforma. Podemos estar en el sistema como un gestor de poblaciones en salud y, al mismo tiempo, como un gestor operativo. El aseguramiento financiero que lo haga el gobierno nacional. Ahí creemos que las IPS de primer nivel y los centros de ayudas diagnósticas nuestros podrían hacer parte de la reforma.

Es decir, que ustedes manejen todo menos la plata…

C.A.G: Sí. Que los usuarios sigan afiliados a nosotros, que sigamos gestionando y contratando la red, auditando, definiendo modelos de acceso, y que por ello se nos pague un porcentaje.